¿QUE IMPULSA A LOS ASESINOS?
Enviado por jesik • 31 de Mayo de 2013 • 2.062 Palabras (9 Páginas) • 786 Visitas
COMPETENCIAS COMUNICATIVAS
EN PSICOLOGIA
JESSICA ANDREA MOSCOTE ACEVEDO
PROFESORA:
ISADORA GONZALES
UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA
MEDELLIN (ANT.)
¿QUÉ IMPULSA A LOS ASESINOS?
El presente trabajo, es solo una introducción al estudio de un tema tan complejo como es el hablar de las mentes criminales, ¿por qué se cometen homicidios?, ¿que sensación hay en el momento de asesinar a alguien?, ¿que conllevo a las mentes de estas personas, a cometer actos homicidas?, entre otros. Todas estas preguntas y no hay respuestas específicas que nos satisfagan, en el siguiente ensayo trataré de explicar ciertas conductas desde una visión psicológica, Considerando que el individuo que tiene una conducta delictiva debe ser comprendido desde un minucioso conocimiento individual, familiar y social.
Para abordar este tema, es necesario saber que no todos los asesinos son iguales, están desde los que matan por impulso, hasta los que planean meticulosamente y sienten un enorme placer al torturar. Si nos detenemos a ver la historia, el asesinato es tan antiguo como la humanidad, sin embargo los asesinatos en serie son un fenómeno relativamente reciente, ya que en la fantasía de los victimarios la obtención de placer se conecta con conductas violentas que cobran vida de las víctimas.
Para saber por qué matan las personas es imprescindible conocer como crecieron, en que tipo de ambiente se desenvolvieron, sus antecedentes, pero hay que tener presente que no solo es necesario un estudio de la personalidad del criminal sino un análisis dinámico de la sociedad también, entre otros. Desde un punto de vista de la psicología se trata de investigar, de conocer qué es lo que induce a un sujeto a delinquir, qué significado tiene esa conducta para él, por qué la idea de castigo no lo atemoriza y le hace renunciar a sus conductas criminales, desde esta perspectiva considero que cada individuo presenta una personalidad única, diferente, que está relacionada a su problemática personal, a su historia, a su familia, medio social y que frente a determinadas circunstancias lo conduce a conductas agresivas-violentas; cuando vemos un asesinato tan cruel como el que comete una persona a otra, nos preguntamos a nosotros mismos, ¿Qué grado de maldad tiene dicha persona?, ¿Por qué es capaz un individuo de cometer un acto tan inhumano?, decimos entre nosotros, e incluso deducimos y hacemos nuestras propias especulaciones, tomándonos el atrevimiento de opinar sin conocimiento alguno, basándonos simplemente en pensamientos propios, haciendo comentarios como “esta mal de la cabeza” o como diríamos normalmente “loco”…
Hilda Marchiori (1977, pág. 4) dice que: “el hombre no mata porque nació criminal, éste realiza sus conductas como una proyección de su enfermedad mental. Mientras que el “hombre normal” consigue reprimir las tendencias criminales de sus impulsos”, es decir, se controla ante tales pensamientos y consigue dirigirlas en un sentido social, en cambio el criminal fracasa en esta adaptación, es decir, que los impulsos antisociales presentes en la fantasía del individuo normal son realizados activamente por el criminal. ¿Entonces esto quiere decir que todos tenemos tendencias homicidas?
Clara Thompson (1975) señala que la agresión se presenta normalmente como una respuesta a las situaciones de frustración, sin embargo, lo que he leído en libros como la mente asesina de David Abrahamsen, entre otros más, el homicidio surge de la intensidad de los deseos de muerte que coexisten con nuestras emociones al servicio de la vida, del mismo modo que el amor y el odio conviven dentro de cada uno de nosotros.
El homicidio, a pesar de nuestra resistencia a admitirlo, es parte de nuestra humanidad y tiene su raíz en emociones humanas, según David Abrahamsen existen tres elementos psicológicos principales entrelazados capaces de inclinar nuestra mente al homicidio: frustración, temor y depresión, pero a decir verdad creo que la formación de un asesino es mas complicada que la simple interacción de estos tres factores, me refiero a que puede que haya mas, como lo mencioné anteriormente hay que partir desde mucho atrás donde comienza la formación del criminal.
Puede que se originen serias situaciones traumáticas experimentadas en las más tempranas fases de su niñez, donde los niños, al sentirnos heridos por el rechazo de los demás o bien expresamos lo que sentimos o apartamos de nuestra mente nuestro verdadero resentimiento o desagrado hasta que lo “olvidamos”, estos sentimientos se hacen inconscientes. Pero si seguimos perseverando en la represión de estos y esta se convierte en patrón de conducta, por no hallar algún modo de liberar estos sentimientos o expresarlos, estas emociones malévolas por llamarlas de algún modo se van acumulando dentro de nosotros, además si no somos capaces de un modo u otro de frenar estos sentimientos hostiles, van a surgir impulsos que pugnan por expresarse en actos homicidas, pero desgraciadamente, la persona que sufre de este modo por lo general no es consciente de este patrón de represión de sus sentimientos formado desde su niñez.
No solo tenemos impulsos y pensamientos criminales, sino que también influye mucho la formación en un hogar, además de que también se pueden cometer homicidios por alcoholismo, por una discusión o pelea, sea de pareja o con cualquier otra persona e incluso por enfrentamientos con otro grupo, por búsqueda de dinero, por venganza o finalmente el homicidio como una conducta psicótica…
Complementando lo anterior, mencionaré a un asesino en particular, alguien creativo, malvado, intrigante y muy astuto, daré un ejemplo para explicar como se crea un futuro criminal en la formación de un hogar, tomaré como referencia a Edmund Kemper nacido el 28 de diciembre de 1948, uno de los asesinos mas temidos en la historia, quien comenzó una serie de asesinatos y tuvo a toda una comunidad aterrada a mediados del año 1972 en el norte de california.
Kemper es un asesino a sangre fría, sagaz y con una sorprendente inteligencia, éste figura entre los más salvajes asesinos en serie, que durante su niñez, desarrolló un maquiavélico sentimiento de odio hacia su figura materna. Kemper
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