Trastornos De Personalidad
Enviado por Aracelita91 • 8 de Mayo de 2013 • 2.000 Palabras (8 Páginas) • 328 Visitas
Introducción:
La siguiente monografía posee un objetivo central: Lograr una aproximación al concepto de trastornos de personalidad. A continuación se procederá a la definición de los conceptos de persona, personalidad. De este modo podrá notarse que existen concepciones heterogéneas de la misma, por lo cual lo mismo sucede con respecto al concepto de trastornos de personalidad. Esto se debe a que en la idea de “perturbación de la personalidad” existe una idea de personalidad subyacente, que será diferente según el autor.
Monografía: “Trastornos de personalidad”
El término actual "personalidad" deriva del uso en latín clásico del término "persona". La personalidad alude a lo más profundo. Su significado alude al actor, el cual es más importante en el marco de la tragedia. Es este último (el actor) el que debe traer a escena al personaje. Con respecto al término "persona", el mismo se utilizaba para designar las máscaras o caretas que los actores romanos empleaban en sus representaciones. Por otra parte la palabra persona significa "sonar con fuerza" o "resonar". Los actores de teatro grecorromanos utilizaban máscaras, éstas hacían que su voz sonara con más fuerza. A los actores con máscara se les llamaba personas y representaban a gente noble o distinguida de la sociedad del momento. Por último para los griegos existía la noción de “persona” a partir de la idea de que existía algo en el hombre que trascendía su ser “parte del cosmos” o “miembros del estado-ciudad”.
A partir de lo expuesto anteriormente, se puede entender a la personalidad como un atributo de la persona. Igualmente existen muchas definiciones de la misma. Es por ello que el concepto de “trastornos de personalidad” posee interpretaciones heterogéneas, que se encuentran en función del esquema referencial del autor en cuestión. Según la O.M.S., la personalidad es “el patrón enraizado de modos de pensar, sentir y comportarse que caracterizan el modo de adaptarse, el estilo de vida propio y único de la persona que son el resultante de factores evolutivos, constitucionales y sociales”. Existen patrones complementarios que afectan muchos dominios conductuales. Se encuentran frecuentemente (no siempre) asociados con un malestar subjetivo y trastornos en el funcionamiento social.
Existen diferentes criterios y métodos con los que se clasifican los tipos y trastornos de personalidad. Uno de los más importantes es el enfoque de Cloninger. Este autor ha desarrollado, en los últimos 15 años, un método de evaluación de la personalidad basado en los conocimientos actuales de la psicobiología de la conducta. El cuestionario autoaplicado TCI, elaborado en 1994, intenta valorar las siete dimensiones de su modelo de personalidad; cuatro del Temperamento y tres del Carácter. De esta manera explica las personalidades normales y patológicas. Para Cloninger la personalidad es un complejo sistema jerárquico que puede ser naturalmente descompuesto en distintas dimensiones psicobiológicas del temperamento y el carácter. Está definida por las diferencias individuales en los sistemas de adaptación implicados en la recepción, procesamiento y almacenaje de la información sobre el entorno. Especifica sistemas psicofísicos implicados en el aprendizaje, sea en términos de los sistemas neurales subyacentes o de los estímulos sociales y ambientales implicados en el desarrollo y cambio de la personalidad.
Cloninger define al temperamento como las ente respuestas, las respuestas emocionales automáticas a los estímulos . Se encuentran centradas en el sistema límbico, lo cual les brinda estabilidad a lo largo de la vida. Es innato. Las cuatro dimensiones del temperamento según Cloninger son:
1- Evitación del Daño
2- Búsqueda de Novedad
3- Dependencia de la Recompensa
4- Persistencia
La trama temperamental integra el papel de ciertas aminas cerebrales (serotonina, dopamina, noradrenalina) en la regulación de la conducta. En esta trama es considerado fuertemente el patrón de rasgos heredados. Las escalas de temperamento miden las variaciones individuales en cuatro mecanismos psicobiológicos de adaptación al entorno, mientras que las de carácter reflejan características aprendidas que tienen que ver con el autoconcepto.
La búsqueda de la novedad se refiere a una tendencia heredable hacia la excitación en respuesta a los estímulos novedosos. Este rasgo conduce a conductas exploratorias en busca de recompensa o de evitación de la monotonía. La evitación del daño es una tendencia heredada a responder intensamente a indicadores de estimulos aversivos, aprendiendo por ello a inhibir la conducta con el objeto de evitar el castigo. La dependencia de la recompensa es una tendencia heredada a responder intensamente a signos de recompensa (particularmente a signos verbales de aprobación social o sentimental).
Cada una de las cuatro dimensiones agrupa un conjunto de características conductuales, emocionales y cognitivas que la definen, y están asociados a determinados sistemas cerebrales que modulan la activación, el mantenimiento y la inhibición de la conducta en respuesta a tipos específicos de estímulos.
Con respecto al concepto de carácter Cloninger destaca que los humanos son concientes de sí mismos, y de metas y valores escogidos individualmente. El carácter es lo que hacemos con nosotros mismos intencionadamente, a partir del aprendizaje en el medio sociocultural, y se compone de valores, metas, estrategias de afrontamiento y creencias sobre uno mismo y el entorno. Las tres dimensiones del carácter; Cloninger (1994) .
1- Autodirección
2- Cooperación
3- Autotrascendencia
Estas características, de baja heredabilidad, se modifican a lo largo de la vida y maduran en la edad adulta. Influyen en las intenciones y actitudes voluntarias y en la efectividad personal y social. Desde el momento que se produce aprendizaje los mecanismos neurobiológicos heredados ya no influyen en la conducta de manera inmediata (no mediada) sino que actúan amalgamados con nuevas tendencias conductuales originadas en otras estructuras cerebrales, y que disfrazarán su expresión.
La Autodirección es la habilidad de la persona para controlar, regular y adaptar la conducta ajustándola a la situación de acuerdo con sus propias metas y valores. Se relaciona con la madurez, la integridad personal y la autoestima, la posesión de recursos propios y eficaces de afrontamiento, y en general con una buena adaptación personal, y refleja el grado en que el sujeto se percibe a sí mismo como un individuo autónomo.
La
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