Preescolar
Enviado por mone • 9 de Octubre de 2012 • 607 Palabras (3 Páginas) • 426 Visitas
EL TALENTO NACE EN EL PREESCOLAR
Judid Fraga de Hernández
Universidad Central de Venezuela
INTRODUCCIÓN
Cada día parecen más remotos aquellos años en los que todos, científicos, profesionales y ciudadanos
comunes, creían (algunos aún lo creen) que la inteligencia es una facultad mental general compuesta
de elementos o factores interrelacionados, que está determinada genéticamente y que, por tanto, permanece
relativamente estable a lo largo de la vida del individuo. La inteligencia era todavía vista hasta finales de
la década de 1980, como un don que poseían unos pocos individuos en niveles tan altos que eran definidos
como genios o talentos, y requerían de un trato educativo especial que favoreciera el despliegue de todas
sus facultades cognitivas, de manera de aprovechar al máximo ese potencial mental que genéticamente
tenían a su disposición. El resto de los individuos pasaban a ser “normales” y siguen constituyendo la mayoría
de la población que se adecua al sistema educativo vigente en cada país.
Esta visión separatista o discriminatoria, es posible al considerar la estabilidad de la inteligencia
como una de sus características fundamentales y al ser susceptible de medición cuantitativa. El valor numérico
asignado al desempeño de un sujeto en una o varias pruebas de inteligencia determinaba su ubicación
en el sistema educativo, es decir, su cualidad de “normal”, “discapacitado psíquico” o “talento superior”, al
mismo tiempo que garantizaba su permanencia en el mismo dada su condición de estabilidad. De acuerdo
con ello, se generaba lo que pronto se llamó el efecto Mattheus, según el cual la estimulación de la inteligencia
que reciben los niños “talento” ubicados en programas especiales para tal efecto, incrementa notablemente
sus facultades innatas porque están siendo permanentemente estimuladas, mientras que desfavorece
las de aquellos que no se ubican en el mismo programa, y por ende, carecen de la estimulación necesaria.
Sin embrago, estas creencias paulatinamente han ido cambiando. Las más recientes investigaciones
(Lebeer, 2002) en el área de las neurociencias indican que el cerebro humano no es una máquina fija,
cuyas propiedades vienen determinadas antes del nacimiento, sino que demuestran que el cerebro es un
órgano sumamente “plástico”. Constantemente se generan sinápsis y otras nuevas conexiones entre las
células neuronales del cerebro que hacen que este se modifique en estructura y función, siendo este proceso
de modificabilidad reforzado por la estimulación y el aprendizaje (Feuerstein y Kozulin, 2002).
Esta nueva argumentación implica entonces, que el talento o un coeficiente intelectual alto no son
genéticamente
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