Mujeres fuertes, mujeres vulnerables

Mujeres fuertes, mujeres vulnerables.

1.0 Introducción:

¿A qué magnitud está dispuesta la sociedad a aceptar la cosificación, marginación y maltrato de la mujer? Es la primera pregunta que surge en mi cabeza al saber que alrededor de todo el mundo y en mi país, las mujeres son tomadas cómo objeto o entretenimiento sin tomar en cuenta su humanidad y su integridad física y moral. En este ensayo se expondrá particularmente la situación de las mujeres en Siria quienes se encuentran en guerra y en situaciones deplorables.

Mujeres sin protección masculina, incluyendo niñas, son forzadas a mantener relaciones sexuales con agentes de la ONU quienes se encargaban de repartir ayuda humanitaria a las comunidades, pero por cuestiones de distancia y circunstancias de terreno, la ayuda no llegaba a ciertas regiones, y las mujeres que se encontraban refugiadas tienen que ir por la ayuda hasta los centros de distribución. Anteriormente ya se habían dado casos así, y la recurrencia es tanta que ya es estigmatizado el hecho de acudir a alguno de estos centros, pues todos especulan lo que ocurre en ese lugar. ^[1]

El objetivo del presente ensayo será defender y entender la postura de las afectadas bajo la hipótesis de que son víctimas que la ONU debe proteger de los abusos de sus propios agentes. Puesto que la retención de ayuda a personas que realmente lo necesitan y que además deben pasar un momento desagradable para obtenerla, es completamente inhumano. Apoyando la continuidad y el debido proceso de la demanda presentada por la asociación Care, quienes reprueban estos actos y son portavoces de las víctimas.

Y contrarrestando se presenta un análisis cultural de las mujeres de estas áreas, que en efecto están adaptadas a la idea de ser sometidas, y que además los efectos que tiene el acometimiento sexual en realidad, beneficia a toda una comunidad. Y es interesante ver, cómo a pesar de toda la adecuación cultural que tienen, siguen sintiendo la agresión y el abuso.

Los argumentos a favor serán defendidos con las aportaciones de Sayak Valencia en su libro de Capitalismo Gore, en el cual me apoyaré para argumentar la cosificación del género femenino, y la poca relevancia que se le da, a tal grado que instituciones cómo la ONU, dejan que situaciones como estas sigan pasando y no interfieren en tomar medidas. Por el contrario son instituciones externas quienes se encargan de llevar la investigación.

En los argumentos en contra me basaré en la obra de James Rachels con el enfoque utilitarista, tomando en cuenta que la ayuda está siendo distribuida a las comunidades a cambio de servicios sexuales con las mujeres de las áreas refugiadas; acto del cual se benefician muchas personas.

2.0 Argumentos a favor de la demanda:

2.1 Ironía de roles.

Para las mujeres Sirias, desacostumbrarse de su rol que su cultura les ha impregnado desde la infancia, el cual se caracteriza por la sumisión toma un lugar importante en esta cuestión,  puesto que no magnifican o no les parece relevante el hecho de que alguien abuse de ellas o sean mediadoras carnales de un recurso de naturaleza humanitario. Existía ya una denuncia ya presentada desde hace 3 años en contra de tales actos, la cual no tuvo procedimiento y volvió a surgir gracias a la investigación de Danielle Spencer^[2]. Quien junto a organizaciones sociales presentaron de nuevo las acusaciones de la ONU quien aseguró no estar al tanto, pero a decir verdad no están tomando cartas en el asunto. Cito a  Bhabha quien me hace pensar en esas mujeres de Siria: “They begin to identify with colonized rather than the colonists” ^[3] (Bhabha, 1984; Rahman, 1984,148) hablando de mujeres que han cambiado su perspectiva partiendo de lo que su sociedad les ha dicho que son, hacia un criterio propio de cómo ellas lo perciben y lo que les gustaría ser.

En este caso el cambio de roles y perspectivas no se da por gusto, si no por necesidad, dado que miles de hombres han sido desplazados a la guerra y las mujeres que han estado bajo esta ideología toda su vida, de repente son quienes tienen que tomar la batuta en los hogares y refugios para volverse proveedoras. Aquellas mujeres “vulnerables” han aceptado pasar por un acto sumamente denigrante para poder alimentar a sus familias y no sólo eso, hay que tomar en cuenta que ni siquiera los agentes de la ONU están dispuestos a atravesar la distancia y el terreno que separa a esas aldeas de los centros de distribución, sin embargo ellas hacen lo necesario por recibir la ayuda. Situación que me hace describirlas con adjetivos totalmente contrarios a los que devienen sentimientos de debilidad, o en este caso vulnerabilidad.  

        2.2 Repugnante cosificación de la mujer.

Las mujeres dejan de ser personas y pasan a ser la solución carnal. Me atrevo a decir que este fenómeno es una muestra más del capitalismo Gore, pues recaba dichas características que a continuación mencionaré:

1.- Cito: “La división entre especialistas de la violencia y oportunistas deja fuera la discusión sobre como dilucidar el hecho de que la apropiación ilícita del cuerpo del Otro se convierta en mercancía de intercambio”. (Valencia 2010, 108)

Para efectos de este argumento tomare sólo en cuenta el oportunismo de los agentes de la ONU al abusar de las condiciones de las mujeres Sirias y la ventaja que tenían en brindar ayuda, por lo tanto estos intercambiaban transporte y alimentos por favores sexuales, es decir era una transacción con un método de pago completamente gore.  Incluso se ha fomentado el matrimonio con niñas por periodos determinados que aseguran el abastecimiento de municiones a las familias de las mismas.

2.- De acuerdo con Valencia:

“Paradójicamente, al mismo tiempo que la importancia del cuerpo se nos vende como mercancía […], existe un movimiento inverso que realizan los sujetos endriagos. Estos tienden a descentralizar el cuerpo […] para poder comercializar con él a manera de mercancía de intercambio o con su muerte como objeto de trabajo.” (Valencia 2010, 141)

 La violencia implicada es sumamente capitalista en la tendencia gore, gracias a la privación de bienes necesarios para la supervivencia, ponen al alcance de las mujeres sirias la oportunidad de obtener lo que la ONU les manda, pero con un filtro violento que por supuesto no debería ser implementado. En síntesis, es un intercambio de sexo por municiones o en otras palabras, la determinación de la muerte o la vida de muchas personas. Atentando contra la esperanza de tener un bienestar libre.

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