Discurso Del P. Camilo Bernal Hadad
Enviado por carlosgar • 17 de Septiembre de 2014 • 1.341 Palabras (6 Páginas) • 266 Visitas
La Corporación Universitaria Minuto de Dios inició con 226 estudiantes en
febrero de 1992; en sus primeros 10 años, se fue consolidando como una
Institución Universitaria de barrio, que prestaba sus servicios a las
localidades del occidente del Distrito Capital; fue sentando sus bases
académicas y construyendo una comunidad universitaria. Con la crisis
financiera de fin del siglo pasado, la Corporación Universitaria Minuto de Dios
se vio abocada a la deserción de muchos de sus estudiantes, pues ellos
carecían del dinero necesario para pagar su matrícula que, en ese momento,
podría oscilar en torno al millón de pesos por semestre; hoy apenas llega, en
el promedio nacional del Sistema UNIMINUTO, a los 900.000 pesos.
Para ese momento de crisis, se me ocurrió plantear como lema Institucional:
“UNIMINUTO, con mucho espíritu”. Ciertamente, necesitába de “mucho
Espíritu”… de muchísimo Espíritu Santo para poder salir adelante y mantener
la Institución a flote. Entonces, tomaron 5 decisiones importantes:
1. Ofrecer una formación integral a los jóvenes, es decir, que ellos
fundamenten su vida en valores, que aprendan a tomar decisiones
desde los principios que afianzan su existencia; y, que entiendan y
vivan el lema que dejó el Fundador, P. Rafael García
Herreros: “Que nadie se quede sin servir”; además el P. García
Herreros añadió: “Esta es la religión que yo quiero proponerle a
Colombia: que todos aprendan a servir”. A mi me marcó esa frase y
cuando llegué a la Rectoría, en 1997, me propuse incluir, en el modelo
educativo de UNIMINUTO, dos cosas:
Una formación basada en valores cristianos para lo cual
implementamos 3 cátedras: “Proyecto de Vida, Cátedra Minuto
de Dios y Liderazgo en Valores”; fue algo simple e innovador
que ha permitido que nuestros estudiantes reflexionen sobre su
vida, sobre los fundamentos de su existencia y sobre cómo
pueden “aprender a ser” antes que cualquier otro aprendizaje.
Aprender a ser es lo más relevante en la existencia de cualquier
individuo, pues es el camino asegurado para lograr la felicidad a
la cual todos tenemos derecho y, además, ser felices es un
deber de cada individuo para alcanzar el bienestar profundo de
nuestra querida humanidad.
Y, segundo, que todos los estudiantes prestaran servicio
social universitario como parte del proceso formativo, así que
pusimos en operación el Centro de Prácticas Sociales, que
luego dio origen al Centro de Educación para el Desarrollo,
pues recordamos que el Desarrollo, como lo expresó Pablo VI,
en Populorum Progressio, “es el nuevo nombre de la paz”. Para
una nación en conflicto, y ahora en post conflicto, es
indispensable que las universidades se involucren de manera
decidida en alcanzar una paz duradera y estable y, qué mejor
camino que formar a sus ciudadanos como ciudadanos activos,
capaces de construir una Colombia incluyente, fraternal y en
paz. Así que, con la metodología de “aprendizaje basado en servicio”, nos dimos a la tarea de construir este nuevo
paradigma que, entre otras cosas, es punto focal del modelo
educativo de UNIMINUTO y ha permitido hacer un humilde
aporte a la Universidad de Los Andes pues cada año, en el
verano, se reciben cerca de 180 estudiantes de UNIANDES que
vienen a aprender a servir, siguiendo este modelo.
2. La segunda estrategia fue buscar esquemas innovadores de
financiación para los estudiantes y para la Institución, asumiendo con
plena conciencia que nuestra población objetivos es y seguirá siendo
los más pobres; la apuesta fue lograr un mayor volumen de
estudiantes a un precio muy competitivo, prácticamente con un
margen de supervivencia y, así, ampliar la cobertura para que miles de
jóvenes tuvieran acceso a la educación superior como el camino más
incluyente desde la perspectiva social. Nació, entonces, la idea de
asociarnos en una Cooperativa multiactiva que inició, hace 10 años,
con 39 personas que creímos en la economía solidaria como un
camino de inclusión para los más pobres; así que estudiantes,
docentes y administrativos pusimos un capital cercano a los $700.000
pesos más el apoyo decido de UNIMINUTO, que también aportó,
como un acto de responsabilidad social universitaria. Hoy la
cooperativa, COOPUNIMINUTO, cuenta con 27.000 asociados
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