SENSACION Y PERCEPCION
Enviado por yesluc • 12 de Junio de 2013 • 2.181 Palabras (9 Páginas) • 684 Visitas
SENSACIÓN
Es el medio por el cual recibimos, transformamos y procesamos los estímulos que inciden en nuestros órganos sensoriales en impulsos nerviosos, o señales, que el cerebro utiliza para crear las experiencias de vista, oído, gusto, olfato, tacto, etcétera.
RECEPTORES SENSORIALES
FUNCIONAMIENTO
Nuestros órganos sensibles contiene células especializadas, llamadas receptores sensoriales, que detectan los estímulos del mundo exterior, como la luz, el sonido y los olores, y los transforman en patrones de impulsos nerviosos que el cerebro utiliza para crear las sensaciones.
Los receptores sensoriales se encuentran en todo el cuerpo: en órganos como los ojos, oídos, nariz y boca y en zonas menos obvias, como las articulaciones y músculos del cuerpo, y en toda la piel.
CARACTERISTICAS
Nuestros receptores sensoriales son notablemente sensibles a ciertos tipos de estímulos.
UMBRALES ABSOLUTOS Y DE DIFERENCIA
El umbral absoluto es el mínimo nivel de energía del estimulo que la gente puede detectar con claridad.
La gente difiere en sus umbrales absolutos: algunas personas son más sensibles que otras a ciertos tipos de estimulación sensorial; por ejemplo, sonidos u olores.
Los estímulos detectados por debajo ese lapso se consideran debajo del umbral absoluto, y los que pueden ser detectados con más frecuencia se encuentran por encima del umbral.
La diferencia mínima entre dos estímulos que la gente puede detectar con claridad es el umbral de diferencia, o diferencia apenas notable (just-noticeable difference [jnd]], aplicable para cada uno de nuestros sentidos.
LEY DE WEBER
La cantidad que debe cambiar en un estimulo para detectar una diferencia está dada por una fracción o proporción constante (llamada constante) del estimulo original.
Los umbrales de diferencia varían para cada uno de los sentidos. La gente es notablemente más sensible a los cambios en el tono de un sonido que a los cambios en el volumen. Percibirá la diferencia si sube o baja el tono de su voz en alrededor de un tercio de 1% (1/333). Sin embargo, la gente no percibirá una diferencia en el volumen de un sonido a menos que este se incremente o disminuya en alrededor de 10%.
CONSTANTES DE WEBER PARA VARIOS SENTIDOS
Sensación Constante de Weber (aprox.)
Sal en la comida 1/5
Presión en la piel 1/7
Volumen de los sonidos 1/10
Olor 1/20
Peso de las pesas 1/50
Brillantez de la luz 1/60
Tono de los sonidos 1/333
DETECCIÓN DE SENALES
Los científicos que estudian psicofísica describen los sonidos, los destellos de luz y otros estímulos como señales. De acuerdo con la teoría de detección de señales, el umbral para detectar una de ellas depende no sólo de las propiedades del estímulo mismo, como su intensidad — el volumen de un sonido, por ejemplo —, sino también del nivel de la estimulación del fondo, o ruido, y, más importante aún, de las características biológicas y psicológicas de la persona que percibe.
La sensibilidad o grado de agudeza de los sistemas sensoriales de un individuo (p. e., la agudeza visual o auditiva) determina en parte si una señal es detectada o no. La condición física del organismo también desempeña una importante función. Por ejemplo, su sentido del olfato es menos agudo cuando usted tiene gripe y su nariz esta congestionada. Los niveles de fatiga o alerta también contribuyen a la detección de señales.
Los factores psicológicos, como los niveles de atención y los estados de la motivación como el hambre, también juegan un papel importante en la detección de señales. Mientras usted camina sola por una calle oscura durante la noche, tal vez este más atenta hasta de los sonidos mínimos, ya que pueden ser señales de peligro. Sin embargo, es probable que no note los mismos sonidos mientras pasea por la misma calle a plena luz del día. Si aun no ha comido, tal vez note los aromas de los alimentos de una cocina cercana que si ya hubiera ingerido una comida sustanciosa.
ADAPTACIÓN SENSORIAL
Por medio del proceso de adaptación sensorial, los sistemas perceptivos se vuelven menos sensibles a los estímulos constantes o a los invariables. Por ejemplo la presión que ejerce sobre la piel, una joya, después de un tiempo, ya no se nota o cuando nos sumergimos en una piscina en invierno después de varios minutos de exposición parece entibiarse el agua, y los olores en un vestidor se hacen menos notables.
La adaptación puede no ocurrir cuando nos vemos expuestos una y otra vez a ciertos estímulos poderosos, como, el potente aullido de la alarma de un automóvil. En este caso, nuestro sistema sensorial no muestra cambio alguno en cuanto a su sensibilidad al estimulo.
PERCEPCIÓN
Es el proceso mediante el cual el cerebro interpreta la información sensorial y la convierte en representaciones significativas del mundo exterior.
Por medio de ella, el cerebro intenta encontrarle sentido a la mezcla de estímulos que inciden en nuestros órganos sensoriales. Si no fuera por la percepción, el mundo nos parecería una mezcolanza siempre cambiante de sensaciones desconectadas; una zumbante confusión de luces, sonidos y otras impresiones sensoriales. El cerebro ordena la mezcla de sensaciones que experimentamos y las organiza en imágenes concretas del mundo que nos rodea.
La percepción es un proceso activo en el cual reúne fragmentos y partes de información sensorial para crear impresiones ordenadas o imágenes del mundo.
Aunque las percepciones nos ayudan a percatarnos del mundo, quizá no reflejen con precisión la realidad externa.
ATENCIÓN SELECTIVA
La atención es el primer paso en la percepción. Mediante la atención selectiva limitamos la atención a ciertos estímulos mientras filtramos los demás. La atención selectiva impide saturarnos de información externa. Explica el porqué puede percibir ciertos estímulos y no otros.
La atención permite enfocarnos en las palabras que leemos en este momento, sin percibir los sonidos de un automóvil que pasa por afuera de su ventana o la sensación de los dedos de los pies que tocan el interior de los zapatos. Prestamos más atención a los estímulos que son significativos o que tienen un significado emocional.
Por ejemplo, un padre sumido en un profundo sueño puede percibir el débil llanto de un bebe en la habitación contigua, pero no le molesta la estridente sirena de una ambulancia que pasa afuera de su casa.
Los estados motivacionales, como el hambre y la sed, desempeñan importantes funciones en la atención (R. R. Hoffman, Sherrick y Warm, 1998). Cuando sentimos hambre, es más probable que prestemos atención
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