Terrores nocturnos

TERRORES NOCTURNOS

¿Qué son los terrores nocturnos?

Son un trastorno del sueño que se caracteriza por:

• Se producen en la primera mitad de la noche, ya que se trata de una alteración en la fase del sueño profundo y esta se da mayoritariamente en las primeras horas. En general, es una alteración para pasar de la fase IV del sueño profundo a una fase más ligera.

• Suele ser frecuente entre los 2 y los 5 años, y es prácticamente desconocido después de la adolescencia. Si hay antecedentes en la familia pueden durar más en el tiempo.

• El niño no sueña, sino que está profundamente dormido y su cuerpo se activa.

• La mayoría grita y se mueve de forma muy violenta (llanto, sudoración, agitación motriz…), incluso con los ojos abiertos.

• En realidad, están dormidos y por eso no responden al contacto de los padres ni miran directamente a los ojos.

¿Qué podemos hacer si el niño tiene terrores nocturnos?

• Prevención. Es lo mejor, consiste en intentar que el niño se acueste descansado y tranquilo como forma de evitar estos episodios en gran medida. Los terrores suelen ocurrir cuando el niño llega muy cansado, física o emocionalmente, al momento del sueño.

• Permanecer junto a él de forma discreta cuando aparece el episodio. De este modo se evita que se haga daño y que si se despierta no esté tan confuso ya que la presencia de los padres le tranquilizará. La mayoría no admiten el contacto físico y, si se le intenta coger, es posible que lo rechace y empuje.

• No intentar despertarle. Seguramente no se conseguirá el despertar, y si se logra, solo se romperá el ciclo del sueño y en algún caso, se puede asustar al niño. El niño no sabe lo que le está pasando. Cuando despierte, no recordará nada y volverá a dormirse al cabo de diez minutos aproximadamente como si nada hubiese pasado.

• En niños mayores, puede que sí se den cuenta porque los padres les preguntan y acaban pensando que les ocurre algo. Es preferible no preguntarle qué le ocurrió.

• Despertares programados. Solo si son muy frecuentes y el niño se lesiona, se podría probar siempre asesorados por un profesional.

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