Camino A Cristo
Enviado por jod1 • 30 de Marzo de 2015 • 1.603 Palabras (7 Páginas) • 171 Visitas
Camino a Cristo
Capítulo I
AMOR SUPREMO
Por medio de la naturaleza Dios manifiesta su grande amor hacia nosotros de manera visual y tangible. Por medio de su palabra nos muestra su amor a través de la historia de la humanidad. Mas sin embargo, fue la encarnación de su amado Hijo quien nos mostro la evidencia suprema de “Dios con nosotros”.
Jesús hizo manifiesto su amor por medio de sus principios prácticos y vivos, también nos mostró una clara forma de relación con los diversos tipos de personas y en medio de un mundo agobiado por el maligno, sanó las dolencias de los hombres. Y cuando hubo realizado toda su obra de amor, se dio a sí mismo para garantizar nuestro rescate, resurrección y acceso al cielo por medio de Él, a quien rendimos honra y gloria.
Capítulo II
LA MÁS URGENTE NECESIDAD DEL HOMBRE
Salido de la mano del Altísimo el hombre era perfecto, imagen de Dios, pero Satanás desfiguró la magnífica obra de la creación; ahora estamos tan llenos de pecado, y malos hábitos. Cristo es nuestra única solución El es la escalera que une el cielo con este mundo, es quien puede transformarnos, tiene poder para hacerlo, Él, que venció toda tentación y pensamiento inmundo nos capacita hoy para vencer cualquier pecado, nos transforma de nuevo en seres que glorifican al Eterno con sus actos.
Capítulo III
UN PODER MISTERIOSO QUE CONVENCE
Podemos enderezar nuestra senda solamente arrepintiéndonos; “el arrepentimiento comprende la tristeza por el pecado y abandono del mismo”. No debe confundirse la tristeza bíblica con el lamentar los resultados. El Espíritu santo marca la diferencia entre los sentimientos y para poderlo recibir necesitamos acudir a Cristo tal cual somos. A medida que vallamos relacionándonos con Él sus mandamientos se harán vivos en nosotros. Podemos resistirnos pero al contemplar un pequeño rayo de la gloria de Dios vemos cuan inmundos somos. Podremos vernos externamente bien pero necesitamos ver la naturaleza espiritual de la ley para encontrar nuestra inmundicia. Ahora viendo esto, para que esperar un mensaje más persuasivo, hay que pasar a la acción. No debemos hacer de las faltas de otros una excusa por el propio descuido del deber; el modelo es Cristo. La religión intelectual solamente encubre de santidad un corazón no santificado. “reconoce tu pecado pero di a Satanás que Cristo murió por ti”. Mucho mal hemos hecho mucho se nos ha perdonado.
Capítulo IV
PARA OBTENER LA PAZ INTERIOR
No necesitamos hacer algo que gane el favor de Dios, solamente confesarle nuestros pecados. Cuando la transgresión ha sido pública entonces debe haber una confesión pública y dichas confesiones van acompañadas de arrepentimiento y reforma. Cuando no se sede al podes del Espíritu Santo siempre se pondrán excusas a las faltas; el espíritu de justificación propia tuvo su origen en el diablo.
Capítulo
LA CONSAGRACIÓN
Debemos entregar todo el corazón a Dios para que efectúe una transformación completa y en esto consiste la guerra contra nosotros mismos. Debemos abandonar todo aquello que nos separa de Él. El amor manifestado por nuestro Dios debe ser nuestro motivo de entrega. Cuando abandonamos todo, abandonamos un corazón manchado de pecado y eso es a lo que difícilmente renunciamos. Todo el cielo está interesado en el Hombre y la vida verdadera consiste en que se forme en ella Cristo.
Deseamos hacer su voluntad mas sin embargo somos débiles y dominados por nuestra vida de pecado. Pero el secreto de la victoria está en elegir servir a Dios y así la naturaleza estará bajo el dominio del Espíritu Santo.
Capítulo VI
MARAVILLAS OBRADAS POR LA FE
Cuanto más luchamos por escapar del pecado más cuenta nos damos de nuestra falta de fuerza. Lo que necesitamos es paz. Cuando pedimos perdón y un corazón limpio, creamos que nos lo dará. No esperemos a sentirlo porque él lo ha prometido, agradézcamele por haberlo recibido. Ahora bien ya entregado no debo regresar a mi camino antiguo, pero si caigo puedo regresar a Dios quien ya espera para poderme limpiar. Todas sus promesas son la expresión de un amor y una piedad inefables.
Capítulo VII
CÓMO LOGRAR UNA MAGNIFICA RENOVACIÓN
Aunque es posible que una persona no pueda definir el momento exacto de conversión, los cambios movidos por el Espíritu testifican del magnífico acontecimiento. Los cambios producidos no son movidos por deseos personales, es el Espíritu quien impulsa cada fibra del ser. No hay evidencia de arrepentimiento verdadero cuando no hay una evidente reforma. Debemos evitar fijarnos en nuestras propias obras y por otro lado pensar que la fe en Cristo nos exime de guardar la ley. Recordemos que la obediencia no es un mero cumplimiento externo, es un servicio de amor, es la verdadera prueba del discipulado. Cristo cambia el corazón y habita en el por fe, así no hay en nosotros motivo de jactancia. A menudo caemos pero no debemos desesperar, oremos con más fervor, desconfiemos de nuestra propia fuerza y aferrémonos al poder de Cristo. Cuanto más cerca estemos de Cristo más
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