Existen tres tipos de bautismos: el Bautismo en agua, En el Espíritu Santo y en el cuerpo de Cristo.
Enviado por walerojas • 8 de Marzo de 2016 • Ensayo • 2.283 Palabras (10 Páginas) • 690 Visitas
BAUTISMO EN EL CUERPO DE CRISTO
Existen tres tipos de bautismos: el Bautismo en agua, En el Espíritu Santo y en el cuerpo de Cristo.
- El bautismo en agua es una orden para salvarnos y es efectuada por los hombres.
- El bautismo en el Espíritu Santo es un regalo que Él nos da para envestirnos de poder, y es efectuado por Jesús.
- El bautismo en el Cuerpo de Cristo es para unirnos en un solo equipo y funcionar como un solo cuerpo, y lo realiza el Espíritu Santo.
1ra. Corintios 12:13: Podemos ser de diferentes razas, países pero lo que importa es que fuimos bautizados por el mismo Espíritu Santo para formar una sola iglesia y un solo cuerpo y Dios nos dio el mismo Espíritu Santo.
Romanos 12: 4 – 5: Nuestro cuerpo tiene varias partes pero no ejercen la misma función y así es la iglesia tiene muchos miembros pero todos forman el cuerpo de Cristo.
Debemos tener claro que todos nosotros hemos sido unidos por el Espíritu Santo para ser uno solo con Él y para trabajar en una misma visión, cada uno tiene diferentes habilidades y dones que nos dio y debemos utilizarlos para cumplir nuestro fin común.
Hay dos tipos de crecimiento:
- Individual como persona
- Del cuerpo de Cristo, que es su iglesia. Debemos buscar que su iglesia crezca hasta que esté totalmente formada, ya que hay que anunciar el evangelio hasta que Jesús vuelva.
Dios nos ha dado diferentes dones a cada uno, pero debemos comprender que aunque tengamos dones diferentes, somos un mismo cuerpo, realizamos una misma función que es anunciar el evangelio a todo el mundo, tenemos que saber que todos somos necesarios.
- El Espíritu Santo nos hace uno
Cuando somos salvos, el Espíritu Santo nos toma y nos hace parte del cuerpo de Cristo.
1ra. Corintios 12: 12 – 31: Cada parte del cuerpo es importante y si no hay una parte no hay equilibrio, este pasaje nos hace ver cuatro cosas importantes:
- No puedes menospreciarte a ti mismo
- Debes estar contento donde Dios te coloco y hacer con excelencia la tarea que Él te dio.
- No debes menospreciar a otros.
- Preocúpate por alguien más, y que alguien más se preocupe por ti.
- El amor que debe existir entre nosotros:
La evidencia de que somos un mismo cuerpo es el amor que debe haber entre nosotros.
1ra. Juan 3:14: El amor que nos tenemos es una muestra que ya no estamos muertos, sino que ahora vivimos, y si no demostramos eso es porque estamos bajo el poder de la muerte.
1ra. Tesalonicenses 4:9: Dios nos ha enseñado a amarnos unos a otros y como miembros de la iglesia.
1ra. Juan 4:20: Para demostrar que amamos a Dios debemos amarnos unos a otros, y si no lo hacemos es mentira que amamos a Dios, porque si no podemos amar al hermano que vemos mucho menos a dios que no lo podemos ver.
QUE SEAN UNO
La oración de Jesús
Una de las últimas peticiones que Jesús hizo a nuestro Papito Celestial fue que permaneciéramos en unidad y en un mismo sentir. Jesús estaba consiente que el ya no iba a estar en este mundo pero nosotros nos íbamos a quedar en este mundo y le preocupaba que nos separáramos y nos perdiéramos. (Juan 17:11 – 13)
Los discípulos de Jesús, aunque ya lo seguían a él, no eran perfectos en unidad, tuvieron disputas entre ellos o tenían deseo de sobresalir sobre los otros, pero tuvieron a Jesús para guardar la unidad y les enseño como hacerlo.
En la última cena Jesús oró para que fueran uno, como él había guardado la unidad en todo ese tiempo, él le pidió a Papito Celestial para que los guardara del mal y mantuviera la unidad. Y también oro por todos nosotros para que fuéramos uno. (Juan 17:20 – 23)
Jesús también oró para que no hubiera divisiones entre aquellos que creerían en él al ser predicado el evangelio. Por esa razón no debería haber divisiones entre las distintas redes.
Jesús dijo que nos había dado la gloria que el Padre le había dado para que fuéramos uno. La unción de Dios une, no divide. Cuando permanecemos unidos a Jesús, permaneceremos unidos a su cuerpo. Cuando mantenemos esa unidad manifestamos al mundo el amor de Dios y así ellos creerán que el Hijo fue enviado a salvar a la humanidad.
Solícitos en guardar la unida
Efesios 4:1 – 3.
Como hijos y siervos de Dios debemos caminar con la dignidad que nuestra posición y llamado ameritan. De igual forma que de los gobernantes se espera un determinado protocolo, de nosotros como obreros suyos se espera un comportamiento humilde y manso, que sea solícito en guardar la unidad del Espíritu en ese vínculo de paz.
Debemos esforzarnos en guardar la unidad así como Jesús guardó a sus discípulos para que fueran uno. La unidad es algo que debe procurarse pues las obras de la carne tienden a la desunión, como los pelitos, iras, contiendas, gritería y cosas semejantes. Por eso debemos guardar nuestro corazón. Ahora que Jesús no está físicamente con sus discípulos, se nos dice que debemos ser solícitos en guardar esa misma unidad en el Espíritu por la que el maestro oró en la última cena.
Para guardar esa unidad se nos dice que debemos soportarnos los unos a los otros con sencillez, debido a que todos somos diferentes.
La bendición de ser uno
Un beneficio de la unidad es el crecimiento personal que recibimos como miembros del cuerpo, así como el crecimiento numérico de la congregación. Este crecimiento lo recibe la iglesia de parte del Señor al estar el cuerpo bien unido entre sí, ayudándose los unos a los otros. Efesios 4:15 – 16. 1 Corintios 1:10.
Cuando hay unidad de corazón habrá un mismo idioma entre nosotros, pues la boca manifiesta el deseo del corazón. Así como en las palabras se manifiesta la unidad, también a través de ellas se nota cuando hay divisiones. La murmuración, el chisme y las discusiones revelan el sentir dividido del corazón. Si hablamos lo mismo es porque nuestro corazón está en un mismo sentir.
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