Terapia Estrategica

ENSAYO DEL LIBRO

“TERAPIA ESTRATEGICA”

Cuando se habla de terapia estratégica es hacer referencia a un modelo de terapia breve enfocada a resolver los síntomas específicos del paciente por medio de técnicas directivas. Haley, uno de sus principales expositores junto, consideraba que era mucho más preponderante que los pacientes resolvieran sus problemas de inmediato en vez de encontrar el porqué de ellos.

En 1976, Haley se muda a Washington y funda el Instituto de Terapia Familiar con Cloe Madanés, y juntos desarrollan un enfoque de terapia familiar estratégica muy influido por la Terapia de Milton Erickson. Ambos sostienen que el terapeuta debe asumir la responsabilidad de configurar una estrategia específica basada en la adecuación la flexibilidad y creatividad que le permita al cliente resolver los problemas y superar la crisis.

Según Madanés (1980), el terapeuta estratégico establece objetivos claros que están relacionados con el problema presentado; y por tanto no puede aplicar un mismo método a todos los casos presentados sino que se diseña una estrategia específica para cada problema. Los objetivos de la terapia son, ante todo, impedir la repetición de secuencias e introducir mayor complejidad y alternativas.

Durante los años cincuenta, el síntoma se consideraba como una conducta adaptativa a la situación social en que se ubicaba en lugar de algo irracional basado en percepciones erróneas del pasado, por lo que también se debe incluir tanto en la evaluación como en la intervención la red social.

Haley (1987) menciona que la conducta sintomática es una señal de que el ordenamiento jerárquico del sistema es confuso y existe una lucha por el poder entre sus miembros, por lo tanto la organización del sistema se convierte en patológica.

Dentro de esta organización patológica se establecen coaliciones entre miembros de distintos niveles jerárquicos, que en ocasiones son secretas y los implicados mantienen la jerarquía incongruente con sus conductas integradas en la secuencia sintomática.

Por su parte Madanés refiere que es estas incongruencias jerárquicas existen dos estructuras incompatibles de poder se definen simultáneamente en la familia. Enfatizando su estudio en los niveles de organización frente a los niveles de comunicación, lo cual implica que los síntomas son actos comunicativos analógicos.

La patología entonces puede conceptuarse como un ciclo en el que la pareja maneja el predominio de un cónyuge sobre el otro centrándose bien en el conflicto matrimonial en el síntoma del esposo o del hijo, por lo tanto el tipo de interacción en torno al síntoma se dice que analógica.

Analógica en el sentido de que dichas interacciones observadas en otras problemáticas previas ha permitido a los cónyuges contribuyan de manera escalar al establecimiento de la actual, sepan donde se encuentran situados en la relación con respecto al otro en esas áreas sin tener que discutirlas expresamente poniendo en peligro su matrimonio.

Cuando el paciente identificado es el conyugue es posible que este se halle en una posición inferior al otro y se niega a cambiar o a ser ayudado, debido a que si abandona la conducta sintomática perdería su posición superior con respecto al otro.

Si el otro conyugue logrará influir en la conducta problemática para que el otro abandone el síntoma este perdería la posición mencionada por lo tanto ambos ocupan simultáneamente una posición superior e inferior contribuyendo a perpetuar el problema en su lucha por conservar las posiciones de poder.

El modelo de entrevista que empleaba Haley, comprende cuatro etapas: la fase social, el planteamiento del problema, la fase de interacción y el establecimiento de metas. Las tres primeras fases se encuadran dentro de la evaluación y la cuarta pertenece a la intervención.

Esta intervención se encuentra orientada hacia la teoría del cambio con la finalidad de modificar las consecuencias de conductas inadecuadas que encierran una jerarquía incongruente y ampliar las alternativas conductuales y epistemológicas del sistema familiar. Por lo tanto las conductas percepciones y sentimientos de los miembros del grupo cambian cuando se alteran dichas secuencias.

El terapeuta también debe impedir que se formen coaliciones que traspasen los límites generacionales y que el síntoma se utilice para regular encubiertamente el reparto del poder familiar, tener en cuenta en la cuarta fase que las metas y estrategia deben realizarse en términos claros y precisos.

Posteriormente se va evaluando que tipo de secuencia esta manteniendo el problema y así fijar una meta terapéutica consistente, como ya se mencionó, en establecer un límite intergeneracional impidiendo la formación de coaliciones permanentes que lo traspasen para lo cual utilizara las técnicas que crea más conveniente.

Después de evaluar quienes están involucrados en el problema, a quien protege el portador del síntoma y de que manera se presenta el mismo entonces se programa un cambio por etapas. La primera es crear una forma de anormalidad diferente a la que presenta la familia para sucesivamente ir acercándose a la normalidad.

Cuando el paciente identificado es un niño el terapeuta

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