SUEÑOS EN TERAPIA GESTALT

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Universidad de Guadalajara

Centro Universitario de Ciencias de la salud

Sexualidad Humana

Doctor David Orozco Solórzano

SUEÑOS EN TERAPIA GESTALT

Celedonio Castanedo Secadas

Susana Magdalena Rodriguez Peña

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12 de mayo del 2017

ENFOQUE COGNITIVO-CONDUCTUAL

En el decenio 1960-69 la terapia conductual era el tratamiento más elegido para abordar los trastornos psicológicos como las obsesiones, las fobias y la ansiedad. Sin embargo, no resultaba eficaz en el tratamiento de la depresión.

Dos psicoanalistas, Albert Ellis (1955, 1957, 1994) y Araron Beck (1967) detectaron la importancia del pensamiento de los clientes sobre ellos mismos. Así surgió la terapia cognitiva-conductual, asumiendo que nuestros pensamientos o cogniciones tienen una gran influencia sobre nuestras emociones.

Ellis, fundador de la Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC), defiende que los trastornos emocionales son el resultado de la forma inadecuada en que la persona piensa de sí misma, los otros y el mundo. Hace suya la frase de Epictetus (aD 55-ca 135): “El hombre no está trastornado por las cosas si no por la percepción que tiene de las mismas”.

Ellis investigó sobre la depresión, descubriendo que la gente deprimida percibe el mundo, a ellos mismos y al futuro de forma negativa y no realista, lo que llamó el “sistema negativo”.

La TREC es una teoría personalidad y de psicoterapia que se enfoca en la salud emocional y la autorrealización de las personas y el grupo social en que eligen vivir e intenta combinar la flexibilidad y el rigor científico con un enfoque humanístico-existencial.

ENFOQUE COGNITIVO-EXPERIENCIAL

El método que sigue Hill (1996, 2002) recibe influencia freudiana junguiana de los modelos psicoanalíticos, las técnicas cognitivas-conductuales, y las técnicas experienciales desarrolladas por los enfoques humanísticos.

Este modelo se desarrolla en tres fases:

1. Exploración. Asociación de los elementos de sueño y experimentar las emociones del sueño.
2. Insight. Comprender el significado del sueño
3. Acción. Hacer cambios basados en el mensaje de los sueños

Para Hill, el sueño puede ser entendido en cuatro diferentes niveles:

1. La experiencia del sueño en sí misma. Los sueños como acontecimientos vividos estando despierto y en consecuencia tienen algún significado. Nos pueden hablar de nuestros deseos más profundos, miedos, creatividad, potencial, etc. ¿Qué es lo que aprendes de ti mismo al vivenciar el sueño?
2. Acontecimientos recientes. ¿Qué es lo que has aprendido acerca de los acontecimientos en estado de vigilia que desencadenan los sueños? ¿Qué es lo que has aprendido acerca de ti mismo en relación con los acontecimientos cuando estás despierto?
3. Experiencias pasadas. ¿Cómo las experiencias pasadas de tu vida influyen en tus sueños? ¿Cómo estas experiencias pasadas se relacionan entre ellas o se vinculan con acontecimientos recientes?
4. Partes de uno mismo. Diferentes elementos de nuestros sueños a veces representan diferentes partes de nosotros mismos. Introyectamos partes de otras personas o proyectamos partes nuestras en otras personas o cosas. ¿Cómo las diferentes partes de tu sueño son semejantes a partes tuyas? ¿Cómo tus sueños reflejan tus pensamientos, sentimientos y preocupaciones? ¿Qué mensaje recibes de tu sueño?

En este modelo los sueños que se tienen cuando se duerme, son un reflejo de lo que se vive en estado de vigilia. Los acontecimientos vividos durante el tiempo que se está despierto estimulan la memoria, que se activa al dormir y forma la base de la historia, que el que sueña teje en un intento para comprender situaciones actuales a la luz de las memorias del pasado.

Cuando la experiencia vivida, en estado despierto, es muy estresante o muy discrepante, los sueños no pueden realizar su trabajo de integración. En consecuencia la persona tendrá conflictos y posiblemente pesadillas recurrentes.

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