Citas Biblicas Relacionadas Con El Dinero
Enviado por patriciacorgui • 22 de Mayo de 2013 • 14.519 Palabras (59 Páginas) • 720 Visitas
CITAS BIBLICAS ACERCA DEL MANEJO DEL DINERO Y OTROS ASPECTOS RELACIONADOS CON EL DINERO
LA PARTE DE DIOS
I. DERECHOS DE PROPIEDAD
A. Dios es el creador
GÉNESIS 1: 1-27 En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra. La tierra no tenía entonces ninguna forma; todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, y el espíritu de Dios se movía sobre el agua.
Entonces Dios dijo: “¡Que haya luz!”
Y hubo luz. Al ver Dios que la luz era buena, la separó de la oscuridad y la llamó “día”, y a la oscuridad la llamó “noche”. De este modo se completó el primer día.
Después Dios dijo: “Que haya una bóveda que separe las aguas, para que éstas queden separadas.”
Y así fue. Dios hizo una bóveda que separó las aguas: una parte de ellas quedó debajo de la bóveda, y otra parte quedó arriba. A la bóveda la llamó “cielo”. De este modo se completó el segundo día.
Entonces Dios dijo: “Que el agua que está debajo del cielo se junte en un solo lugar, para que aparezca lo seco.
Y así fue. A la parte seca Dios la llamó “tierra”, y al agua que se había juntado la llamó “mar”.
Al ver Dios que todo estaba bien, dijo: “Que produzca la tierra toda clase de plantas: hierbas que den semilla y árboles que den fruto.”
Y así fue. La tierra produjo toda clase de plantas: hierbas que dan semilla y árboles que dan fruto. Y Dios vio que todo estaba bien. De este modo se completó el tercer día.
Entonces Dios dijo: “Que haya luces en la bóveda celeste, que alumbren la tierra y separen el día de la noche, y que sirvan también para señalar los días, los años y las fechas especiales.”
Y así fue. Dios hizo las dos luces: la grande para alumbrar de día y la pequeña para alumbrar de noche. También hizo las estrellas. Dios puso las luces en la bóveda celeste para alumbrar la tierra de día y de noche, y para separar la luz de la oscuridad, y vio que todo estaba bien. De este modo se completó el cuarto día.
Luego Dios dijo: “Que produzca el agua toda clase de animales, y que haya también aves que vuelen sobre la tierra.”
Y así fue. Dios creó los grandes monstruos del mar, y todos los animales que el agua produce y viven en ella, y todas las aves.
Al ver Dios que así estaba bien, bendijo con estas palabras a los animales que había hecho: “Que tengan muchas crías y llenen los mares, y que haya muchas aves en el mundo.”
De este modo se completó el quinto día.
Entonces Dios dijo: “Que produzca la tierra toda clase de animales: domésticos y salvajes, y los que se arrastran por el suelo.”
Y así fue. Dios hizo estos animales y vio que todo estaba bien.
Entonces dijo: “Ahora hagamos al hombre a nuestra imagen. El tendrá poder sobre los peces, las aves, los animales domésticos y los salvajes, y sobre los que se arrastran por el suelo.”
Cuando Dios creó al hombre, lo creó a su imagen; varón y mujer los creó, y les dio su bendición: “Tengan muchos, muchos hijos; llenen el mundo y gobiérnenlo; dominen a los peces y a las aves, y a todos los animales que se arrastran”. (GENESIS CAPITULO 1 VERSÍCULOS 1 AL 28)
EXODO 4: 11, 12 Pero el Señor le contestó:
_ ¿Y quién le ha dado la boca al hombre? ¿Quién si no yo lo hace mudo, sordo, ciego, o que pueda ver? Así que, anda, que yo estaré contigo cuando hables, y te enseñaré lo que debes decir.
2 REYES 19: 15 Oró así: “Señor, Dios de Israel, que tienes tu trono sobre los querubines: tú solo eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú creaste el cielo y la tierra.”
1 CRÓNICAS 16:26 Los dioses de otros pueblos no son nada, pero el Señor hizo los cielos.
NEHEMÍAS 9:6 Y Esdras dijo: “Tú eres el Señor, y nadie más. Tú hiciste el cielo y lo más alto del cielo, y todas sus estrellas; tú hiciste la tierra y todo lo que hay en ella, los mares y todo lo que contienen. Tú das vida a todas las cosas. Por eso te adoran las estrellas del cielo”.
JOB 26: 7-14 Dios extendió el cielo sobre el vacío y colgó la tierra sobre la nada. El encierra el agua en las nubes sin que las nubes revienten con el peso; oscurece la cara de la luna cubriéndola con una nube; ha puesto el horizonte del mar como límite entre la luz y las tinieblas.
Cuando Dios amenaza, tiemblan de miedo los montes en los que se apoya el cielo.
Con su fuerza dominó al mar; con su habilidad derrotó al monstruo Rahab.
Con su soplo dejó el cielo despejado; con su mano mató a la serpiente escurridiza.
Y esto no es más que una parte de sus obras; lo que hemos oído es apenas un murmullo.
¿Quién podrá entender su trueno poderoso?
SALMO 19: 1 El cielo proclama la obra de Dios; de su creación nos habla la bóveda celeste.
SALMO 33.6-9 Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos, por el soplo de su boca todos los astros. Él junta y almacena todas las aguas del mar profundo. Honren al Señor todos en la tierra; ¡hónrenlo todos los habitantes del mundo! Pues Él habló y todo fue hecho; Él ordenó, y todo quedó firme.
SALMO 89: 11-12 El cielo y la tierra son tuyos; Tú formaste el mundo y todo lo que hay en él. Tú creaste el norte y el sur; los montes Tabor y Hermón cantan alegres a tu nombre.
SALMO 94: 8-9 ¡Entiendan gente torpe y necia! ¿Cuándo podrán comprender? ¿Acaso no habrá de oÍr el que ha hecho los oídos? ¿Y acaso no habrá de ver el que ha formado los ojos?
SALMO 95: 5 El mar le pertenece, pues Él lo formó; ¡con sus propias manos formó la tierra seca!
SALMO 96: 5 Los dioses de otros pueblos no son nada, pero el Señor hizo los cielos.
SALMO 102: 25 Afirmaste la tierra desde el principio; Tú mismo hiciste el cielo.
SALMO 104: 1-26 ¡Bendeciré al Señor con toda mi alma! ¡Cuán grande eres Señor y Dios mío! Te has vestido de gloria y esplendor; te has envuelto en un manto de luz. ¡Tú extendiste el cielo como un velo!¡Tú afirmaste sobre el agua los pilares de tu casa, allá en lo alto! Conviertes las nubes en tu carro; ¡viajas sobre las alas del viento! Los vientos son tus mensajeros y las llamas de fuego tus servidores. Pusiste la tierra sobre sus bases para que nunca se mueva de su lugar. El mar profundo cubría la tierra como si fuera un vestido. El agua cubría las montañas. Pero Tú la reprendiste, y se fue; huyó de prisa al escuchar tu voz de trueno.
Subiendo a los montes y bajando a los valles, se fue al lugar que le habías señalado, al límite que le ordenaste no cruzar, para que no volviera a cubrir la tierra.
Tú envías el agua de los manantiales a los ríos que corren por las montañas. De esa agua beben los animales salvajes; con ella apagan su sed los
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