Teoría y práctica de la Entrevista
Enviado por mcontrerasesperi • 2 de Julio de 2021 • Documentos de Investigación • 2.539 Palabras (11 Páginas) • 120 Visitas
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LICENCIATURA:
Psicología
MATERIA:
Teoría y práctica de la Entrevista
DOCENTE:
Psic. Adela Del Carmen Del Bosque Cuevas
NOMBRE DEL ALUMNO:
Marcelino Contreras Espericueta
CUATRIMESTRE:
V
GRUPO:
Matutino (semiescolarizado)
BIBLIOGRAFIA Y/O REFERENCIAS:
https://www.youtube.com/watch?v=12_buKM-ivs&ab_channel=Filosof%C3%ADaColectiva
FECHA:
07/ENERO/2020
ASPECTOS FUNDAMENTALES Y HABILIDADES DE UN BUEN ENTREVISTADOR:
MINDHUNTER (CHARLES MANSON)
Holden Ford y Bill Tench agentes de la FBI.[pic 9]
Holden Ford y Bill Tench son los nombres de dos agentes de la FBI en la ficción titulada “Mindhunter”, cuyos nombres reales son John E. Douglas y Robert K. Ressler respectivamente, basada en las experiencias profesionales de ambos al entrevistar a los criminales más famosos de Estados Unidos. Acuñaron el término "asesino en serie" y colocaron los cimientos de la psicología en la criminología moderna, la serie tiene como aliciente una minuciosa ambientación de la sociedad estadounidense de finales de los 70 y principios de los 80. Los agentes, ayudados por una profesora universitaria, tienen que crear de la nada un manual del comportamiento aberrante de los asesinos más escalofriantes de Estados Unidos. En el proceso guían al espectador por las mentes enfermas de los "psico killers" y/o “serial killers” más famosos de la época.
Entrevistaron a decenas de asesinos en serie, entre ellos algunos de los más famosos como Ted Bundy, Charles Manson y John Wayne Gacy (alias "El payaso asesino"), narrando los detalles de muchos de los homicidios más espeluznantes de la historia reciente de Estados Unidos.
Jhon E. Douglas.
Jhon E. Douglas, en la ficción Holden Ford, en 1977 trabajó en la Unidad de Ciencia del Comportamiento del FBI en Quantico, Virginia, donde enseñó técnicas de negociación de rehenes a agentes de nuevo ingreso, agentes de campo y oficiales de policía de todo el país, además, utilizó la psicología criminal en la Academia del FBI. Creó y encabezó el programa del FBI de Perfiles Criminales y más tarde fue promovido como jefe de la Unidad de Apoyo Investigativo, una división del Centro Nacional para el Análisis de Crímenes Violentos.[pic 10]
Fue él quien tuvo la idea de sentarse y analizar la historia, el comportamiento y la psicología de los asesinos. Y también de examinar las escenas del crimen y buscar patrones y detalles, todo para intentar comprender por qué estas personas hicieron lo que hicieron, y cómo lo logaron.
Junto a su colega Robert K. Ressler, comenzaron a entrevistar asesinos seriales y otros criminales sexuales violentos en diferentes prisiones. El resultado fue el libro "Homicidios Sexuales: Patrones y Motivos" seguido por "Manual de Clasificación Criminal". Además, en conjunto con su compañero Mark Olshaker, escribió el famoso libro "Mindhunter: Cazador de mentes" el cual fue publicado en 1995. Gracias a sus habilidades, a sus estudios, a sus entrevistas con asesinos en serie y a la experiencia acumulada sobre el terreno, Douglas ayudó a resolver casos tan sonados como el de “los asesinatos de niños de Atlanta” (1979-1981), por los que fue condenado Wayne Williams.
Robert Kenneth Ressler.
Robert Kenneth Ressler, en la ficción Bill Tench, fue un criminólogo, perfilador de asesinos y escritor. Después de estar enlistado durante 10 años en el ejército de los Estados Unidos, trabajó durante 20 años en el FBI y fue profesor de la escuela de criminología de esa institución. Fue especialista en la identificación y captura de asesinos, para lo que se ayudaba de su habilidad para trazar su perfil psicológico. Gracias también a esta cualidad, Ressler tuvo un destacado papel en el desarrollo de la Unidad de Ciencias de la Conducta del FBI. En los años 70 fue él quien acuñó el término “serial killer” (asesino en serie).[pic 11]
Robert K. Ressler formuló una clasificación de asesinos en serie, la que dividía en: Asesinos en serie organizados y Asesinos en serie no organizados.
Desde que se retiró del FBI en los años 90, ha prestado ayuda a la policía de diferentes países en casos complicados. Incluso colaboró en novelas y películas cuyo tema gira alrededor de un asesino en serie, como, por ejemplo, El silencio de los corderos y American psycho.
Es autor de libros como El que lucha con monstruos (con Tom Shachtman, 1992), Dentro del monstruo (con Tom Shachtman, 1998), Asesinos en serie (con Tom Shachtman, 2005), entre otros.
En relación con sus actitudes y habilidades de un buen entrevistador.
Teniendo como referente el video titulado “La entrevista con Charles Manson/Mindhunter”, una vez analizado su contenido y considerando las habilidades y aptitudes de un buen entrevistador, se describen los siguientes comentarios:[pic 12]
En primer lugar, podemos observar a un Holden Ford ciertamente empático, observando una conexión emocional hacia el entrevistado (Charles Manson), manteniéndose cauteloso en todo momento, su mirada reflejando cierto temor, desconfianza o desconcierto al inicio de la entrevista, que puede interpretarse como un acercamiento, entendimiento y/o comprensión de la personalidad del incriminado. De los dos, es el que muestra cierta calidez y aceptación del criminal, reflejando en su mirada cierto desconcierto a la situación que se está viviendo. También puede observarse un profesionista competente, conocedor de su labor, pero también cauteloso en cuanto a sus intervenciones.
Respecto a Bill Tench, se puede decir que es una persona que se muestra por completo nada empático desde el inicio de la entrevista, nunca busca tener un acercamiento con el cliente, además, muestra un rechazo o animadversión hacia él, no logrando conectar, ya que más bien se muestra como un juez implacable e inquisitorio, viéndolo como su rival o enemigo, reflejándose al momento de formularle las preguntas, que más bien parecían afirmaciones o acusaciones. Se puede observar a un Tench comprometido con su causa, no con la demanda del cliente y en ningún momento establece un gancho para que el incriminado le proporcione la información necesaria, e incluso se le puede ver ya casi al final de la entrevista, que pierde el control y decide interrumpir en exabrupto la entrevista.
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