Teorías Clásicas de la Psicología
Enviado por • 12 de Julio de 2013 • Tutorial • 2.470 Palabras (10 Páginas) • 512 Visitas
Teorías Clásicas de la Psicología
A menudo la gente habla de la personalidad como si se tratara de un producto, como una corbata de colores brillantes que le diera vida a un traje viejo. No solo eso, algunas veces hablamos como si ésta consistiera en rasgos atractivos y admirables: efecto, encanto, honestidad.
Un concepto actual que podemos utilizar es: patrón de sentimientos y pensamientos ligados al comportamiento que persiste a lo largo del tiempo y de las situaciones.
Teoría: es un sistema lógico, compuesto por observaciones, axiomas y postulados, cuya función es afirmar bajo qué condiciones se desarrollaran ciertos supuestos.
Personalidad: La personalidad no es más que el patrón de pensamientos, sentimientos y conducta que presenta una persona y que persiste a lo largo de toda su vida, a través de diferentes situaciones.
Teorías de la personalidad
Perspectiva psicoanalítica
Freud - no inventó exactamente el concepto de mente consciente versus mente inconsciente, pero desde luego lo hizo popular.
La mente consciente es todo aquello de lo que nos damos cuenta en un momento particular: las percepciones presentes, memorias, pensamientos, fantasías y sentimientos. Cuando trabajamos muy centrados en estos apartados es lo que Freud llamó el pre consciente, “memoria disponible”: se refiere a todo aquello que somos capaces de recordar; aquellos recuerdos que no están disponibles en el momento, pero que somos capaces de traer a la conciencia.
La mente inconsciente: que incluía todas aquellas cosas que no son accesibles a nuestra consciencia, incluyendo muchas que se habían originado allí, como nuestros impulsos o instintos, así como otras que no podíamos tolerar en nuestra mente consciente, tales como las emociones asociadas a los traumas.
COMPONENTES DE LA PERSONALIDAD
El Ello, el Yo y el Súper yo
El Ello tiene el trabajo particular de preservar el principio de placer, el cual puede entenderse como una demanda de atender de forma inmediata las necesidades. Imagínese por ejemplo a un bebé hambriento en plena rabieta.
El Yo se apoya en la realidad a través de su consciencia, buscando objetos para satisfacer los deseos que el Ello ha creado para representar las necesidades orgánicas.
El superyó. Esta instancia no se completa hasta los siete años de edad y en algunas personas nunca se estructurará.
Hay dos aspectos del superyó: uno es la consciencia, constituida por la internalización de los castigos y advertencias.
El otro es llamado el Ideal del Yo, el cual deriva de las recompensas y modelos positivos presentados al niño. La consciencia y el Ideal del Yo comunican sus requerimientos al Yo con sentimientos como el orgullo, la vergüenza y la culpa.
Pulsiones de Vida y Pulsión de Muerte
La pulsión supone un proceso dinámico, consistente en un movimiento de una carga energética que hace tender al organismo hacia un fin.
La pulsión tiene su fuente (estado de tensión interno), su fin (terminar esta tensión) y, un objeto (gracias al que puede alcanzar su fin).
Freud empieza a analizar el problema de la pulsión en sus estudios acerca de la sexualidad, descubriendo que la pulsión sexual se diferencia de otras pulsiones.
Los supuestos en cuanto a la pulsión de vida (Eros) y a la pulsión de muerte (llamada Tánatos)
La pulsión de vida consiste en la conservación de las unidades vitales existentes y en la constitución de unidades más amplias.
En cuanto a su contraparte, la pulsión de muerte tiende a la reducción completa de las tensiones, o sea, a disolver al ser vivo al estado de materia inorgánica, tendencia a la destrucción de las unidades vitales, a la nivelación de las tensiones y al retorno al estado inorgánico, considerado como el estado de reposo absoluto. Las pulsiones se dirigen primariamente hacia el interior, tendiendo a la autodestrucción (pulsión de destrucción), y en un segundo momento se dirigirían hacia el exterior (pulsión agresiva).
Para Freud, parte de esta pulsión agresiva se pone al servicio de la sexualidad, por ejemplo en el sadismo. Cuando la pulsión destructiva se convierte en pulsión agresiva, parte de ella permanece en el organismo evidenciándose en el proceso del masoquismo primario.
El psicoanálisis freudiano distingue cinco etapas del desarrollo humano:
1. Etapa Oral: comienza desde el nacimiento hasta los 12 a 18 meses. Interés en las gratificaciones centradas en la boca como: chupar, comer, morder, besar y acariciar, el bebé siente placer al contacto con la piel materna.
2. Etapa Anal Abarca del final de la etapa oral hasta los tres años de edad. Se distingue por la gratificación al expeler y retener las heces fecales; aceptación de las exigencias sociales relativas al control de esfínteres. Si los padres son muy estrictos en sus métodos, los hijos pueden reaccionar de dos maneras:
a) Retener las heces y desarrollar un carácter obstinado, mezquino y compulsivo.
b) Rebelarse expulsando las heces en un momento inoportuno, presentando rasgos de carácter destructivo, prepotencia, desorden y falta de higiene.
3. Etapa Fálica: Acontece de los tres a los seis años de edad. Su preocupación inicial está en los genitales; se establece la diferenciación psicosexual masculina o femenina y la identificación con el padre o la madre, llevando a cabo exploraciones sexuales o imitando papeles de adultos.
4. Etapa De Latencia: De los seis años al inicio de la adolescencia. Existe una fuerte sublimación espontánea de los sentimientos libidinales, por razones evolutivas existe para facilitar una integración cultural del sujeto a su entorno.
5. Etapa Genital: A partir de la pubertad. Se reafirma la identidad sexual del hombre o la mujer.
Mecanismos de defensa
1. Etapa Oral:
• Represión Impide que los pensamientos y sentimientos dolorosos entren a la conciencia.
• Regresión Se regresa a una fase anterior de desarrollo ante ansiedad o conflicto.
• Proyección Atribuimos a otros defectos, errores y deseos inaceptados.
• Negación Se pretende ignorar las realidades desagradables para no enfrentarse a ellas.
• Escisión Dividir entre lo bueno y lo malo
• Identificación Apropiarse de las cualidades de las personas que uno admira.
• Fijación Detención del desarrollo en un estadio por la intensidad de un conflicto.
• Idealización Asimilar aspectos de otro y transformarse sobre el modelo de este.
• Inhibición Disminuir la intensidad de un impulso
• Introyección Incorporación de cualidades e imágenes de los padres por el bebé.
2. Etapa Anal:
• Racionalización Justifica
...