Valores2 Aprendizaje Para Un Buen Ejemplo A Los Niños
Enviado por karale • 6 de Marzo de 2012 • 3.581 Palabras (15 Páginas) • 789 Visitas
Internet control del tiempo y contenidos
Tanto el uso de las computadoras como el acceso a Internet forman parte de las experiencias cotidianas de nuestro mundo actual. Negarles el acceso a nuestros hijos es limitarlos en el uso de una herramienta muy valiosa para su desarrollo. De todos modos, debemos estar atentos a los riesgos que puede presentar.
Ventajas
Es indudable que el uso de la computadora tiene muchas ventajas para un niño. Existen innumerables juegos que desarrollan habilidades cognitivas y favorecen la concentración. Y no se trata solamente de aquellos que son considerados didácticos sino muchos otros como los juegos de estrategia o de deporte que ayudan a madurar nociones espaciales y lógico-matemáticas.
Para los más pequeños se encuentran disponibles una gran cantidad de juegos de emparejar, colorear, reconocer letras o promover la repetición que profundizan conocimientos apropiados para su edad.
Familiarizar a nuestro hijo con el uso de la computadora y de Internet es, también, incluirlo en una de las prácticas culturales de nuestra época.
Riesgos
Si bien las computadoras pueden ser aliadas en el desarrollo de nuestros hijos, también presentan algunos riesgos.
Pasar mucho tiempo delante de una pantalla incrementa el riesgo de obesidad. Esto se debe a que aumenta el sedentarismo y la ingesta de refrigerios, sin demasiado autocontrol de las cantidades comidas por la distracción a la que el niño se haya sometido.
Por otro lado, se ha comprobado que acentúa la ansiedad y el insomnio infantil. Los pequeños que pasan muchas horas delante del ordenador están expuestos a un excesivo estímulo que puede perjudicar sus capacidades de espera y relajación.
Lo más peligroso es que muchos juegos disponibles en internert promueven comportamientos agresivos. Al presentar imágenes que parecen muy reales para los niños que aún tienen dificultad para diferenciar la ficción de la realidad, promueven conductas que interfieren en una relación aceptable con sus pares y con los adultos.
Limitar el tiempo
Se recomienda moderar el tiempo que los niños pasan delante de una pantalla a no más de dos horas diarias. Recuerde que las horas que un pequeño destina a jugar con su computadora es tiempo que pierde de compartir con sus pares, de jugar, de explorar, de disfrutar del aire libre o de conversar con sus padres.
Es muy importante, entonces, establecer límites claros y consistentes acerca del tiempo utilizado frente a la computadora. Una buena idea es disponer horarios fijos de uso para no dar lugar a discusiones o intentos de negociación. En las familias en las que hay más de un hijo, organizar una planilla con horarios es una buena estrategia para evitar conflictos entre hermanos.
Controlar contenidos
Resulta imprescindible controlar el material al que tiene acceso nuestro hijo. Debemos evaluar su calidad y su adecuación a la edad. Hay programas que no son malos en sí pero nuestro niño no tiene la madurez suficiente para usarlos.
Uno de los riesgos a ser evitados es la posibilidad de que nuestro pequeño esté conectado a Internet sin la instalación de adecuados filtros.
Los programas de chat-charlas en vivo son, probablemente, el peligro más importante. Ellas pueden exponer a un niño a la manipulación de un adulto desconocido. Las redes de pornografía infantil utilizan estos descuidos de los padres para conectar a los pequeños.
Para tener en cuenta
Supervisar el uso del ordenador.
Instalar la computadora en un lugar visible de la casa.
Limitar el acceso a páginas de Internet no deseadas.
Asegurarse que el material es adecuado para su edad.
Evitar hacer demasiadas advertencias de peligro para no estimular la curiosidad del niño.No dejar conectada la función de chat.
Compartir con nuestro hijo momentos de juego con la computadora.
¡Para divertirnos mientras viajamos!
A la hora de hacer un viaje largo en automóvil muchos padres nos preguntamos si podremos hacerlo en calma. Después de cierto tiempo resulta casi inevitable escuchar la pregunta de nuestros hijos: "¿Falta mucho?". Cuando las agujas del reloj avanzan aún más, las preguntas dejan lugar a los berrinches, a las peleas y al irremediable llanto.
De nosotros depende conseguir que nuestros niños no se aburran en el trayecto. Les proponemos aquí una serie de juegos que harán más entretenido el viaje.
A la hora de hacer un viaje largo en automóvil muchos padres nos preguntamos si podremos hacerlo en calma. Después de cierto tiempo resulta casi inevitable escuchar la pregunta de nuestros hijos: "¿Falta mucho?". Cuando las agujas del reloj avanzan aún más, las preguntas dejan lugar a los berrinches, a las peleas y al irremediable llanto.
El guía
Antes de partir podemos hacer un mapa sencillo del itinerario del viaje y decirle a nuestro hijo que será el encargado de orientarnos para que no nos confundamos de camino. Para que el juego resulte es indispensable indicarle al pequeño dónde nos encontramos en cada momento para que pueda ubicarse en el mapa. Si el niño ya tiene edad para comprender el funcionamiento de una brújula, puede llevar una e ir observando los cambios de dirección, aunque conviene explicarle que muchas de ellas se vuelven "locas" dentro de un automóvil.
El GPS es también un buen recurso para que nuestro hijo oficie de guía de viaje.
Ni "si", ni "no", ni "blanco", ni "negro"
Uno de los participantes interroga a los demás acerca de los más variados temas. Por ejemplo: "¿Tienes ganas de comer chocolate?" o "¿De qué color es el cielo de noche?" La consigna del juego es no responder con las palabras: "si", "no", "blanco" o "negro". En caso de que esto suceda el participante pierde un punto y se vuelve a empezar la ronda.
Adivina, adivinador
Las adivinanzas son una muy buena forma de pasar el tiempo cuando nos encontramos dentro del automóvil. Conviene preparar con anticipación unas cuantas teniendo siempre en cuenta que sean adecuadas para la edad de nuestro hijo. Si son demasiado difíciles o muy fáciles se aburrirá pronto.
También podemos animarlo a que invente sus propias adivinanzas y nos desafíe con ellas.
Veo, veo
Este tradicional juego permite estimular el sentido de observación y la concentración de nuestro pequeño.
Uno de los jugadores elije un objeto que se encuentre dentro del automóvil y anuncia: "veo, veo". Los demás preguntan: "¿qué ves?". A lo que el primero responde: "una cosa".
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