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SENSACION Y PERCEPCION


Enviado por   •  22 de Septiembre de 2012  •  4.094 Palabras (17 Páginas)  •  2.598 Visitas

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“SENSASION Y PERCEPCION”

A.R. LURIA

MAESTRÍA EN PSICOPEDAGOGÍA

Semestre 2°

Alumna:

Claudia Luz Carrion Salinas

LA SENSACIÓN Y PERCEPCIÓN

LAS SENSACIONES

Las sensaciones constituyen la fuente principal de nuestros conocimientos acerca del mundo exterior y de nuestro propio cuerpo. Ellas son los canales básicos por los que la información sobre los fenómenos del mundo exterior y en cuanto al estado del organismo llega al cerebro, dándole al hombre la posibilidad de orientarse en el medio circundante y con respecto al propio cuerpo.

Según la teoría de la filosofía y los psicólogos, ninguno de los sentidos (ojo, oído, lengua, epidermis) refleja las influencias del mundo exterior ni proporciona información acerca de los procesos reales que transcurren en el medio circundante, sino que únicamente recibe a través de los influjos externos impulsos que estimulan sus genuinos procesos. Cada órgano de los sentidos tiene su propia “energía específica”, la que se manifiesta ante cualquier influjo procedente del mundo exterior, basta un estímulo mecánico o eléctrico del oído para que surja la sensación de sonido. Por consiguiente, los órganos de los sentidos no reflejan las influencias exteriores, sino que son estímulos por ellas solamente; y el hombre no percibe los influjos objetivos del mundo circundante, sino únicamente sus propios estados subjetivos, que reflejan la actividad de los órganos de los sentidos de aquél. En otros términos, eso quiere decir que los órganos de los sentidos no unen al hombre con el mundo exterior, y por el contrario, lo separan del mismo.

TEORÍA RECEPTORA Y REFLECTORA DE LAS SENSACIONES

En la psicología clásica tomó cuerpo la idea de que el órgano de los sentidos (receptor) responde pasivamente a los influjos excitantes, y que esa reacción pasiva entraña, pues, las correspondientes sensaciones. Dicha concepción se ha denominado teoría receptora de las sensaciones, según la cual la sensación, como proceso pasivo, se contraponía a movimiento, considerado como proceso activo. Este concepto sirve de base a otra teoría, llamada teoría reflectora de las sensaciones

La sensación no es en absoluto un proceso pasivo sino que siempre incluye en su estructura componentes motrices. Numerosas investigaciones establecieron que en la estructura de toda sensación entra el movimiento, unas veces en forma de reacción vegetativa (contracciones vasculares, reflejos cutáneo-galvánicos), otras en la de reacciones musculares (vuelta de ojos, tensión de los músculos cervicales, reacciones motrices de la mano, etc.)

Todo indica que las sensaciones no son en modo alguno, procesos pasivos, que entrañan carácter activo y la participación de los componentes motores de la sensación puede efectuarse a distinto nivel, transcurriendo unas veces como proceso reflector elemental (verbigracias, en las contracciones vasculares o tensiones musculares que surgen como respuesta a cada estímulo perceptible), y en otras como proceso complejo de activa labor receptora

SISTEMATIZACIÓN DE LOS FENÓMENOS SENSORIALES

Las sensaciones interoceptivas señalizan el estado de los procesos internos del organismo y hacen llegar al cerebro los estímulos procedentes de las paredes del estómago y el intestino del corazón y del sistema sanguíneo, así como los aparatos viscerales. Constituye el grupo más antiguo y más elemental de sensaciones. Los aparatos receptivos de las mismas se hallan distribuidos por las paredes de los órganos internos que acabamos de mencionar. Los impulsos engendrados son transmitidos por las fibras que parcialmente integran el sistema vegetativo, y parcialmente constituyen la estructura de los funículos laterales de la médula espinal.

El aparato central que recibe los impulsos interoceptivos está formado en parte por los núcleos de las formaciones subcorticales y en parte asimismo por los aparatos de la primitiva corteza cerebral (límbica). Ello condiciona el hecho de que las sensaciones interoceptivas figuren entre las formas más difusas y menos concienciables de las sensaciones y conserven siempre su afinidad con los estados emocionales.

La importancia objetiva de las sensaciones es muy grande: son fundamentales en la regulación del balance de los procesos metabólicos internos, o de lo que llaman homeóstasis (constancia de equilibrio) de los procesos de intercambio en el organismo. Las señales de origen interoceptivo suscitan un comportamiento orientado a satisfacer las necesidades o eliminar los estados de tensión (estrés) que suelen aparecer por la acción de factores que alteran el funcionamiento equilibrado de los órganos internos.

Un segundo grupo constituye las sensaciones propioceptivas, que garantizan las señales sobre la situación del cuerpo en el espacio y, ante todo, la postura en el espacio del aparato motriz-sustentador. Forman la base aferente de los movimientos del hombre y desempeñan un papel decisivo en la regulación de los mismos.

Los receptores periféricos de la sensibilidad propioceptiva o profunda se hallan en los músculos y superficies articulares (tendones y ligamentos) y tienen formas de singulares corpúsculos nerviosos.

Las excitaciones nacientes en dichos corpúsculos reflejan los cambios que se operan durante la distensión muscular y al modificarse la postura de las articulaciones, y son conducidas por las fibras constitutivas de los funículos posteriores de la sustancia blanca de la médula espinal. Dichas excitaciones se interrumpen en las zonas inferiores de los núcleos de Goll y de Burdach, cruzando al otro, siguen adelante hasta llegar a los núcleos subcorticales (sistema estriado-talámico) y terminan en la región parietal de la corteza del hemisferio opuesto (singularmente en la zona póstero-central). De ahí que la interrupción de los conductores de la sensibilidad propioceptiva o profunda en cualquier punto de este recorrido (lesión de los funículos posteriores de los núcleos de Goll y Burdach) de las vías conductoras o de la corteza de la circunvolución postero-central, sin alterar la sensibilidad cutánea (táctil), origine trastornos de la sensibilidad propioceptiva o profunda, síntomas bien conocidos por los neuropatólogos.

Por supuesto que como resultado de la alteración o pérdida de la sensibilidad propioceptiva empieza a notar graves dificultades en los movimientos: en estos casos, debido al trastorno de los impulsos que normalmente

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