Psicoanalisis De Los Cuentos De Hadas

Psicoanálisis de los Cuentos de Hadas

Si deseamos vivir siendo realmente conscientes de nuestra existencia, nuestra necesidad más urgente y difícil es la de encontrar un significado a nuestras vidas. La comprensión del sentido de la vida no se adquiere repentinamente a una edad determinada ni cuando uno ha llegado a la madurez cronológica, sino que obtener una comprensión cierta de lo que es o de lo que debe ser el sentido de la vida, significa haber alcanzado la madurez psicológica.

La sabiduría se va formando poco apoco y progresivamente desde los orígenes más irracionales. Solamente en la edad adulta podemos obtener una comprensión inteligente del sentido de la propia existencia en este mundo a partir de nuestra experiencia en él. Hay demasiados padres que exigen que las mentes de sus hijos funcionen como las suyas, sin tomar en cuenta que todo es un proceso, y como todo proceso, se necesita de tiempo y paciencia.

Actualmente, la tarea más importante y más difícil en la educación de un niño es la de ayudarle a encontrar sentido en la vida. El niño, mientras se desarrolla, debe aprender, paso a paso, a comprenderse mejor; así se hace más capaz de comprender a los otros y de relacionarse con ellos de un modo mutuamente satisfactorio y lleno de significado. No se puede exigir a los niños que funcionen como un adulto lo haría, pues se encuentra en una etapa en la que se va apropiando de conocimientos.

Para alcanzar un sentido más profundo, hay que ser capaz de traspasar límites de la existencia centrada en uno mismo, y creer que uno puede hacer una importante contribución a la vida. Esta sensación es necesaria si una persona quiere estar satisfecha consigo misma y con lo que está haciendo.

Cuando los niños son pequeños la literatura es la que mejor aporta información para promover la capacidad de encontrar sentido a su vida.

Los primeros relatos a partir de los que el niño aprende a leer, están diseñados para enseñarlas reglas necesarias, sin tener en cuenta para nada el significado. Lo peor de dichos libros infantiles es que estafan al niño lo que éste debería obtener dela experiencia de la literatura: el acceso a un sentido más profundo, y a lo que está lleno de significado para él, en su estadio de desarrollo.

Para que una historia mantenga de verdad la atención del niño, de divertirle y excitar su curiosidad; debe estar relacionada con todos los aspectos de su personalidad al mismo tiempo; y esto dando pleno crédito a la seriedad de los conflictos del niño, sin disminuirlos en absoluto, y estimulando su confianza en sí mismo y en su futuro.

En la mayoría de la literatura infantil, no hay nada que enriquezca y satisfaga tanto como los cuentos populares de hadas, pues de ellos se puede aprender mucho más sobre los problemas internos de los seres humanos, y sobre las soluciones correctas a sus dificultades en cualquier sociedad, que a partir de otro tipo de historias al alcance de la comprensión del niño.

El niño necesita que se le dé la oportunidad de comprenderse a sí mismo en este mundo complejo con el que tiene que aprender a enfrentarse porque su vida lo desconcierta. Necesita una educación moral que le transmita las ventajas de una conducta moral mediante lo que parece tangiblemente correcto y lleno de significado para el niño. Todo lo anterior, el niño lo encuentra fácilmente en los cuentos de hadas, pues aprende lo que es el bien, y lo que es el mal, que si se comporta “bien” los resultados serán favorables, pero si por el contario, tiene comportamientos “malos” será castigado.

Aplicando el modelo psicoanalítico de la personalidad humana, los cuentos aportan importantes mensajes al consciente, preconsciente e inconsciente, sea cual sea el nivel de funcionamiento de cada uno en aquel instante. A medida que las historias se van descifrando, dan crédito consciente y cuerpo a las pulsiones del ello y muestran los distintos modos de satisfacerlas, de acuerdo con las exigencias del yo y del super-yo.

Las historias de hadas tienen tanto éxito y enriquecen la vida interna del niño en un sentido mucho más profundo que cualquier otro material de lectura, empiezan, precisamente, allí donde se encuentra el niño, en su ser psicológico y emocional. Hablan de los fuertes impulsos internos de un modo que el niño puede comprender inconscientemente, y ofrecen ejemplos de soluciones, temporales y permanentes, a las dificultades inevitables.

Para poder dominar los problemas psicológicos del crecimiento el niño necesita comprender lo que está ocurriendo en su yo consciente y enfrentarse con lo que sucede en su inconsciente. En este sentido, los cuentos de hadas tienen un valor inestimable, puesto que ofrecen a la imaginación del niño nuevas dimensiones a las que le sería imposible llegar por sí solo.

Al igual que en el adulto, en el niño el inconsciente es un poderoso determinante del comportamiento, aunque existe la creencia común de los padres es que el niño debe ser apartado de lo que más le preocupa: sus ansiedades desconocidas y sin forma, y sus caóticas, airadas y violentas fantasías.

La negativa se ha acrecentado a dejar que los niños sepan que el

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