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Sexualidad Responsable


Enviado por   •  14 de Enero de 2013  •  9.381 Palabras (38 Páginas)  •  1.041 Visitas

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Marco Teórico

Sexualidad Responsable

Joaquín Rocha Psicólogo especialista en Educación para la Comunicación plantea que: a pesar de que hay mentes a las cuales les cuesta aceptar esto, la sexualidad es una dimensión natural y sana de la vida. Nacemos como seres sexuados, hombre o mujer, y caminamos así por la vida expresando nuestra sexualidad de variadas formas, incluyendo dimensiones físicas, éticas, espirituales, sociales, psicológicas y emocionales.

Una educación sexual integral y afectiva, obtenida en la familia y reforzada en la escuela, educa en el respeto por uno mismo y por los demás, aceptando los diversos valores y creencias sobre la sexualidad, por un lado. Por otro lado, se nos brindan herramientas para que tengamos en claro que todas las personas gozan del derecho y la obligación de tomar decisiones responsables con respecto a su sexualidad.

La mayoría de las personas, dentro de esta sociedad pluralista, entienden que una sexualidad responsable pasa, únicamente, por la prevención de embarazos y enfermedades sexuales. Otra vez, se genitaliza toda sexualidad, reduciendo su verdadero valor y centrándola en una acto de fusión de dos cuerpos, en el que puede estar o no teñida por la afectividad.

Podemos poner, sobre el tapete de las discusiones, si es recomendable el uso de preservativos o anticonceptivos desde una dimensión científica, espiritual, social, psicológica y hasta económica. No se niega que los jóvenes deben tener acceso a la información sobre servicios de salud y prevención del embarazo y de ITS/VIH. Sin embargo, antes de esto, deben ser beneficiados por una educación integradora para que dignamente desarrollen sus propios valores sobre la sexualidad y no se involucren en conductas sexuales que impliquen riesgos.

Si bien la Ley 26.150 establece que todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal, sancionada en octubre 4, de 2006, en la actualidad, aún es escasa, deficiente y nula.

La mayoría de los colegios, salvo raras excepciones, basan la educación sexual en una serie de clases aisladas acerca de las diferencias entre el varón y la mujer, las posibilidades de embarazo, anticoncepción y enfermedades. Considerando, así, que han cumplido con la educación sexual y los jóvenes, no haciéndose cargo de la irresponsabilidad que generan en cuanto al tema.

La educación sexual no acaba en una educación genital, sino que se trata de un aprendizaje para toda la vida, donde, como en toda acción educativa, los conceptos se asientan unos sobre otros. Una buena definición de educación sexual plena y responsable afirma que "es aquella donde el individuo es capaz de tomar decisiones y asumir las consecuencias, sobre la base de conocimientos y valores en un contexto social, entonces, la educación sexual constituye un elemento básico en esta formación"

Sexualidad Según (Men, 1993); es una dimensión fundamental del ser humano que está presente a lo largo de su vida. Su desarrollo armónico es fundamental para la formación integral de la persona. Su finalidad es la relación humana en tanto contempla dimensiones comunicativas, afectivas, de placer y reproductivas. Su desarrollo comprende aspectos biológicos, psicológicos y sociales, resaltando dentro de estos últimos la dimensión ética

La sexualidad es parte fundamental de la personalidad de todos los seres humanos. Incide en las relaciones interpersonales que se establecen en el ámbito familiar, social y amoroso (Men, resolución 03353 de 1993)

Todo el tiempo estamos comunicando y expresando nuestra sexualidad. Nuestro cuerpo es sexualidad, la manera como saludamos, las miradas, la expresión del rostro, el movimiento de las manos, la postura del cuerpo, la manera como llevamos la ropa, los colores que preferimos para ella, las palabras que elegimos, etc., son señales que llegan a los otros y revelan si hay o no empatía (Valencia, 1999. Encuentro nacional e internacional de lúdica).

La sexualidad es una parte importante de nuestra vida, no solo por el placer que experimentamos sino también por la posibilidad de acercamiento enttre dos personas. Pero sexualidad no debe entenderse únicamente como genitalidad o penetración. Puede ser una expresión mucho más amplia que permite a los seres humanos comunicarse y trascender (Ardila, Stanton y Cubillos, 1993)

La sexualidad es inherente y propia de los seres humanos, es algo que nos permite relacionarnos corporal y afectivamente con otros (Ardila, Stanton y Cubillos, 1993)

El concepto de sexualidad aparece con el hombre y aunque incluye la genitalidad va mucho más allá de esta. La sexualidad implica la integralización del ser humano: movimientos, sensaciones, fantasías, sentimientos, conductas, pensamientos, creencias, en fin, elementos que en conjunto se pueden expresar posibilitando relación, intercambio, crecimiento y trascendencia (Ardila y otros, 1993)

De hecho, hablar de cuerpos desnudos, conocer el sentido emocional de las sensaciones eróticas, descubrir las implicaciones del desarrollo biológico de nuestro cuerpo, son asuntos que enfocados de la manera correcta pueden ir mucho más allá del simple impacto que su mención produce. Referirse a la sexualidad humana es tal vez referirse a una de las actividades humanas más importantes y definitivas en la vida de los seres humanos. Se trata de nada menos que del amor, de la relación de nuestro cuerpo con otros cuerpos, de la manera como entregamos y recibimos placer, afecto, ternura, de las formas sociales con las que aseguramos la continuación de la especie, entre otras cosas (Idep, 1999)

Si la sexualidad es el diálogo entre la naturaleza y la cultura en torno a la diferencia, podemos descubrir también que es necesario realizar aprendizajes para hcerse hombre o mujer y para aprender a ser en relación. Aunque nacemos definidos como masculino y femenino, los aprendizajes que nos diferencian y que vamos a denominar sexualidad dependen de las orientaciones que se le ofrezcan a los dinamismos de lo masculino y lo femenino. Esa orientación de la diferencia podemos denominarla: construcción de identidad (Rodríguez, en Ideo, 1999)

Podemos asumir como funciones de la sexualidad: la relación, el placer y la reproducción (Rodríguez, en Ideo, 1999)

El hecho de que el ser humano tenga la posibilidad de convertir en problema y preguntarse por la razón y el modo de ser y estar con el mundo, nos permite descubrir la sexualidad como objeto de construcción de propuestas de sentido en el proyecto personal de vida en una cultura y un momento

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