Psicologia
Enviado por nataliamonica • 3 de Agosto de 2014 • 633 Palabras (3 Páginas) • 150 Visitas
la cruel discordia con la señal del combate en la mano “ pag 124 cap 11
las yeguas sacaban del combate a Néstor y a Macaón , pastor de pueblos. Reconoció al último el divino Aquileo el de los pies ligeros que desde lo alto de la ingente nave contemplaba la gran derrota fuga, y en seguida llamó, desde allí mismo, a Patroclo, su compañero. Pag 135 cap 11
bien sabes anciano lo violento que es aquel hombre y cuán pronto culpa a un inocente. Pag136
¿Cómo es qué Aquileo se compadece de los aqueos que han recibido heridas? 136
Pero Aquileo , a pesar de su valentía ni se cura de los dánaos ni se apiada de ellos. Pag 136
Pero del valor de Aquileo solo se aprovechará él mismo y creo ha de ser grandísimo su llanto cuando el ejército perezca. Pag 138
Menetio aconsejaba así ¡ Hijo mío! Aquileo te aventaja por su abolengo, pero tú le superas en edad ; aquél es mucho más fuerte , pero hazles prudentes advetencias, amonéstale e instrúyele y te obedecerá para su propio bien. Pag 138
El gran Ayante Telamonio no se retirariìa ante Aquileo a pesar que le aventaja mucho y en combate no tiene rival el gran Aquileo el de los pies ligeros pag 155
Zeus deseaba la victoria de Hector para glorificar al divino Aquileo pag 155
Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquileo; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves —cumplíase la voluntad de Zeus—desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquileo. Pag 11
el corazón irritado del gran Aquileo. Pag 170
pero Aquileo no hará gran falta si los demás procuramos auxiliarnos mutuamente. Pag 170
Aquivos los cuales llegarán en cobarde fuga a las naves de muchos bancos del Pelida Aquileo . Este enviará a la lid a su compañero Patroclo, que morirá, herido por la lanza del preclaro Héctor . pag 174
Irritado el divino Aquileo por la muerte de Patroclo matará a Héctor. Desde aquel instante hará que los teucros sean perseguidos continuamente desde las naves, hasta que los aqueos tomen la excelsa Llió. Y no cesará mi enojo, ni dejaré que ningún inmortal socorra a los dánaos, mientras no se cumpla el voto del Pelida, como lo prometí. Pg 174
Solo el divino Aquileo sería capaz de manejar el formidable escudo.
Pag 190
¡Inflexible hijo de peleo! Sin duda tu madre te nutrió con hiel. ¡Despiadado, pues retienes a tus compañeros en los navíos en contra de su voluntad! Embarquémonos en los bajales que atraviesan el ponto y volvamos a la patria, ya que la cólera funesta ani
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