Proyecto: Unidos es mejor

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Federal D-235

Profesorado de Psicología

Proyecto: Unidos es mejor

Integrantes:  

                Bento, Sofia

                Jacob, Micaela Ayelén

                Leiva, Matías

Materia: Unidad de Definición Institucional

Ciclo Lectivo: 2022

Fundamentación

      En los últimos años en la sociedad, se ha ido incrementando la sensibilización y el rechazo ante los diferentes tipos de violencia. En lo que respecta al ámbito educativo, se ha dado una amplia visibilidad sobre la importancia de los vínculos y la construcción de espacios de convivencia democráticos para todos los miembros de la comunidad educativa. El acoso escolar existe y es importante tomar consciencia de ello para poder actuar adecuadamente (Ministerio de Educación de la Nación, 2014)

      Cualquier persona puede comprobar, mediante indagación directa, situaciones dentro del ámbito escolar de niños, adolescentes o jóvenes, donde se visualizan actitudes violentas o agresivas hacia ellos mismo o con otros pares. Llevando a que, en muchos casos, estas actitudes no sean solo casos aislados, sino que se tornen en acoso u hostigamiento, siendo agresiones sistemáticas y repetitivas. Esto ocurre debido a que, en la actualidad, los conflictos entre pares no son problemas que surgen y terminan en la escuela, sino que continúan mediante las redes sociales.

          Muchos de los conflictos que se inician en la escuela se prolongan en el espacio virtual, con la altísima capacidad de repercusión que este posibilita, como así también muchos conflictos que tienen lugar en la escuela tienen su inicio en las redes virtuales. Además de ser esta una problemática inédita para los adultos en las escuelas, cabe señalar que los vínculos entre pares en el espacio virtual se encuentran mucho más lejos aún de la posibilidad de intermediación por parte de los docentes (Ministerio de Educación de la Nación, 2014, p.20).

          El acoso escolar es una situación que preocupa a todo el entorno social, y especialmente a la escuela ya que es la institución que refleja la problemática del sistema social global y la que mayor trascendencia tiene en nuestras vidas, ya que no solo brinda formación para la continuidad de los estudios y formación de un trabajo, sino que establece el lugar para ensayar vínculos democráticos en el alumnado, permitiendo desarrollar así sus primeras habilidades como futuros ciudadanos insertos en una sociedad con derechos y valores a seguir. Por ello, es necesario  que las personas que ejercen como modelos educativos en los estudiantes  (tutores, personal docente y no docente) deben de mostrar claramente una tolerancia cero hacia la agresividad en cualquiera de sus formas, a la vez que servir de modelos en la transmisión de valores adecuados, los cuales ayudaran a que esta problemática disminuya, así como brindar los recursos necesarios para proporcionar a los estudiantes las habilidades que precisan para resolver los conflictos sin violencia.

       Esta problemática se torna un reto debido a que la violencia llega incluso a tener, en ocasiones, una finalidad lúdica, llevando a que el concepto de violencia se vuelva en muchas ocasiones distorsionada o confusa para niños, adolescentes o jóvenes, quienes, al observar estas actitudes tienden a recrear las escenas, normalizando así la violencia. Por lo que la escuela tiene que ser el lugar donde los alumnos construyan su identidad, ya que es donde se sientan las bases para la creación de vínculos y diferenciación con otros, permitiendo así, la construcción del respeto y el reconcomiendo hacia el otro.

       Surgen  graves consecuencias producto del acoso u hostigamiento, bien sea como víctimas, agresores o testigos de este tipo de actividad. Para la víctima, las consecuencias son las más graves, ya que puede desembocar en fracaso y dificultades escolares, ansiedad, insatisfacción, fobia al colegio, riesgos físicos y formación de una personalidad insegura e insana para el desarrollo integral de la persona. En algunos casos puede desencadenar reacciones agresivas e intentos de suicidio. Para el agresor, puede suponer un aprendizaje sobre cómo conseguir los objetivos de una manera incorrecta, como así también una mirada sobre los actos de dominio-sumisión como método de tener un estatus en el grupo y reconocimiento social. Para los testigos, les supone un aprendizaje de cómo comportarse ante situaciones injustas y un refuerzo para posturas individualistas y egoístas, un escenario para valorar la conducta agresiva como importante y respetable (una distorsión sobre lo moral y la solidaridad).  Por lo tanto, el bullyng u acoso escolar, interpela a la educación exigiendo principalmente a los educadores que reflexionemos sobre nuestras actitudes y prácticas educativas incluyendo en ellas un trabajo diario para que nuestros estudiantes por medio de un pensamiento crítico, logren cambiar sus actitudes, opiniones y formas de accionar que puedan llegar a ser violentas o agresivas.

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