Psicologia

PRÁCTICA 8

UNIDAD III. PERCEPCIÓN

Nuestro conocimiento del mundo externo y de nuestro estado interno proviene en su totalidad de los procesos químicos y eléctricos que se producen en el sistema nervioso (S.N.) sobre todo en el cerebro. Estos cambios son desencadenados por estímulos químicos, eléctricos o mecánicos en los receptores sensoriales. Tras un complejo procesamiento dentro del S. N., se inicia un patrón de actividad en ciertas áreas del cerebro. Esta actividad eléctrica la experimentamos en forma de sensación: conciencia de colores, formas, sonidos, colores, gustos, etc. Por lo regular se percibe un todo significativo y no un grupo de sensaciones. A esta organización de información sensorial en un todo significativo se le da el nombre de percepción (Garrison y Lored, 1996).

El proceso perceptual depende tanto de los sistemas sensoriales (vista, gusto, olfato, tacto, oído) como del cerebro. Los sistemas sensoriales detectan información, la convierten en impulsos nerviosos, y la envían al cerebro, por medio de fibras nerviosas, donde se lleva a cabo el procedimiento de la información (Davidoff, 1984).

Forgus (1975), indica que los órganos específicos de los sentidos y los tipos de energía informativa que ellos traducen (convierten), se incluyen en los siguientes:

1. Sentidos distales:

A. Visión-energía luminosa.

B. Audición-energía sonora.

2. Sentidos Interoreceptores o sentidos profundos:

C. Cinestésico-cambios en la posición del cuerpo y en el movimiento de los músculos.

D. Vestibular-equilibrio del cuerpo.

E. Orgánico-mantenimiento de la regulación de funciones orgánicas.

3. Sentidos Propioceptores o sentidos próximos:

F. Tacto-cambios en la presión de la piel, el calor, frío y dolo.

G. Olfato-energía química.

H. Gusto-energía química que estimula la lengua.

El sentido del gusto añade placer a la vida. Nuestros receptores gustativos distinguen cuatro sensaciones diferentes: dulce, salado, ácido y amargo. Las otras sensaciones del gusto que se experimentan a menudo son mezcla de las fundamentales.

Las sensaciones de gusto que producen las sustancias químicas están influidas por factores como: color, textura, temperatura, olor, preferencia y expectativas, entre otras (Zepeda, 1994).

Las expectativas pueden ser un factor que hace que un producto alimenticio de una marca determinada se perciba con mejor sabor que otro. Por ejemplo, las personas frecuentemente prefieren alimentos que están clasificados con determinado nombre o marca. Aunque algunas de estas preferencias están basadas en diferencias de sabor entre distintos productos, es posible que estas preferencias se basen en las expectativas de la marca, es decir, muchas personas prefieren determinada marca debido a que esperan que les guste más (Davidoff, 1984).

De acuerdo con

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