Rol Del Psicólogo Educacional

El desarrollo de la psicología educacional, en tanto área de la disciplina que elabora conocimiento teórico y prácticas desde diversos contextos educativos, precisa de definir, re-definir y clarificar, entre tantos otros ámbitos, cuáles son las directrices y alcances que delimitan el campo de ejercicio profesional. En palabras de Catalán, J. 2011:

¿Corresponde a un psicólogo educacional, trabajando en una institución educativa, realizar evaluaciones de selección de profesores?

¿Estaría tal vez entre sus funciones hacer psicoterapia?

Al respecto, se observa que la mayor parte de las definiciones acerca de la actividad profesional del psicólogo educacional se explican a partir de teorías del rol y la elaboración de perfiles de competencias profesionales, que en sí es una concepción del rol del psicólogo educacional basado en el paradigma actual que rige a la educación chilena que es el de la simplicidad donde la educación pretende mejorar en base a características que se puedan ser cuantificable, o sea medibles y objetivas, enfatizando el logro en el resultado final y no en el proceso educativo y donde el psicólogo educacional sería un experto con la habilidad de diagnosticar, evaluar, resolver problemáticas y relacionarse con individuos problemáticos de alguna manera para la institución educativa dándole un status, focalizándolo en lo individual, la experticia y poder sobre los sujetos que interviene. De dicho análisis conviene destacar que si bien tales acercamientos han servido provisoriamente para orientar y dar direccionalidad al ejercicio profesional de psicólogos insertos en el contexto educativo, visualizarlo desde esta perspectiva de la simplicidad presenta la dificultad de situar la configuración del quehacer profesional desde la externalidad del psicólogo educacional, junto a proveer una visión estática de lo que implica el ejercicio profesional efectivo, reduciéndolo a un conjunto de conductas y acciones específicas que los profesionales debieran ejecutar con determinados niveles de éxito. Los autores Deutsch y Krauss (Arredondo e Iturra 2002) lo definirían como rol prescrito;

“En el sentido de que las expectativas en torno a la posición que ocupa el psicólogo terminan estructurando un estereotipo cultural que actúa de manera tal respecto de el/la psicólogo/a, que lo define por anticipado en las relaciones con los sujetos potenciales de su accionar. A este respecto, se puede señalar que en definitiva los interlocutores terminan definiendo la situación y con ello las expectativas y obligaciones que operarán en la relación. Por lo tanto, el rol subjetivo que tal vez el/la psicólogo/a educacional perciba de sí, en términos de expectativas en relación a cómo percibe y define el rol y los alcances de éste (no sólo como psicólogo clínico) en el establecimiento en el cual se va a insertar, acaban por desvanecerse.”

Desde dicha consideración emerge la necesidad de construir una identidad profesional, en tanto proceso dinámico mediante el que un profesional se define a sí mismo en relación con un espacio de trabajo y un colectivo profesional de referencia, para así ofrecer una respuesta desde los mismos profesionales sobre el cuestionamiento acerca de Qué y Cómo es un psicólogo educacional.

Entonces diríamos que emerge la necesidad de pasar al siguiente paradigma, al de la complejidad donde le psicólogo dejaría de preocuparse por los aspectos individualistas, dejaría de diagnosticar y evaluar, haciendo casi psicoterapia o en algunos caso entrenamiento de habilidades para centrarse en los cambios que experimenta la persona en el entorno educativo. El rol desde esta perspectiva debería estar caracterizado desde lo sistémico, preventivo; el psicólogo educacional sería un inexperto/a que compartiría su poder y en sí el trabajo con otros actores de la misma institución co-evaluando, co-ayudando y co-resolviendo los problemas que se presenten, dejando de lado la omnipotencia del status que le daba al psicólogo la perspectiva simplista.

Al principio de este ensayo se plantean unas preguntas que cuestionan el quehacer del profesional en el

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