Teoria De Erik Erikson
Enviado por paolacrmz • 17 de Febrero de 2013 • 1.997 Palabras (8 Páginas) • 660 Visitas
TEORIA DE ERIK ERIKSON
Erik Erikson fue pionero en la teoría que incluye el aspecto social en el desarrollo de la personalidad de los individuos. Discrepó con Freud, sosteniendo que las personas son seres activos buscando adaptarse a su ambiente, más que pasivos esclavos de impulsos. Erikson sostiene que el hombre se desarrolla y crece desde su nacimiento hasta la muerte. Y elaboró su teoría de las ocho etapas del ciclo vital de los seres humanos.
En cada etapa emerge una crisis de desarrollo, de las cuales salimos con éxito o no. Y una resolución exitosa tendrá que ver con un equilibrio entre los dos polos de la crisis. Analicemos y meditemos cómo transitamos nuestras propias crisis vitales, y también cómo acompañamos a nuestros hijos.
I. Confianza Básica vs. Desconfianza
Desde el nacimiento hasta aproximadamente los 18 meses.
La relación significativa de esta etapa es la madre. Se desarrolla el vínculo que será la base de sus futuros vínculos con otras personas significativas.
Cuando la madre provee al bebé sus cuidados amorosos, el niño desarrollará el sentimiento que el mundo es un lugar seguro, y que las personas son confiables.
Además, el niño aprende a confiar en su propio cuerpo y las necesidades biológicas que van con él. Si los padres son desconfiados o rechazan al bebé; el bebé desarrollará desconfianza.
También influirá el sentimiento de confianza que los padres tengan en sí mismos y en los demás; porque se lo reflejarán a sus hijos. La resolución positiva estará dada en el equilibrio entre estos polos del conflicto, confianza, desconfianza; a partir de desarrollar suficiente confianza, sin eliminar completamente la capacidad para desconfiar.
La fuerza que emerge de la resolución positiva de esta crisis es la esperanza y la fe. Si la resolución es negativa, habrá un retraimiento.
Uno de los signos que nos indican si el niño va bien en este primer estado es si puede ser capaz de esperar, sin demasiado llanto, a demorar la respuesta a la satisfacción de una necesidad: confío lo suficiente en mamá y papá, si ellos no pueden estar aquí inmediatamente, lo estarán muy pronto. Esta habilidad la utilizaremos más tarde ante situaciones de desilusión, en el amor, en la profesión y en otros ámbitos de nuestra vida.
II. Autonomía vs. Vergüenza y Duda
Desde los 18 meses hasta los 3 años aproximadamente.
Acá las relaciones significativas son los padres; y la tarea primordial es alcanzar un cierto grado de autonomía, conservando un toque de vergüenza y duda. Ya que sin este toque de vergüenza y duda, se desarrolla lo que Erikson llama impulsividad.
Si papá y mamá, y otros cuidadores que entran en escena en esta época, permiten que el niño explore y manipule su medio, desarrollará un sentido de autonomía o independencia. En cambio, si los padres acuden y sustituyen las acciones dirigidas a explorar y a ser independiente, el niño se dará por vencido, y asumirá que no puede hacer las cosas por sí mismo.
Hay que tener presente que burlarse de los esfuerzos del niño puede llevarlo a sentirse avergonzado y dudar de sus habilidades. Como ya dijimos, para una resolución positiva se requiere un equilibrio. Entonces, los padres no deben desalentarlo ni tampoco empujarlo demasiado. Para que el niño desarrolle una autonomía suficiente, hay que ser suficientemente pacientes y tolerantes, pero firmes a la vez. Por otro lado, si hay demasiada vergüenza y duda, habrá compulsión.
Además, esta etapa está relacionada con el control de los esfínteres; y este desarrollo es lento, progresivo, y no siempre estable. Por lo cual, el niño pasa por momentos de vergüenza y duda. El niño comienza a desarrollar voluntad y autocontrol de un yo naciente; y se afirma muchas veces oponiéndose a los demás. Experimenta una primera emancipación que se repetirá en posteriores etapas, de diferentes maneras.
III. Iniciativa vs. Culpa
Desde los 3 hasta los 6 años aproximadamente.
Esta tercera etapa se da en la edad del juego y la relación significativa es con la familia. La tarea primordial es aprender la iniciativa sin una culpa exagerada.
La iniciativa sugiere aprender nuevas habilidades y sentirse útil, asumiendo responsabilidades. Los padres pueden animar a sus hijos a tener imaginación y curiosidad, y también a llevar a cabo sus ideas. Este sentimiento de iniciativa es la base real de un sentido de finalidad y propósito.
Ahora bien, si hay demasiado iniciativa y muy poca culpa, habrá una tendencia mal adaptativa que Erikson llama crueldad. Ya que el niño tiene su propósito claro, pero no le importaría a costa de qué lo logrará. Por el contrario, si la culpa es exagerada, habrá inhibición. Por ello, la resolución positiva está en el equilibrio de ambos polos, que llevará al coraje y capacidad para la acción, con un conocimiento claro de las limitaciones.
IV. Laboriosidad vs. Inferioridad
Desde los 6 hasta los 12 años aproximadamente.
En esta etapa el niño comienza la escuela primaria y está ansioso por hacer cosas junto con otros, compartir tareas, planearlas y llevarlas a cabo.
Acá entran en juego las relaciones con los padres, la familia, los maestros y vecinos. Es la etapa en que los niños aprenden que no solamente existe placer en planear algo, sino también en llevarlo a cabo. Aprenden lo que es el sentimiento del éxito, ya sea en la casa, en el patio o el aula. Y si llega a sentir que no es capaz de hacer las cosas bien; por padres o maestros muy exigentes o compañeros negadores, el sentimiento de inferioridad le podría llevar a la inercia.
Otra fuente adicional de inferioridad es el racismo o cualquier otra fuente de discriminación, nos dice Erikson. Ya que si el niño considera que el éxito tiene que ver con quién se es y no con el esfuerzo y el trabajo, entonces, ¿para qué intentarlo? Por otro lado, una actitud demasiado laboriosa puede llevar a la tendencia mal adaptativa de virtuosidad dirigida.
Estos son los niños que no se les permite ser niños, porque sus padres o maestros los empujan a un área específica, sin permitirles que se interesen por otras cuestiones también. Por ejemplo; padres que pongan demasiado énfasis en que su hijo aprenda a jugar al futbol,
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