Psicologia
Enviado por gcvpcamila • 8 de Abril de 2014 • 2.067 Palabras (9 Páginas) • 180 Visitas
Análisis del desarrollo físico del adolecente
La adolescencia es una transición de cuerpo y mente, es un fenómeno biológico, cultural y social el cual proviene de sí mismo y se conjuga con su entorno.
La adolescencia comienza con los cambios hormonales que culminan en la etapa del desarrollo conocida como la pubertad, la cual constituye la suma total de todas las adaptaciones psicológicas a los efectos en el cuerpo de dichos cambios. Basados en esta definición, puede decirse que la pubertad (los cambios físicos) es obra de Dios, y que la adolescencia (los cambios psicológicos) es obra del hombre.
Apoyados en nuestra experiencia profesional, entendemos que la adolescencia se extiende cronológicamente, desde el inicio del desarrollo de los rasgos sexuales secundarios, los cuales transforman al niño en una persona madura (capaz de reproducirse sexualmente) hasta que ocurren los cambios psicosociales finales que culminan en la selección de una carrera, de consorte y en la independencia social y económica de parte de sus padres. Desdichadamente, de acuerdo con esta definición, la adolescencia puede extenderse muy lejos dentro de los años de la vida de cualquier individuo.
Por razón de que la sociedad en que vivimos impone, hoy día, mayores demandas en los seres jóvenes, la adolescencia y sus fenómenos asociados, son asuntos de la mayor importancia, recibiendo el escrutinio y las atenciones más minuciosas de investigadores dedicados al entendimiento del desarrollo emocional del ser humano.
Uno de ellos, el psicoanalista Erik H. Erikson, ha sugerido, que cuando el ser humano termina el bachillerato y se lanza en búsqueda de carrera o vocación, que he ahí cuando, por primer vez, se establece el principio de lo que él ha llamado una “Moratoria Psicosocial” en su desarrollo individual. Esta moratoria es única al ser humano; siendo, especialmente única al ser humano residente del llamado “Mundo Civilizado”.
Los cambios psicológicos que se presentan durante el transcurso de la moratoria, siempre han estado influidos por las adaptaciones que fueran hechas por cada individuo durante el transcurso de su previo desarrollo. Debido asimismo, a que muchas de estas adaptaciones envuelven experiencias dentro del ámbito familiar, se postula, que la transición desde la niñez a la vida adulta (a través de la adolescencia), a veces no puede proceder de modo armonioso.
En el proceso de establecer una identidad (madura) de adulto, algunos individuos padecen de ansiedades características, debido a su falta de preparación psicológica para efectuar esta transición. Este fenómeno ha recibido el nombre de una “Crisis de Identidad” (Identity Crisis.)
Estas crisis de identidad, si son prolongadas, o si permanecen irresueltas, pueden manifestarse en la expresión psicológica de síntomas característicos, conocidos como una “Difusión de la Identidad” (Identity Difussion.) Las manifestaciones psíquicas diagnósticas de este estado se traducen en los síntomas siguientes:
• Una inhabilidad de hacer decisiones
• Un sentimiento sostenido de aislamiento
• Una percepción de vacío interno
• Una incapacidad de formar relaciones interpersonales satisfactorias
• Un concepto distorsionado de la dimensión del tiempo
• Un sentimiento de urgencia y de inquietud y
• Una dificultad pronunciada en la capacidad para llevar a cabo trabajo alguno y para concentrarse.
Este cuadro clínico necesita ser entendido y resuelto para rehabilitar las capacidades adaptivas del individuo tan pronto como sea posible.
Debido a la creencia falsa, popularmente aceptada, de que los años durante los cuales se hace la transición de la niñez a la vida madura son años de mucho goce y de regocijo infinitos, muchos adolescentes (y sus familiares) fallan a entrar en el proceso de duelo que caracteriza, en un número grande de los casos las pérdidas percibidas de las dependencias de otrora, y de la niñez añorada. Esto puede resultar en cuadros clínicos de ansiedad y de melancolía.
Para complicar esta situación, a menudo, el adolescente, percibe lo que le está aconteciendo como una crisis personal, única para sí, e íntima sin otros paralelos, ya que generalmente las cosas tristes que les suceden no la comparten con nadie. Esta actitud puede traer consecuencias desastrosas.
En resumen:
La adolescencia es un período psicosocial y psicosexual, que se extiende desde el principio de los cambios de la pubertad, y que concluye cuando la persona establece una identidad personal y cohesiva, cuando se logra la independencia total de la familia y cuando se puede iniciar el establecimiento de relaciones maduras e íntimas.
Desarrollo del lenguaje.
El lenguaje es la base de la comunicación del ser humano. El lenguaje empieza su desarrollo desde el primer instante de vida cuando el bebé nos escucha hablar y observa cómo nos comunicamos. Desde esos primeros momentos el bebé aprenderá formas de expresarse y entenderse con los demás. Estamos creando el vínculo de la comunicación, el bebé puede percibir que le hablas, que le miras, que interactúas con él.
Las personas más cercanas a los niños y niñas, tienen una función de gran importancia en el desarrollo del lenguaje, la estimulación que reciban los más pequeños va a determinar la aparición y el ritmo del lenguaje.
Es fundamental que los pequeños escuchen hablar a los que les rodean desde el principio, antes incluso de que puedan entender el sentido y significado de las palabras.
Los niños y niñas que no son estimulados lingüísticamente presentan mayor dificultad para adquirir el lenguaje.
El desarrollo del lenguaje está enmarcado dentro del proceso de desarrollo evolutivo de las personas. Por lo tanto está dentro de unas etapas que caracterizan los periodos evolutivos y presentan, con las lógicas variaciones individuales, unas características generales.
Es importante que procuremos estimular las capacidades lingüísticas, de expresión y comunicación de nuestros niños y niñas.
PORQUE ES IMPORTANTE ESTIMULAR EL LENGUAJE
• Es una herramienta para pensar.
• Contribuye al desarrollo de la inteligencia.
• Desarrolla nuestra capacidad de análisis
• Facilita la comprensión y resolución de problemas.
• Ayuda a entender las emociones.
• Es un instrumento fundamental para las relaciones sociales, y por tanto para el desarrollo social
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