Antropologías filosóficas y el hombre de hoy

Formación religiosa IV

Actividad 5.                                 Antropologías filosóficas y el hombre de hoy.

Cardenas Gisela

“Es preciso destruir el muy difundido prejuicio de que la filosofía es algo sumamente difícil por ser una actividad intelectual propia de una determinada categoría de científicos especialistas o de filósofos profesionales y sistemáticos. es preciso, por lo tanto, demostrar antes que nada , que todos los hombres son filósofos…” Antonio Gramsci

La antropología filosófica es una especialidad perteneciente a la filosofía, la cual se encarga del estudio filosófico del hombre, específicamente de su origen o naturaleza; para así determinar la finalidad de su existencia, así como la relación con los demás seres. En la antropología filosófica el hombre es sujeto y objeto al mismo tiempo.1

En tanto φιλο –amor- y ςοφια −sabiduría- busca el saber de las cosas, su ser y su significación para cada hombre. La filosofía está presente en la vida de cada ser humano pues guía su pensar y proceder, implica su manera de ver la realidad y de vivir frente a ella.

Antropología materialista

“[…] porque las verdades de la realidad histórica son tan claras, tan evidentes, y tan palpables, que tarde o temprano toda inteligencia honrada las comprende”. – Fidel Castro Ruz

El materialismo es la doctrina filosófica que postula que la materia es lo primario y que la conciencia existe como consecuencia de un estado altamente organizado de ésta. El materialismo afirma que el mundo es material y que existe objetivamente, independientemente de la conciencia. Según esta concepción, la conciencia y el pensamiento se desarrollan a partir de un nivel superior de organización de la materia, en un proceso de reflejo de la realidad objetiva.2

Ya desde la antigüedad los principios de la naturaleza fueron fundamentación y explicación de todo lo existente. Los presocráticos consideraron al agua (Thales), el fuego (Heráclito), el aire (Anaxímenes), el ápeiron –infinito- (Anaximandro). Posteriormente la realidad fue concebida como materia desde autores como Leucipo y Demócrito (S. V y IV aC) de quienes surge el concepto ατομο –átomo-, partícula material infinitesimal que compone todo y el hombre también es un compuesto de ello. En la misma época, Empédocles explica la realidad y el hombre desde la combinación de los famosos cuatro elementos naturales –tierra, aire, fuego y agua y el hombre es el resultado de la combinación de los mismos en un grado mayor. En la modernidad, autores como Henri Bergon (1859-1941) se enrolan en la corriente del científico evolucionista y considera que la realidad es fruto de dicho proceso natural, en el mismo enfoque que C.Darwin y otros científicos. Así, crea el concepto de "elám vital" -fuerza vital- que anima todo y que está en pleno desarrollo y expansión. El hombre es materia viviente evolucionada en un grado determinado.

El materialista es aquel que sabe reconocer en todas las situaciones, que sabe concretar, dónde está el ser y dónde está el pensamiento. Ejemplo: el cerebro y nuestras ideas. El

1 https://conceptodefinicion.de/antropologia-filosofica/

2. Revista de Filosofía, 2 (enero, 2006). 7  HIDALGO TUÑÓN, Alberto: «Materialismo Filosófico».

3https://www.periodicolibertad.org/

materialista identificará al cerebro, pues, como el ser y a nuestras ideas corno el pensamiento. Razonará diciendo: el cerebro (el ser) es el que produce nuestras ideas (el pensamiento)3

Antropología espiritualista y dualista

“El hombre tiene un alma unida al cuerpo, y necesita unir a ambos simultáneamente, si bien el alma tiene primado sobre el cuerpo”. Platón

El Dualismo es una doctrina filosófica que explica el origen y la naturaleza del universo a partir de la creencia de la acción de dos esencias o principios diversos y contrapuestos, por ejemplo la pugna existente entre el bien y el mal son un clarísimo ejemplo de dualidad.4

Esta corriente se encuadra en el pensamiento de Platón (S.V aC), para quien la realidad está compuesta por dos mundos: el ideal y el terrenal. Ello se percibe en el carácter racional del hombre pues posee “ειδος” – ideas- las cuales al referirse a las cosas de la realidad son plenas y perfectas (no les falta nada), p.e.: idea de árbol. Sin embargo en la realidad los árboles no llegan a cumplir con esa idea de perfección, pues siempre cuentan con características limitadas e imperfectas de esa idea. Por lo tanto, las ideas provienen de otra realidad: el mundo de las Ideas. Esa realidad es perfecta, intelectual, eterna, infinita, simple donde las “eidos” son cosas verdaderas pero intelectuales y son contempladas por las “ανιμας” –almas-. El Demiurgo dispuso que estas ανιμας vengan a este mundo terrenal a unirse a la materia y se conforme el αντροπος –hombre- compuesto de anima y materia. Pero el hombre es verdaderamente el anima, pues es donde está la naturaleza suprema, intelectual, y el hombre debe vivir por la actividad intelectual y no material, es el estudio, la meditación, la reflexión y la vida por los ideales: la verdad, el bien, la belleza, la justicia, la virtud. Es allí donde el hombre alcanza la realización plena de su ser y su anima merecerá desprenderse del cuerpo y volver al mundo de las Ideas a contemplarlas. Las almas que no viven de ese modo quedan en este mundo en las cosas materiales. Así, es una antropología espiritualista y dualista, pues el hombre principalmente es el alma y no está integrada con el cuerpo.

Desde este punto de vista, cuerpo y alma tienen dos realidades distintas pero interactúan de un modo constante. De hecho, un malestar anímico puede tener su reflejo en el plano corporal.

Así ocurre, por ejemplo, con la somatización del estrés que puede producir problemas digestivos, alteración del sueño, dolor de espalda...

Del mismo modo, el ámbito corporal también influye a nivel emocional como muestra el hecho de que una persona que sufre una enfermedad grave tiene que hacer un esfuerzo mayor por ser optimista y permanecer contenta que alguien que tiene salud.

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