Teorias De La Personalidad
Enviado por elalejoveloz • 6 de Septiembre de 2011 • 2.007 Palabras (9 Páginas) • 846 Visitas
El hombre en la búsqueda de quien es…
Ensayo
El presente es un ensayo que busca analizar diversos planteamientos teóricos con respecto al desarrollo de la personalidad. Durante la mayor parte de nuestra vida como seres humanos, es común sorprendernos a nosotros mismos preguntándonos “¿Quién soy yo?”, o “¿Cómo llegué a ser la persona que soy ahora?”; y es precisamente estas mismas preguntas las que llevaron a infinidad de teóricos de la personalidad a realizar estudios respecto a este tema.
Para comprender las teorías de las diferentes corrientes de pensamiento con respecto al desarrollo de la personalidad, debemos comenzar con comprender las diferentes metodologías que usaron para estudiar los fenómenos de su interés.
El tipo de investigación más adecuado en ciencias sociales ha sido considerado el descriptivo (Gil, 2010), ya que la psicología es usualmente considerada una ciencia poco desarrollada por unos, o poco susceptible de ser estudiada como las ciencias naturales por otros. Dentro de la investigación científica, a su vez, podemos encontrar la división entre investigación Longitudinal e investigación transversal. La investigación longitudinal estudia un fenómeno a lo largo de una línea de tiempo, tratando de descubrir la correlación de sucesos que desencadenó (retrospectiva), o podrían llegar a suceder (prospectiva); la investigación transversal se refiere al estudio de un fenómeno desde todas sus aristas en un momento definido del tiempo (es relacionado por algunos autores como una “instantánea” de los eventos estudiados).
La primera teoría a analizar es el Conductismo, que se basa en la investigación transversal; esto lo lleva a considerar que el ambiente determina en todo momento nuestra personalidad, a través de determinar nuestras conductas como reacción al mismo; dentro de ésta teoría tenemos conceptos clave como: estímulo, respuesta, extinción, reforzamiento, entre otros (Boeree, 1998). Para B. F. Skinner, su principal exponente, toda relación entre un ser humano y su ambiente se puede descomponer en variables dependientes e independientes, justo de la misma manera que se puede hacer en las ciencias naturales. Así por ejemplo, al observar la conducta de una persona que roba, podemos inferir que en el ambiente hay un estímulo que está reforzando esta conducta; pudiera ser que ésta persona encuentre que ésta es una manera más efectiva de satisfacer sus necesidades básicas que otros medios considerados legítimos.
Los detractores de esta teoría afirman que uno de sus principales problemas es precisamente el considerar que todas nuestras acciones están dictadas por el medio externo, dejando poco espacio, si no es que ninguno, a la voluntad del individuo. Otra queja muy común es el poco interés que los conductistas demuestran a la vida psíquica interior del sujeto, ya que los consideran “inaccesibles para su estudio directo”.
Dentro de la misma línea de investigación, podemos encontrar la teoría del aprendizaje social de Albert Bandura, quien tiene sus inicios como conductista, pero después de llevar a cabo sus propios estudios, decide que considerar que el ambiente dicta, de manera unilateral la conducta del individuo era, por lo menos, insuficiente, de esta manera propone un concepto que denominó “determinismo recíproco”; el determinismo recíproco no es otra cosa que la influencia del ambiente sobre el individuo (Boeree, 1998), con la adición de la influencia del individuo sobre su ambiente, modificándolo o sosteniéndolo, según sea el caso que corresponda. Otros conceptos clave en ésta teoría son: atención, retención, motivación (dentro de la cual están el reforzamiento y el castigo, pasado, prometido y vicario). Utilizando el mismo ejemplo de párrafos anteriores, tenemos un ladrón que roba porque el ambiente le demuestra que es la manera mas sencilla de satisfacer sus necesidades básicas, pero, al mismo tiempo, él determina su ambiente como un ambiente propicio para que el robo sea un medio de sustento viable o adecuado para la sociedad, otros individuos observan el comportamiento de dicho ladrón, y de ésta manera “aprenden” cuál es el medio más eficiente de obtener satisfactores inmediatos.
Utilizando la metodología de investigación longitudinal, podemos encontrar la teoría del desarrollo psicosexual de Sigmund Freud, la cual genera una serie de estadios por los que pasa una persona en el desarrollo de su personalidad. Conceptos clave tales como: inconsciente, mecanismos de defensa, pulsiones, libido, complejo de Edipo, ello, yo y superyó.
Los estadios que maneja Freud son: Etapa oral, correspondiente al primer año y medio de vida del niño, su zona erotizada es la boca, de la que obtiene sustento, y su principal medio de conocer el mundo; la etapa anal, del año y medio a los 3 o 4 años, corresponde a la etapa de control de esfínteres, el estira y afloja de la introyección de reglas sociales; la etapa fálica, de los 3 o 4 años a los 6 o 7, caracterizada por el complejo de Edipo y el descubrimiento del placer vía la masturbación; durante la latencia, periodo que corresponde de los 6 o 7 años hasta la pubertad, las pulsiones sexuales descubiertas durante la etapa fálica es dirigida hacia el aprendizaje, sucede la identificación con los pares y los juegos de rol de género con los mismos; la última etapa, según Freud corresponde a la genital, a partir de la adolescencia, con el resurgimiento de la libido o pulsiones sexuales, dirigidas a las relaciones de pareja (Larsen y Buss, 2005).
Las principales críticas que recibe la teoría psicoanalítica, se basan en dos aspectos: el psicoanálisis no le da prácticamente ninguna importancia a la interacción social como medio de desarrollo de la personalidad; el otro punto altamente discutible de las teorías freudianas corresponde al hecho de que se considera altamente determinista, “infancia es destino” se vuelve en su máxima, desarrollando una teoría que se considera acabada durante la pubertad, es decir, se sobreentiende que el ser humano ya llegó a la plenitud del desarrollo de su personalidad en esta etapa, negando de esta manera cualquier desarrollo posterior.
Basándose en los principios psicoanalíticos, pero buscando solucionar los problemas que se le observaron, Erik Erikson desarrolla su teoría del desarrollo psicosocial, utilizando muchos de los conceptos básicos del psicoanálisis, pero centrándose en la vida social para elaborar 8 estadios que cubren desde el nacimiento hasta la vejez, como sigue (Boeree, 1998):
Estadio (edad) Crisis psicosocial Relaciones significativas Modalidades psicosociales Virtudes psicosociales Mal adaptaciones y
Malignidades
I (0-1) infante Confianza vs.
desconfianza Madre Coger y dar en respuesta Esperanza,
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