Psicologia

“EVOLUCIÓN Y DIFICULTADES DEL NIÑO”

El niño de cero a doce meses

Un verdadero enfoque de la psicopatología infantil no puede darse si no es a través del desarrollo, que se inicia con la concepción.

Dos aspectos son fundamentales: la capacidad de cada niño para tolerar las ansiedades, y por otro lado, la relación con la madre. Cuando ello no tiene lugar regularmente, el bebé expresara el conflicto a través del cuerpo.

La ansiedad y sus trastornos

El sistema nervioso del niño no está completamente desarrollado, ni la organización de la mente bien estructurada; la diferenciación entre psique y soma es rudimentaria. Tantos los factores externos e internos producen ansiedad en distintos grados, amenazando su equilibrio emocional.

La energía libidinal se expresa a través de unos impulsos encaminados a obtener placer. El recién nacido satisface estas necesidades a través de la succión y de los componentes emocionales y relacionales que este acto comporta, a saber contacto corporal, olor, temperatura y seguridad de estar sostenido en brazos, todo ello indisolublemente unido al acto de mamar.

Si la madre no tiene en cuenta estos factores, inherentes al niño y a sus necesidades individuales, su seguridad se verá amenazada, lo que provocará en él estados de ansiedad. Otros factores que amenazan el equilibrio psíquico del niño y que despiertan ansiedad son la inestabilidad emocional de la madre, las separaciones prolongadas, o una pérdida total.

Cuando se produce un estado de tensión provocado por la ansiedad, el llanto puede ser paroxístico, dando lugar al espasmo del sollozo: el bebé llora entonces con mucha rabia y, en ocasiones, puede tornarse cianótico o perder momentáneamente el conocimiento.

Es interesante observar cómo la ansiedad tiende a desaparecer a partir de los doce meses, y a tenor de los progresos del desarrollo madurativo del niño, que conllevan la adquisición de la locomoción y el lenguaje, lo cual le permitirá, en cierto modo, prescindir de los contactos de su madre y reemplazarlos por contactos con otras personas que él miso sea capaz de buscar.

Trastornos de la alimentación

En el primer año, las separaciones traumáticas son seguidas, a menudo, de rechazo del alimento; pero también puede suceder todo lo contrario, es decir, que el niño muestre una excesiva necesidad de alimento; en este último caso, la comida cumple la función de sustituto materno. Los primeros trastornos de alimentación aparecen en relación con la lactancia. Para evitar trastornos en el destete se tiene que llevar acabo de forma gradual

A menudo los trastornos de alimentación son pasajeros y de remisión espontánea, pero toda alteración importante de estos procesos en etapas tempranas deja secuelas que pueden aumentar y complicarse en fases posteriores.

Alteraciones del sueño

Cada niño posee un ritmo propio de sueño que, habitualmente, no coincide con el requerido por la madre o por los hábitos sociales. el niño tiene sus propios métodos para realizar el transito del estado de vigilia al sueño. Sin embargo, el desconocimiento de las necesidades naturales del bebe puede crear las primeras dificultades en el funcionamiento normal de los procesos de satisfacción de los impulsos y de las necesidades. Los trastornos del ritmo habitual del sueño suelen estar relacionados con dificultades en la alimentación o con trastornos de la relación.

Generalmente un niño satisfecho es presa inmediata del sueño, cuyo ritmo, por otra parte,

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