Diez Preguntas Contestadas
Enviado por Jmaguire • 4 de Noviembre de 2013 • 5.823 Palabras (24 Páginas) • 307 Visitas
Diez Preguntas Contestadas Con La Biblia Católica Romana
SAGRADA BIBLIA. Versión directa de las lenguas originales por Eloíno Nácar Fuster canónico lectoral de la S.J. de Salamanca y el muy reverendo P. Alberto Colunga, profesor de Sagrada Escritura en el convento de San Esteban y en la Pontificia Universidad de Salamanca. El prólogo lo escribe "El Excelentísimo y Reverendísimo Señor D. Gaetano Cicognami, Nuncio de Su Santidad en España" Está publicada en Madrid, en el año 1959 por la editorial: "Biblioteca de Autores Cristianos", y lleva el imprimátur del Obispo Católico de Salamanca, F.R. Franciscus O.P. (Denominada Biblia Católica)
En el prólogo se lee: "San Juan Crisóstomo se quejaba amargamente de que los fieles de su vastísima diócesis no conocieran bastante ni leyeran los Sagrados Libros” El hubiese querido que existiese en cada casa cristiana una Biblia y que sus fieles supiesen de memoria al menos algunos salmos o algunos trozos escogidos del Santo Evangelio. Más adelante se citan las siguientes palabras de San Agustín: “Leed las Escrituras; leedlas para que no seáis ciegos. Leed la Santa Escritura, porque en ella encontraréis todo lo que debéis practicar y todo lo que debéis evitar. Leedla porque es más dulce que la miel y más nutritiva que cualquier otro alimento".
Después del prólogo, aparece en esta Biblia, la Encíclica Divino Afflante Spiritu, del Papa Pío XII, sobre el promover oportunamente los estudios de la Sagrada Biblia.
Entre las muchas cosas interesantes que contiene este documento, leemos que se debe "Procurar con todo ahínco se haga bien y santamente, la lectura cotidiana de las Escrituras en las familias cristianas. Toda esta Encíclica insiste en que los católicos deben leer la Palabra de Dios.
Hagámonos pues, diez preguntas de suma importancia, tanto para los católicos
como para los protestantes, y busquemos las respuestas en la Biblia Católica (1) .
1. ¿DIJO ALGUNA VEZ JESÚS QUE EDIFICARÍA SU IGLESIA SOBRE SAN PEDRO?
Lo que dijo Jesús, según lo podemos leer en la Biblia Católica, es lo siguiente: "Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia" (Mat" 16:18). No dijo que edificaría su iglesia sobre la persona de Pedro.
La palabra griega traducida Pedro, es Petros que quiere decir piedrecita o sea una piedra pequeña. La palabra para expresar roca es Petra. Lo que dijo Jesús realmente fue "Tu nombre es Petros y yo edificaré mi Iglesia sobre la Petra”.
¿Quién es la Roca? Es Jesucristo. Esto no lo dicen los protestantes ni evangélicos, sino que lo declaró el mismo apóstol San Pedro, como veremos a continuación. Jesús nunca dijo que edificaría la iglesia sobre Pedro. Un fundamento de esta clase sería muy defectuoso por su condición humana.
En la primera epístola de San Pedro 2:5-8; el propio apóstol se refiere a los cristianos como piedras y a Jesús mismo como la roca. Dice que Jesús es la PIEDRA ANGULAR, el fundamento (2). La Iglesia, pues, no está edificada, ni sobre San Pedro ni sobre sus sucesores sino sobre la roca que es Jesucristo mismo.
Sin duda una gran autoridad sobre este asunto es el apóstol San Pablo, y este dice: “Cuanto al fundamento, nadie puede poner otro sino el que está puesto el cual es Jesucristo" (1ª Cor. 3:11). De este modo coincide con el propio apóstol San Pedro en que la Iglesia está fundada, no sobre un hombre, sino sobre el Hijo de Dios.
2. ¿DEBEMOS ADORAR LAS IMÁGENES DE LOS SANTOS Y DE NUESTRO SEÑOR ARRODILLÁNDONOS DELANTE DE ELLAS CUANDO ORAMOS?
En la Biblia Católica encontramos que en el segundo mandamiento de la. Ley de Dios, en el libro del Éxodo Capítulo 20 versículo 5, dice así: "No te harás imágenes tal, ni figuración alguna de lo que haya en lo alto de los cielos, ni de lo que haya abajo sobre la tierra, ni de lo que haya en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos ni las adorarás".
En el libro del Deuteronomio, Cap. 4:16, de la misma Biblia, leemos lo que sigue: "Guárdate bien de corromperos, haciéndoos imagen alguna tallada, ni de hombre ni de mujer…guárdate de hacerte imagen esculpida de cuanto tu Dios te ha prohibido".
En el Cap. 44:9-20; de la profecía de Isaías que, en la Biblia Católica lleva por subtítulo "Vanidad de los ídolos", dice: "Todos los hacedores de ídolos son nada y sus vanas hechuras no sirven de nada"; habla luego de los árboles que después de cortarlos sirven de leña, y sin embargo, de otros pedazos del mismo tronco, "Se hacen de ellos dioses ante los cuales se prosternan, ídolos que adoran…postrándose ante ellos y a quien suplican diciendo: Tu eres mi Dios, sálvame. Pero ellos no saben, no distinguen, porque están cerrados sus ojos y no ven; está cerrado su corazón y no entienden...".
Esto es lo que dice la Biblia Católica, y cada cristiano debiera tenerlo muy en cuenta, es la Palabra de Dios, antes de arrodillarse delante de cualquier imagen (3).
3. ¿QUIÉN TIENE AUTORIDAD, LA TRADICIÓN DE LOS HOMBRES 0 LA PALABRA DE DIOS?
Cuando Jesús estaba sobre la tierra, según leemos en la Biblia Católica "Le preguntaron los fariseos y escribas: ¿Por qué tus discípulos no siguen la tradición de los antiguos?" (Mar. 7:5). Veamos cuál fue la respuesta de Jesús: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de Mí, pues me dan un culto vano, enseñando doctrina que son preceptos humanos. Dejando de lado el precepto de Dios, os aferráis a la tradición humana. En verdad que anuláis el precepto de Dios para establecer vuestra tradición" (Marcos 7:6-9,13).
Vemos que Jesús condena la tradición y ensalza la Sagrada Escritura. Esta Biblia Católica insiste en que únicamente los mandamientos de Dios, tal como se encuentran en su Palabra tienen autoridad.
En el pasaje 2a.Tesalonicenses 2:15, de esta misma Biblia Católica no hay referencia alguna a la tradición (4), pues dice: "Manteneos, pues hermanos, firmes, guardad las enseñanzas que recibisteis, ya de palabra ya por carta nuestra" Pablo al hablar de "enseñanzas" se refería al Evangelio que él había predicado y escrito en sus cartas. En forma parecida habla en el capítulo 3:6, del mismo libro, cuando dice: "En nombre de nuestro Señor Jesucristo os mandamos, apartaos de todo hermano que vive desordenadamente y no sigue las enseñanzas que de nosotros habéis recibido", y en 2a.Timoteo 2:2, "Y lo que de mí oísteis ante muchos testigos, encomiéndalo a hombres fieles". Cuando San Pablo escribió estas
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