Psicologia
Enviado por kdcp96 • 28 de Enero de 2014 • 3.947 Palabras (16 Páginas) • 247 Visitas
EL CARÁCTER
En los últimos años la posición de la caracterología avanzó notablemente en relación con las grandes dificultades de principios y métodos con que tropezó en sus comienzos. Existen en la actualidad conocimientos caracterológicos a cuya calidad no es posible presentar muchas objeciones, pues en numerosos casos y por la aplicación de métodos perfectos se han realizado investigaciones cuyos resultados sometidos a un criterio de realidad han confirmado su exactitud.
En esta posición se encuentra la investigación psicoanalítica que se halla en condiciones de aportar, a la teoría del carácter, algunos puntos de vista novedosos y fundamentales, a partir de los cuales la investigación científica llevará a nuevos conocimientos.
La teoría de los mecanismos inconscientes, su enfoque histórico y la comprensión dinámico-económica del suceder psíquico son los tres elementos que capacitan plenamente al psicoanálisis para ello.
No puede faltar en una obra sobre psicoanálisis, dirigida especialmente a médicos generales, un capítulo sobre el carácter, ya que el primer contacto que se establece entre los seres se hace a través de la estructura caracterológico. Para desarrollar el capítulo sobre este tópico, se ha realizado una síntesis resumida de los conceptos que W. Reich ha expuesto en su libro Carácter Analysin, IIIa. Edición, 1949*. Se eligió a este autor porque se considera que es el que ha enfocado y estudiado el tema de manera que une lo profundo y lo dinámico de un modo tal, que resulta de fácil comprensión, aun para aquellos que no tengan una extensa preparación previa, además de resulta útil y fácil de aplicar en los pacientes la clasificación de los distintos tipos caracterológicos que él ha realizado.
* Versión española: Análisis de carácter. Paidós, 1955.
Al iniciar sus estudios Freud se interesó principalmente por los síntomas neuróticos, pero a medida que, merced a la práctica diaria, fueron aumentando sus conocimientos, vio con mayor claridad que un síntoma neurótico puede interpretarse mucho mejor –tal como lo señaló W. Reich en Análisis del Carácter, en 1933-. Comprendiendo la estructura del carácter en el que el síntoma se desarrollaba. Por esta razón la estructura y la función del carácter desplazó en vierto momento al síntoma como objeto principal de la teoría y la terapéutica psicoanalítica.
El primer descubrimiento de Freud según el cual ciertas particularidades del carácter pueden explicarse históricamente por la persistencia de tendencias instintivas primitivas, modificadas por la influencia del ambiente, abrió nuevos caminos para la comprensión de estos problemas1.
1 Fromm ha dicho que Freud desarrollo una teoría del carácter que no sólo es la primera sino la más consistente y penetrante al definirlo como un sistema de impulsos subyacentes a la conducta pero no idénticos a ella. 2
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Para poder apreciar el concepto dinámico del carácter, es de utilidad
establecer una comparación entre los rasgos de conducta y los de carácter.
Se consideran rasgos de conducta aquellas acciones observables por otra
persona. Por ejemplo, el ser valiente puede definirse como la conducta
dirigida a lograr una meta preestablecida sin que sea impedimento para ello
el arriesgar la propia comodidad, la libertad o la vida. El ahorro podría
definirse como una conducta encaminada a economizar dinero u otros
objetos materiales. Pero si investigamos las motivaciones –particularmente
las inconscientes- de tal o cual rasgo de conducta, hallamos que el mismo
encierra numerosas y diferentes connotaciones caracterológicas. Una
conducta “valiente” puede estar motivada por la ambición, de manera que
la persona llega a arriesgar la vida en ciertas situaciones con el fin de
satisfacer su necesidad de ser admirada. Puede también estar engendrada
por impulsos suicidas que lo inducen a buscar en el peligro –consciente o
inconsciente- una forma de lograr su deseo; puede estar determinada por
una falta de imaginación que hace que actúe valientemente tan sólo porque
no se da cuenta cabal del peligro que lo acecha. Pero también puede estar
motivada por una genuina devoción a una idea o un fin, en aras del cual la
persona actúa; determinación que convencionalmente se acepta como la
base de valor. En todos estos casos la conducta es superficialmente la
misma, pese a las diferencias que puedan existir en las motivaciones
profundas (Fromm).
La secuencia cronológica de los conceptos psicoanalíticos referentes al
carácter es la siguiente:
Freud fue el primero en estudiar en el año 1908, en El carácter y el
erotismo anal, los instintos parciales anales, considerados como el
substratum de los rasgos caracterológicos posteriores, tales como son la
avaricia, el orden y la pedantería. Luego en el año 1919 Ernest Jones y en
1924 Karl Abraham hicieron una reducción de los rasgos caracterológicos a
su base instintiva. Dijeron, por ejemplo, que la envidia y la ambición
derivan de impulsos correspondientes a la etapa uretral. Pero con esto
sólo se explican las bases instintivas de tipos aislados y diversos de
carácter.
En Análisis del carácter, Reich trató de comprender el carácter desde un
punto de vista histórico y dinámico-económico, considerándolo como una
formación total y general. Su concepto básico es que la entidad
fundamental en el carácter no es el rasgo único, sino la organización total
del mismo, de la cual deriva una cantidad de rasgos de carácter. Estos, a
su vez, deben interpretarse como un síndrome que resulta de una
organización particular, o sea la orientación del carácter hacia una finalidad.
Fromm define al carácter como la forma –relativamente permanente- en
que la energía humana es canalizada en los procesos de asimilación y
socialización.
Jaspers, por su parte, dice: “El carácter es, con sus motivos históricos
dados, el producirse del hombre en el tiempo y no sólo la acuñación de un
ser así definitivo en el transcurso del tiempo”. “El carácter –se ha dicho- es
tan sólo evidente en la biografía que abarca el curso de una vida, con sus
posibilidades y decisiones”. Planteado de este modo, ya no tiene importancia el contenido o la peculiaridad de un rasgo caracterológico aislado1.
Reich no asigna importancia a un rasgo aislado del carácter, pues estima que lo valedero y significativo es la forma general de actuar y la génesis
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