TIPOS DE MAESTRO El Maestro Informante
Enviado por dlac1991 • 17 de Mayo de 2017 • Resumen • 332 Palabras (2 Páginas) • 432 Visitas
TIPOS DE MAESTRO
El Maestro Informante:
- Es aquel que se limita a transmitir conocimientos.
- Se preocupa más por desarrollar muchos contenidos que por el aprendizaje de sus alumnos.
- No alcanza un nivel importante de cercanía con el estudiante.
La reacción de produce en sus alumnos es de pereza, aburrimiento y desmotivación.
Su lema es: “ME LIMITO A CUMPLIR MI PLANIFICACIÓN”.
El Maestro Erudito:
- Es aquel que exige exageradamente a sus alumnos para demostrar que sabe mucho.
- Pone en evidencia el trabajo de los demás para recibir elogios.
- No reconoce cuando se equivoca ni acepta la ayuda de otros.
- Impone su autoridad con gritos y maltrato.
La reacción que produce en sus estudiantes es de confusión y desánimo.
Su lema es: “YO SÉ LO QUE HAGO Y SIEMPRE TENGO LA RAZÓN”.
El Maestro Facilista:
- Es aquel que recarga a sus estudiantes de trabajo para que le faciliten su función. Procura que ellos le hagan la clase.
- No le interesa si el estudiante aprende o no.
- No utiliza recursos ni estrategias creativas, sus clases son rutinarias.
La reacción que produce en sus estudiantes es de cansancio e irritación.
Su lema es: “ENTRE MÁS FÁCIL MEJOR, NO ME DOY MALA VIDA”.
El Maestro Educador:
- Tiene amplio conocimiento de lo que enseña pero permite que sus estudiantes trabajen en su propio aprendizaje.
- Estimula y despierta la curiosidad de sus estudiantes.
- Es amigo de ellos sin que le falten al respeto y a su autoridad.
- Tiene la capacidad de tomar lo complicado y hacerlo ver fácil.
La reacción que produce en sus estudiantes es de motivación, confianza, dinamismo y lo principal: un aprendizaje bien significativo.
Su lema es: “SOY AMIGO DE MIS ESTUDIANTES Y LES AYUDO A DESCUBRIR SU POTENCIAL Y CONSTRUIR SU PROPIO APRENDIZAJE”.
Conclusión:
“La meta de todo Maestro debe ser llegar a ser un educador”.
La Palabra de Dios dice:
“Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra” (2 Crónicas 15:7).
¡Nuestra mayor recompensa es que Dios nos bendiga en salud, paz y sabiduría para que este año escolar podamos hacer un trabajo exitoso!
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