Psicología Europea en el siglo XIX
Enviado por csrjaneth • 3 de Septiembre de 2014 • 1.620 Palabras (7 Páginas) • 274 Visitas
Psicología Europea en el siglo XIX.
Los que trabajaban prioritariamente sobre cuestiones psicológicas fueron acomodando poco a poco la mente (primero la humana, y luego también la animal) a situaciones accesibles a la utilización de los métodos propios de las ciencias naturales.
La misma «psicología de la mente» clásica hubo de adherirse a mediados del siglo al movimiento cientificista de transformación de la psicología.
Finalmente, a este conjunto de nuevas ideas se unió pronto la original perspectiva de la evolución orgánica, que los diversos tipos de transformismo terminaron por generalizar, a mediados del siglo, como principio explicativo para todo el mundo orgánico, animal y humano, individual y social.
De la «Psicología de la mente» a la «Psicología de la conciencia» adaptativa
El primer gran intento de modernización del asociacionismo clásico tomó como referente la fisiología.
Bain completó su sistema con mente o cuerpo, en el que expuso sus puntos de vista sobre paralelismo psicofísico. Las ideas de Bain iban en una dirección claramente cientificista. Su psicología es empírica y fenoménica.
Por un lado, al margen de toda especulación metafísica, aplicó a la psicología la metodología descriptiva y clasificatoria de las ciencias naturales, «con el espíritu y los recursos de un botánico»; por otro, recobrando el nivel neurológico del análisis mental, elaboró una psicología fisiológica en la que quedaban integrados los aspectos psicofisiológicos que la neurología experimental del siglo XIX había descubierto. Bain, en efecto, asumió la tesis de que el sistema nervioso constituye la condición de la vida mental, e introdujo en sus textos descripciones detalladas de sus partes fundamentales.
Del resto de sus innovaciones destaca el intento, algo heterodoxo, de superar la concepción sensista, pasivista y mecanicista, inherente al núcleo duro del asociacionismo clásico.
De la unidad orgánica nervios-cerebro se derivan, por asociación de corrientes simples, los movimientos más elementales de la mente: a saber, los «movimientos instintivos» y los «procesos sensoriales especiales», los cuales constituyen juntos la materia bruta de la que se origina la vida de los seres que alcanzan el nivel de la consciencia.
Ésta emerge por complicación de aquellas formas elementales, al tiempo que representa una unidad en la que se diferencian, como formas típicas de la misma, la «emoción» o sentimiento, el «pensamiento» y la «voluntad».
Spencer escribió una novedosa psicología, en la que, además de integrar la fisiología sensomotriz de la función cerebral, hizo que el asociacionismo entrara a formar parte, como una dimensión más, de la teoría de la evolución orgánica.
Al igual que Bain, puso el fenómeno asociativo en relación con factores vitales utilitarios, lo cual presagiaba ya la posterior «ley del efecto».
Para la explicación científica de los mecanismos naturales de la evolución orgánica utilizó un doble fundamento. Por un lado, el principio de la «selección natural», que cuenta con la aparición inicial de variaciones espontáneas, explicaría la evolución de las formas orgánicas más elementales y simples (aquellas en las que la vida tiene un carácter puramente reflejo) hacia formas superiores.
La psicología spenceriana está presidida por el siguiente principio teórico: «si la doctrina de la evolución es verdadera resulta de ella necesariamente que no puede comprenderse el espíritu, más que por su evolución».
El hecho de que la mente depende del
sistema nervioso, tal como había puesto de relieve la fisiología experimental de la primera mitad
de siglo, le puso en la vía de formular un segundo principio que da concreción al anterior: «si los
animales más elevados no han adquirido más que por modificaciones acumuladas durante un
pasado sin límites su organización bien integrada, muy definida y muy heterogénea; si el sistema nervioso desarrollado de estos animales no alcanza más que poco a poco su estructura y sus funciones complejas, se sigue de lo dicho que necesariamente han debido nacer gradualmente las formas complicadas de conciencia correlativas de estas estructuras y funciones complejas. Y como realmente es imposible comprender la organización del cuerpo en general o del sistema nervioso en particular sin seguir sus períodos sucesivos de complicación, es también imposible comprender la organización mental sin seguir esos períodos».
Líneas de influencia de la teoría de la evolución sobre la psicología científica.
El valor real de la teoría de la evolución para la configuración de una psicología científica radica en haber orientado la incipiente psicología naturalista en una dirección nueva positivista, que afectaba a todos sus fundamentos básicos (metodológicos, teóricos y temáticos).
El estudio científico de las cuestiones relativas a los mecanismos orgánicos de la herencia se quedaría en el campo de la biología; por contra, los psicólogos centrarían su estudio de las cuestiones relativas a los mecanismos de adaptación de los organismos al ambiente.
La doctrina de la evolución impulsó asimismo la adopción de una concepción biológica de la conciencia. Vigente todavía a mediados del siglo XIX, el asociacionismo clásico analizaba la mente empírica únicamente de puertas adentro: se preguntaba «qué hay» en ella, qué prototipos de «contenidos» o estructuras psíquicas, simples o complejas, podían ser allí encontradas, descritas y clasificadas, y cuáles eran las leyes generales por la que se regían
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