Psicologia Social
PANDISH18 de Noviembre de 2014
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Erika Amairany Cervantes Rufino.
Psicología Social.
La detención sensorial del mundo que nos rodea.
Un estimulo es energía que produce un órgano sensorial. Estos varían en tipo e intensidad. Diferentes estímulos activan sus respectivos órganos sensoriales.
El problema de la forma en que la intensidad de un estimulo influye en nuestras respuestas sensoriales es estudiado por una rama de la psicología conocida como psicofísica, la cual estudia la relación que existe entre la naturaleza física de los estímulos y la respuestas sensoriales que evocan.
Umbrales absolutos.
Un umbral absoluto es la intensidad mínima que debe tener un estimulo para que se le pueda detectar.
Semejantes umbrales permiten que nuestro aparato sensorial detecte una gama muy amplia de estimulación sensorial. De hecho las capacidades en nuestros sentidos son tan agudas que tendríamos problemas si llegase a ser un poco mas sensibles.
La teoría de la detección de señales explica la función de los factores psicológicos al juzgar si un estimulo está presente o ausente, reconoce que cuando intentan detectar un estimulo los observadores pueden errar en una de las dos formas: indicar que existe un estimulo cuando no es así, informar que no hay un estimulo cuando si lo hay.
Diferencias apenas perceptibles.
El umbral diferencial, es decir, la mínima referencia detectable entre dos estímulos ala que también se le denomina diferencia apenas perceptible. Han descubierto que el valor de un estimulo que constituye una diferencia apenas perceptible depende de la intensidad inicial del estimulo.
La ley de weber sostiene que la diferencia apenas perceptible es una proporción constante de la intensidad del estimulo inicial.
De modo similar, la diferencia apenas perceptible que distingue cambios de volumen de los sonidos es mayor para aquellos que al principio tiene un volumen alto que para los sonidos que son inicialmente bajos.
Adaptación sensorial.
La adaptación, es decir, un ajuste de la capacidad sensorial que sigue a una prolongada exposición a los estímulos. La adaptación se produce cuando la persona se acostumbra a un estimulo y cambia su marco de diferencia.
Por consiguiente no responde al estimulo del mismo modo en que lo hacia antes los juicios se realizan en función de la experiencia sensorial precedente, y no en forma aislada de otros estímulos.
Visión: iluminar el ojo.
El caso de C.K. ejemplifica la enorme complejidad de la visión que comienza con el estimulo mismo que produce la visión: la luz.
Los estímulos que se registran en nuestros ojos como la luz en realidad son ondas de radiación electromagnética a las que es sensible y capaz de responder el aparto visual de nuestro cuerpo.
Tamaño de cada longitud de onda corresponde a distintos tipos de energía. La gama de longitudes de onda a la que somos sensibles los seres humanos , denominada espectro visual, en realidad es relativamente pequeña.
Las ondas luminosas que producen que cualquier objeto exterior al cuerpo se encuentra primero con el único órgano capaz de responder al espectro visual: el ojo. Curiosamente, la mayor parte del ojo no tiene relación con una reacción directa a la luz. En su lugar, su función es darle a la imagen que entra una forma que pueda ser empleada por las neuronas que habrán de servir como mensajeras hacia el cerebro. Las neuronas mismas ocupan un porcentaje relativamente pequeño del área total del ojo. En otras palabras, la mayor parte del ojo, es un aparato mecánico, análogo en muchos sentidos a una cámara sin película. Al mismo tiempo es importante darse cuenta de las limitaciones de esta semejanza. La visión implica procesos más complejos que los que cualquier cámara sea capaz de imitar. Una vez que la imagen llega a los receptores neuronales del ojo, la analogía termina, ya que el procesamiento de la imagen visual termina en el cerebro es mas similar al de una computadora que al de la cámara.
Iluminar la estructura del ojo.
El rayo de luz que seguimos la pista desde que es reflejado por la flor viaja primero por la cornea, una ventana protectora transparente que permite que la luz pase a través de ella. Después de atravesar la cornea la luz pasa por la pupila; esta es un orificio oscuro que se encuentra en el centro del iris, la parte coloreada del ojo que los seres humanos puede ser desde un azul claro hasta un café oscuro. El tamaño de la abertura de la pupila depende de la cantidad de luz que allá en el entorno. Mientras más oscuro sean los alrededores, mas se abrirá la pupila para permitir la entrada de mayor cantidad de luz.
Una pupila pequeña aumenta en gran medida la gama de distancias en la que los objetos se encuentran enfocados; con una pupila por completo, el rango es relativamente pequeño y se dificulta la visualización de los detalles.
El ojo aprovecha la luz interna al reducir el tamaño de la pupila, con lo que contiene una mayor capacidad para distinguir. En los ambientes oscuros la pupila se expande con el fin de permitirnos ver mejor lo que ocurre, pero ha expensas del detalle visual.
Una vez que la luz atravesó la pupila , penetra en el cristalino, que se localiza detrás de aquella. Su función es dirigir los rayos de la luz de modo que se enfoquen de forma adecuada en el fondo del ojo. El cristalino enfoca la luz mediante la modificación de su propio espesor, proceso que se denomina acomodación. El tipo de acomodación depende del lugar donde se encuentre el objeto con relación al cuerpo de quien lo observa. Los objetos distantes requieren de un cristalino relativamente plano. En este caso, los músculos que controlan el cristalino se reflejan lo que permite que se aplane. En contraste los objetos cercanos se ven mejor a través de un cristalino redondeado. En este caso los músculos se contraen lo cual disminuye la tención y permite que el cristalino adapte una forma mas curveada.
Después de viajar a través de la pupila y el cristalino nuestra imagen al fin llega a su destino en el ojo: la retina. Aquí la energía electromagnética de la luz se convierte en mensajes que pueden ser empleados por el cerebro. Es importante señalar que, a consecuencia de las propiedades físicas de la luz, la imagen invierte al atravesar al cristalino y llega a la retina de cabeza. Aunque podría parecer que esta inversión produciría dificultades para la comprensión y el desempeño en el mundo, no es así. El cerebro interpreta la imagen en términos de su orientación apropiada.
La retina es una capa delgada de células nerviosas ubicada en el fondo del globo ocular. En ella existen dos tipos de células receptoras sensibles a la luz. Los nombres que se le han dado describen sus formas: bastones que son largos y cilíndricos, y conos, que son cortos gruesos y piramidales. Estos dos tipos de células se distribuyen de manera irregular en la retina. La mayor concentración de conos está en la parte de la retina a la que se denomina foveada. La fóvea es una región en particular sensible de la retina. Si se desea enfocar de interés especial es posible que centre la imagen del cristalino en la fóvea.
La densidad de los conos disminuye justo afuera de la fóvea, aunque se encuentran conos por toda la retina en concentraciones menores. Por otra parte, no hay bastones en el centro de la fóvea. Por la densidad es mayor afuera de la fóvea y luego disminuye en forma gradual hacia los bordes de la retina. Debido a que la fóvea cubre sola una pequeña función del ojo, contamos con menos conos que bastones.
Los bastones y los conos no solo tiene diferencias estructurales, también desempeñan funciones distintas a la visión. Los conos son los principales responsables de la percepción de los colores de enfoque nítido, en especial en situaciones en las que hay luz interna; los bastones se relacionan con la visión en situaciones de la luz escasa y en gran medida son insensibles al color y a los detalles precisos que los conos pueden reconocer. Los bastones desempeñan u7na función esencial en la visión periférica, la visión de objetos ubicados fuera del centro principal de enfoque, y para la visión nocturna. En ambos casos el nivel de detalle que se puede lograr cuando intervienen los bastones es mucho menor que cuando se activan los conos.
Adaptación de la luz a la oscuridad.
La adaptación de la oscuridad, que es un aumento de la sensibilidad a la luz que resulta de haber permanecido en una relativa oscuridad. La velocidad en la que ocurre la adaptación ala oscuridad 4esta en función de la tasa de cambio en la composición química de los bastones y los conos. Los cambios suceden a vel0ocidades distintas en ambos tipos de células, debido a que los conos alcanzan su mayor nivel de adaptación en pocos minutos, en tanto que los bastones requieren cerca de media hora para alcanzar su nivel máximo. Por otra parte, los conos nunca alcanzan el mismo nivel de sensibilidad a la luz que el logran los bastones. No obstantemente cuando se considera de manera conjunta a bastones y conos, la adaptación a la oscuridad se completa en un cuarto oscuro en cuestión de media hora.
Envió del mensaje del ojo al cerebro.
Cuando la energía luminosa llega a los bastones y los conos, comienza el primero de una serie de sucesos que transforman la luz en impulsos nerviosos que pueden comunicarse al cerebro. Sin embargo, antes de que el mensaje neuronal llegue al cerebro, se produce una alteración inicial de la información visual.
Lo que ocurre cuando la energía luminosa llega a la retina depende en parte de que se encuentre con un bastón o con un cono. Los bastones contienen rodopsina, una
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