Espiritu Santo
Enviado por seur82 • 21 de Marzo de 2014 • 1.936 Palabras (8 Páginas) • 303 Visitas
EL ESPIRITU SANTO
El Espíritu Santo es una persona real que vino a vivir dentro de los verdaderos seguidores de Jesucristo después de que Jesús resucitara de la muerte y subió a los cielos (Hechos 2). Jesús dijo a sus discípulos...
"Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que este con vosotros para siempre. El Espíritu de la verdad, al cual el mundo no pueden recibir, porque no le ve, ni lo conocen; pero nosotros lo conocéis, porque mora con vosotros y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos: vendré a vosotros." (Juan 14:16-18)
El Espíritu Santo no es superficial ni una sombra celestial, tampoco una fuerza impersonal. Es una persona igual del mismo modo que Dios el Padre y Dios el Hijo. Es considerado el tercer miembro de la trinidad. Jesús dijo a sus apóstoles...
"Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced mis discípulos a todos los habitantes del mundo; bautizadlos en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, y enseñadles a cumplir todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estaré todos los días, hasta el fin del mundo." (Mateo 28: 18-20)
Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y todas las cualidades divinas atribuidas al Padre y al Hijo, son igualmente atribuidas al Espíritu Santo. Cuando una persona nace de nuevo por creer y recibir a Jesús (Juan 1:12-13; Juan 3:3-21), Dios habita en esa persona a través del Espíritu Santo (1ª Corintios 3:16). El Espíritu Santo tiene intelecto (1ª Corintios 2:11), emoción (Romanos 15:30), y voluntad propia (1ª Corintios 12:11)
La función principal del Espíritu Santo es ser el testigo de Jesús (Juan 15:26; 16:14). Él habla a los corazones de la gente la verdad de Jesús. El Espíritu Santo además actúa como maestro de los cristianos (1ª Corintios 2: 9-14). Les revela la voluntad de Dios y la verdad de Dios. Jesús dijo a sus discípulos...
"Pero el Espíritu Santo, el Defensor que el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que os he dicho." (Juan 14:26)
"Cuando venga el Espíritu de la verdad, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oye y os hará saber las cosas que van a suceder." (Juan 16:13)
El Espíritu Santo ha sido dado para vivir dentro de quienes creen en Jesús, con la función de reflejar el carácter de Dios en la vida de un creyente. De forma que no podamos hacerlo a nuestra manera, el Espíritu Santo impartirá en nuestras vidas amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio (Gálatas 5:22-23). Por encima de intentar ser amado, paciente, amable, Dios nos pide que dependamos en Él para que reflejemos estas cualidades en nuestras vidas. De esta manera, los Cristianos lo llaman vivir en el Espíritu (Gálatas 5:25) y ser llenados con el Espíritu Santo (Efesios 5:18). Y el Espíritu Santo da las fuerzas a los cristianos para cumplir las tareas o misiones ministeriales que dan lugar al crecimiento espiritual en los Cristianos (Romanos 12; 1ª Corintios 12; Efesios 4)
El Espíritu Santo además hace una función para los no son cristianos. Él los convence hablando directamente a los corazones de la gente de la verdad de Dios respecto a que son pecadores -y que necesitan el perdón de Dios; la honradez de Jesús - Él murió en nuestro lugar, por nuestros pecados; y que Dios juzgará al mundo y aquellos que no le conocen (Juan 16: 8-11). El Espíritu Santo habla directamente a los corazones y mentes, pidiéndonos que nos arrepintamos y nos volvamos a Dios para que nos perdone y nos dé nueva vida.
El Bautismo en el Espíritu Santo
El bautismo del Espíritu Santo puede ser definido como la obra mediante la cual el Espíritu de Dios coloca al creyente, al momento de la salvación, en unión con Cristo y en unión con otros creyentes en el Cuerpo de Cristo. 1 Corintios 12:12-13 y Romanos 6:1-4 son los pasajes centrales en la Biblia donde encontramos esta doctrina. 1 Corintios 12:13 dice, “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.” Romanos 6:1-4 dice: “¿Qué pues diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿Cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús hemos sido bautizados en Su muerte? Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” Aunque Romanos 6 no menciona específicamente el Espíritu de Dios, sí describe a los creyentes posicionalmente delante de Dios y 1 Corintios 12 nos dice cómo sucede esto.
El bautismo del Espíritu Santo hace dos cosas:
- Nos une al Cuerpo de Cristo.
- Realiza nuestra co-crucifixión con Cristo.
El estar en Su cuerpo significa que somos resucitados con Él a una vida nueva (Romanos 6:4). Debemos entonces ejercitar nuestros dones espirituales para mantener funcionando ese cuerpo apropiadamente como se nos dice en el contexto de 1 Corintios 12:13. El experimentar el bautismo de un mismo Espíritu sirve como base para guardar la unidad en la iglesia, como está en el contexto de Efesios 4:5. Estando asociados con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección a través del bautismo del Espíritu, establece las bases para estar conscientes de nuestra separación del poder perseverante del pecado y nuestro caminar
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