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Palabras Que Matan


Enviado por   •  20 de Diciembre de 2013  •  1.854 Palabras (8 Páginas)  •  224 Visitas

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PALABRAS QUE MATAN.

(Publicado en el periódico EL NORTE, Enero del 2000)

Todos sabemos que las palabras pueden herir más que un golpe. Las frases que los padres utilizan, forman parte del esquema que el niño tiene de sí mismo.

La introversión y el aislamiento, no son casualidad.

(17/01/2000).-Todos sabemos que las palabras pueden herir más que un golpe. Muchas de las cosas aparentemente inofensivas que con tanta facilidad salen de nuestra boca,

- como ‘¿Por qué no eres como tu hermano?’ - pueden causar severo daño emocional y acabar con el auto-estima de un niño. Las frases que los padres utilizan, forman parte del esquema que el niño tiene de sí mismo. Las palabras son como un espejo en el que el pequeño ve reflejada información vital, acerca de quién es, qué se espera de él y qué va a llegar a ser.

Es fácil dañar sutilmente a nuestros hijos con palabras, casi siempre con la creencia equivocada de que estamos haciendo lo correcto para enseñarlos a que se comporten. La mayoría de los niños son ‘resistentes’ a estos comentarios y pueden manejar alguna frase hiriente que ocasionalmente sea dicha por sus padres. Sin embargo, mientras más enterados estemos de las frases potencialmente dañinas, más capaces seremos de encontrar otros modos de influenciar positivamente a nuestros niños.

Un grupo de profesionales sobre salud mental y algunos padres de familia fueron interrogados por el profesor en Psicología y director del Centro de Servicios Psicológicos en la Universidad de Fairleigh Dickinson, el doctor Charles E. Schaefer, acerca de las formas en que los papás les hablan a sus hijos y las palabras que nunca deberían ser dichas. Aunque ambos grupos consideraron que regañar, gritar o criticar a los hijos no es un problema agudo, coincidieron en remarcar lo que los padres deben evitar decir a sus hijos. A continuación le damos los resultados de la encuesta.

Atención: Si usted encuentra que usa frecuentemente las 10 frases de ‘bandera roja’ que se mencionan en este artículo y siente que no puede dejar de decirlas, es importante que pida ayuda a un profesional o a organizaciones como la norteamericana "Parents Anonymous" http://www.parentsanonymous-natl.org/.

1. Etiquetar ¡Burro! Eres un tonto.

Como siempre, echando todo a perder. ¿Qué más se puede esperar de tí? ¿Con lo fea que estás?

Eres un fracasado. Mírate, no eres nadie.

Por qué hacen daño: Las palabras de los papás son ‘ley’ para un niño. Si la expresión para definir a un niño (etiqueta) es ‘tonto’, ‘mocoso’ o ‘bebé’, tarde o temprano éste va a creer que es así es. Por el hecho de que las ‘etiquetas’ atacan directamente la personalidad del pequeño y no un comportamiento específico, éstas disminuyen la autoestima y tienden a ser una ‘profesía’ de integración personal. Una niña a la que siempre se le diga ‘torpe’, seguramente evitará bailar o practicar algún deporte, por ejemplo. Así también, un niño señalado como ‘tímido’, seguramente evitará el contacto directo a los ojos y el trato con adultos.

Qué decir en lugar de eso: Dirija el comentario directamente al comportamiento o actitud del niño que necesita ser disciplinado. Por ejemplo, en lugar de decir “Eres un desordenado”, diga “tu habitación está muy desordenada. Recoge tus lápices y libros”.

2. Negar o condicionar el amor. Rechazar. Házte para allá, no me molestes.

Ojalá nunca hubieras nacido. Nadie podría amarte.

Qué decepción. Me das vergüenza. Ni digas que eres mi hija.

Por qué lastiman: El rechazo hace sentir un fuerte disgusto o un deseo de separación para con tu hijo. Para un niño, no ser amado por la persona que la trajo al mundo, le da a entender que realmente no merece ser amado. Lo que los niños necesitan de sus padres, más que ninguna otra cosa, es sentir que son amados incondicionalmente por quienes son, no por lo que hagan o los errores que cometan.

Alternativas: Demuéstrele diariamente su afecto con mensajes verbales (‘Te quiero mucho’, ‘Eres muy especial para mí’, ‘Te amo’) y con expresiones físicas (abrazos, palmadas en la espalda, besos).

3. Hacer predicciones negativas

Tú nunca llegarás a ningún lado.

A ver si no te meten a la cárcel un día de éstos

Gente como tú no triunfa nunca.

Por qué perjudican: Los niños tienden a ser lo que pensamos de ellos. En alguna ocasión, un ministro visitó una prisión para hablar con los reclusos. Les preguntó que a cuántos de ellos les habían dicho de niños, que iban a terminar en la cárcel. El ministro se quedó sorprendido cuando vió que casi todos los presentes levantó la mano. Los papás necesitan creer en sus hijos y pensar un buen futuro para ellos.

Qué decir en lugar de eso: Estás pasando por momentos difíciles, pero quiero que sepas que nunca me cansaré de creer en tí.

4. Hacerse las víctimas. Chantajear.

Me desesperas. Haces que pierda la paciencia.

Por tu culpa tu mamá y yo nos vamos a divorciar.

Si te quedas con tu abuelita me voy a sentir muy solo y me voy a enfermar.

Por qué hace daño: Hacerse las víctimas significa culpar a los niños por las acciones de otros. Es muy fácil echarles la culpa a los niños por los problemas de otros miembros de la familia. Son un blanco fácil y conveniente para algunos. Pero si nuestros niños aprenden a ser responsables de sus actos, debemos darles el ejemplo con nuestro comportamiento de lo que es estar conscientes de nuestros errores y limitaciones.

Sugerimos: Si pierde la paciencia o el control de sí mismo, tan pronto como se recupere, discúlpese con su niño, diciendo algo como “perdóname por gritarte. Estoy muy cansado hoy

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