RESISTENCIA INCAICA
Enviado por mayori • 19 de Agosto de 2013 • 3.208 Palabras (13 Páginas) • 591 Visitas
INTRODUCCION A LA RESISTENCIA INCAICA
La reacción inicial de la masa indígena frente a la llegada de los invasores hispanos fue de sorpresa y desconcierto. Tanto de la elite inca, como el de las masas indígenas quedaron sorprendidas ante la irrupción repentina de Pizarro y compañía. Engañados luego por el discurso providencialista de Pizarro, una gran cantidad de pueblos anexados por los incas vieron en estos sus anunciantes, sus personajes celestiales y/o divinos, llegados de las aguas con el propósito de devolverles su libertad y restaurar la calma y su antigua autonomía pre inca.
Pizarro, astuto político y oportunista, supo sacar provecho de esta situación, pactando alianzas con los curacas de estas naciones, abiertamente enemigas de los incas, prometiendo liberarlas de la opresión quechua a la que estaban sometidos y restituirles sus antiguos privilegios perdidos por la invasión incaica. Entre las más conspicuas colaboradoras de Pizarro, es necesario mencionar sin lugar a dudas a los Huancas en primer lugar, Chachapoyas, Cañaris, Yungas, entre otras más.
Simultáneamente, la política maquiavélica de Pizarro lo impulso a intervenir abiertamente en las pugnas intestinas que socavaban a la elite incaica, tomando partido por la facción de Huascar, prometiendo restituir en el poder a la legítima dinastía cusqueña, ganándose de este modo la plena adhesión de estos en su lucha fratricida contra los partidarios de Atahualpa, que poco a poco póstumamente a la muerte de este empezaran la resistencia contra el invasor y sus huestes.
Por desgracia, la denodada resistencia de los más notables generales atahualpistas: Rumiñahui, Challcochimac y el Apoquizquis sucumbieron en una reñida y tenaz, aunque inútil y vana resistencia, debido a dos principales factores que fueron aprovechadas por Pizarro: 1. El colaboracionismo de las naciones sometidas al Imperio. La decidida adhesión de la nobleza cuzqueña. Esto nos muestra una gran figura notable como es la de Manco Inca, quien en un principio fue aliado incondicional de Pizarro, hasta el punto que el caudillo español lo llega a designar inca, en un gesto de aparente justicia a la causa cusqueña, pero que en el fondo, no era sino que la estrategia política de Pizarro para tomar posesión de la capital imperial y posesionarse definitivamente de los territorios del resquebrajado imperio de los incas.
Una vez en el Cusco, asesinados los últimos representantes de la resistencia anti española y eliminado todo rastro de oposición atahualpista, Pizarro y sus huestes desenmascaran su verdadera naturaleza pérfida e inmoral, al saquear y profanar el templo sagrado del Sol, al ultrajar a las ñustas y acllas cusqueñas, al demostrar sus verdaderas intensiones sin piedad.
Frente a esta situación Manco, el leal inca se sublevara y se pondrá al frente de una rebelión que pondrá en jaque a los españoles y que constituye una de las epopeyas más gloriosas de resistencia que nuestro pueblo le opuso al invasor español. Resistencia que, a pesar de la repentina muerte del joven caudillo en sus dominios de Vilcabamba será proseguida por sus descendientes, los celebres incas de Vilcabanba, quienes mantendrán prendida la llama de la resistencia hasta 1572, en que será apagada por causa de la traición y salvaje represión del Virrey Frncisco de Toledo, “ajusticiando” vilmente al último Inca de la gloriosa dinastía rebelde, Tupac Amaru I.
LIDERES DE LA RESISTENCIA DE VILCABAMBA
MANCO INCA
Manco Inca, hijo de Huayna Capac y de la colla Mama Runtu, entre aproximadamente 300 hermanos nació en el Cuzco posiblemente en el valle de Yucay por el año 1516.
Cuando se llevó a cabo la violenta represión de los Hurín contra los Hanan, varios nobles lograron escapar de estas bárbaras medidas punitivas, entre ellos el mozo Manco Inca, quien contaba con aproximadamente quince años y siguiendo consejos de sus mayores se protegió en la espesura de las altas selvas del Cuzco.
Ya por el año 1532 o 1533 reaparece, decidido a recuperar el trono, es así que convencido en un inicio del apoyo de los castellanos, para vencer a sus enemigos, prosigue su avance al Cuzco aclamado por la gente, siendo reconocido Rey por los viracochas.
CAUSAS
Desilusión por la actitud los españoles sus aliados, pues el nuevo inca pasó ser tratado como una figura decorativa que ya no servía para los intereses peninsulares, vio venir lentamente el desengaño, observando en los españoles una conducta aberrante (violaciones, robos, torturas, saqueos, humillaciones y asesinatos, del respeto pasaron los españoles al vejamen; y del cinismo a la burla, incluso él mismo tuvo que soportar varios ultrajes, estando dos veces preso y encadenado.
El juramento de Manco Inca Yupanqui y sus capitanes en el pueblo de Calca, en mayo de 1536, constituye un acto trascendental para la Historia del Perú y de su ejército, porque significó el compromiso de los incas de luchar hasta la muerte, para echar a los españoles del Tahuantinsuyo y restaurar la antigua soberanía Inca.
Terminada este acto ceremonial, Vila Oma el sumo sacerdote es nombrado Capitán general del ejército imperial y Paucar Huamán como "maestre de campo".
En los primeros días de mayo de 1536 comenzó la concentración en torno la ciudad del Cuzco, de las fuerzas provenientes de cada uno de los "suyos" que se estima que llegaron aprox. 50,000 a 400,000 hombres de guerra.
ATAQUE AL CUZCO
A fines de abril de 1536 Manco Inca decidió atacar en siete frentes distintos la ciudad del Cuzco, pero sin embargo el inca, no atacó de inmediato, pues decidió tomar primero Sacsayhuamán, derrotando a los Cañaris que habían sido conminados por los españoles a defender la fortaleza tras dos días de combate, prosiguiendo luego a la ciudad imperial, el ataque prosiguió casa por casa a fin de no permitir descanso a los oponentes, penetrando poco a poco a la ciudad , la lucha fue incesante y agotadora.
Hernando Pizarro sugirió entonces retomar la fortaleza de Sacsahuamán, punto fuerte de donde provenían los ataques comandados por Vila Uma para cuyo efecto optaron por un ardid del presunto abandono de la ciudad por el camino de Chinchaysuyo, consiguiendo que los incas salieran tras ellos, siendo retomada por los castellanos, esta batalla habría de durar tres días, esta fortaleza fue recuperada a fines de mayo de 1536.
En vista de la situación en el Cuzco, Francisco Pizarro envío entre mayo y julio varias expediciones para auxiliar a sus hermanos, pero todas fueron destruidas por Quisu Yupanqui, que operaba en la sierra central.
• La primera al mando del Capitán Gonzalo de tapia la deshizo en la sierra de Huaytará.
• La segunda al mando de Diego
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