Psicologia
Enviado por martinw • 15 de Febrero de 2013 • 1.712 Palabras (7 Páginas) • 296 Visitas
Pensamiento filosófico
A lo largo de los primeros siglos de nuestra era, la progresiva expansión del cristianismo y otras religiones mistéricas irá provocando la aparición de otros modelos de felicidad o "salvación individual", que competirán con los modelos filosóficos.
Frente a la inicial hostilidad hacia la filosofía manifestada por algunos de los primeros padres apologistas cristianos, sus continuadores encontrarán en la filosofía, especialmente a partir del desarrollo del neoplatonismo de Plotino, un instrumento útil, no sólo para combatir otras religiones o sistemas filosóficos, sino también para comprender, o intentar comprender, los misterios revelados. Surge de ahí una asociación entre filosofía y cristianismo o, más en general, entre filosofía y religión, que pondrá las bases de la futura filosofía medieval, entre los cristianos, los musulmanes y los judíos.
El tema fundamental de reflexión pasará a ser la divinidad, quedando subordinada la comprensión e interpretación del mundo, del hombre, de la sociedad; al conocimiento que se pueda obtener de lo divino. La fe, que suministra las creencias a las que no se puede renunciar, tratará de entrar en diálogo con la razón.
Sus autores más importantes destacan San Agustín de Hipona, cristianizando al platonismo que dejará paso a una mayor autonomía propugnada, por Santo Tomás de Aquino cristianizando a Aristóteles; que conducirá, tras la crisis de la Escolástica, a la reclamación de la independencia de la razón con la que se iniciará la filosofía moderna.
San Agustín de Hipona:
Es el máximo exponente de la filosofía cristiana mejor que ningún otro logra la síntesis armoniosa entre platonismo y cristianismo. Su filosofía religiosa y su doctrina teológica tienen un influjo decisivo en la Edad Media y el Renacimiento, tanto en el aspecto teológico como en el social. Influyó en todos los ámbitos: dogmático, político, místico, de reforma, entre otro.
La filosofía según San Agustín de Hipona:
En San Agustín la filosofía no es solo un sistema racional sino una estructura unida a la religión, que se descubre con una especial actitud del hombre que volviendo a su interioridad se eleva hasta Dios. Para el, lo más importante era explicar la relación entre el alma humana y Dios, entonces fe y razón no son más que medios o instrumentos que se exigen mutuamente para encontrar la verdad.
El problema del conocimiento es para San Agustín el problema de justificar la verdad, porque esto está conectado con la posibilidad de que el hombre alcance la felicidad. Si ésta sólo es perfecta en Dios, de lo que se trata es de buscar un tipo de conocimiento que nos lleve a Dios. Dios es el que fundamenta y hace posible el grado más alto de conocimiento humano el conocimiento de lo universal y lo necesario, que para San Agustín son las verdades eternas.
En Agustín hallamos tres posibles fórmulas o tipos de filosofía cristiana:
a) la fórmula intellige ut credas anuncia una preparativa evangélica, una propedéutica de la religión;
b) la fórmula vera philosophia est vera religio opone una filosofía apoyada en la religión a una filosofía apoyada en el mito, como, por ejemplo, la griega o la india;
c) finalmente, la fórmula crede ut intelligas anuncia la armonía entre la naturaleza y la Gracia, la razón y la Revelación. En este último sentido interpreta a Agustín la mayor y mejor parte de los críticos modernos.
Según San Agustín existen tres tipos de conocimiento:
* El sensitivo: se realiza por el alma a través del cuerpo, de manera, por tanto, mediata.
* El conocimiento de las leyes del mundo físico por medio de la razón inferior; esta función de la razón da origen a la ciencia de las cosas temporales.
* El conocimiento de las verdades eternas (ya sea algunas ideas como la justicia, la bondad, la belleza, o ya sea la misma verdad en el juicio); este proceso se llama iluminación y es un nuevo modo de explicar lo que Platón explicaba por medio de la preexistencia de las almas.
Obra de San Agustín:
Agustín escribió "La ciudad de Dios", con el objeto de defender al Cristianismo de acusaciones paganas y demostrar que la causa de la caída de Roma fue su debilidad provocada por la depravación de las costumbres, consecuente a su vida pagana.
Agustín, una “ciudad” es una sociedad, un pueblo, un conjunto de hombres unidos en la prosecución de un mismo fin o bien. Existen pueblos terrenales o temporales, unidos para conseguir un bien terrenal o temporal. Y hay también un pueblo cristiano unido en el amor a Dios. Los hombres que aman a Dios están dentro del territorio místico de la Ciudad de Dios. En la historia la ciudad terrenal y la de Dios están mezcladas, pero al final de la historia, en el último juicio, serán separadas.
Sostiene el origen divino del Estado y la necesidad natural humana de su existencia, pero considera que existe un poder coactivo que se debe al pecado. Aquí deja ver el libre albedrío del que gozan todos los seres humanos, pues se nos da la libertad de obrar de manera correcta o bien de manera definida, haciendo por consiguiente necesaria la coacción.
Pensamiento:
Uno de los puntos más importantes del
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