RELATO FILIA
Enviado por camilocordero • 3 de Julio de 2015 • 1.015 Palabras (5 Páginas) • 262 Visitas
Recuerdo que mamá siempre decía que la familia era lo primero, y todo se hacía para la familia siempre. Ese amor hacia los nuestros, nos marcó a mis hermanos y a mí. La familia siempre en un primer plano imposible de suplantar por nada ni por nadie. Recuerdo cuándo mi hermano, se encaprichó con una chica del barrio. Mamá se puso furiosa cuándo le dijo que se quería ir a vivir con ella. Gritaba a todas horas y estaba como loca. Le hacía comprender a mi hermano, que nosotros, éramos su gran y única familia. Nadie más podía entrar a formar parte. Porque nadie podía suplantarnos. Mi hermano, se encapricho de Adele y se quería ir de casa. ! Pobre Adele ¡Un día apareció en la cuneta. La había atropellado un coche. Fuimos a su entierro todos los hermanos y papá y mamá. Fue muy triste. Sus padres no paraban de llorar. ¡La vida es a veces tan triste....! Mi hermano, se quedó sin novia y nunca más le entraron ganas de irse a vivir con otra chica. Yo nunca entendí aquello, pero el nombre de Adele no podía ni pronunciarse en casa, pues mi hermano empezaba a dar patadas y puñetazos a todo cuánto encontraba y mamá lo encerraba en su cuarto varios días. Yo, que era la pequeña, era la encargada de llevarle el agua y algo de comer y siempre lloraba viéndolo encerrado. Le pedía por favor que no los enfadara, para que pudiera salir. Pero él era muy cabezón, y siempre que salía su nombre era la misma historia.El tiempo, fue el encargado de que mi hermano, se olvidará de su gran y único amor y se desviviera por su familia, como estabamos enseñados.
Un día, papá y mamá organizaron en el jardín de casa, una barbacoa con todos nuestros amigos y vecinos. Vinieron un montón de personas, tanto papa como mamá eran muy queridos en el barrio y nosotros teníamos muchos amigos. Fue una fiesta muy bonita y alegre. Mi hermana la mediana, Gladis, estaba todo el tiempo con su compañero del colegio. Papá no les sacaba el ojo de encima y meneaba la cabeza sonriendo. Jugamos al baloncesto en la cancha del vecino y fue un día inolvidable. A media tarde, comenzó a ponerse todo oscuro y a caer las primeras gotas, todos gritando y sonriendo fuimos pasando a casa montando una algarabía tremenda. Chillábamos y gritábamos escapándonos de la lluvia. Fuimos pasando para adentro todos, con las bebidas y los platos. Papá se quedó en el jardín recogiendo las sillas y las mesas. Cuándo entró el pobre parecía muy cansado. Todos estábamos dentro bailando al son de la música. Mamá fue a buscarlo y le dio un beso en el cuello, le dio la mano y lo sacó a bailar mientras todos les hacíamos burla por detrás. Pero ese día fue inolvidable. El amigo de Gladis, desapareció. A media noche, nos llamaron a la puerta de casa sus padres desesperados, y salimos todos por el barrio con las linternas, gritando el nombre de Frankkkkkkkkk, como si la vida nos fuera en ello. Nunca volvimos a saber de él. A veces, les íbamos a hacer
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