Usach

Solución #1

Como la idea de hacer desaparecer los transgénicos es algo utópica, los gobiernos deberían establecer una ley que obligue a empresas de alimentos a especificar su contenido alimenticio en las etiquetas de sus productos, nombrando la empresa a la cual le compró las semillas, y estas empresas a su vez, tener información disponible al público sobre sus semillas.

Y para que se cumpla esta normativa, fiscalizar si las empresas están cumpliendo los requisitos o no, imputando a través de multas de gran tamaño para evitar lo que actualmente pasa: a las empresas les conviene más pagar dicha multa que implementar lo que se les ha impuesto.

Así mismo, los impuestos correspondientes a alimentos, deberían subir para aquellas empresas que utilizan transgénicos, a la vez que se da más acceso a semillas no modificadas y a procesos más ecológicos para la mantención de plantaciones.

Todo esto acompañarlo de campañas gubernamentales para informar a las personas sobre las daños colaterales del utilizo de semillas transgénicas, y no solo dar un enfoque de salud, sino también informar sobre todo el proceso de creación y plantación de la semillas. Así estaríamos creando opciones y la oportunidad de dar a elegir a las personas sobre qué quieren alimentarse.

Solución #2

Prohibir llenamente la creación, exportación e importación de semillas transgénicas -u alimentos hechos de estas semillas- en nuestro país; apoyar al pequeño agricultor y establecer un comercio de alimentos pro-ecológicos, y que sea de fácil acceso para la población.

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