EL MATRIMONIO

EL MATRIMONIO ECLESIASTICO

El matrimonio eclesiástico es la unión indivisible, absoluta y definitiva en cuerpo y alma, de un hombre y una mujer cristiana que deciden voluntariamente juntar sus vidas por el amor que se profesan y en el nombre de Dios. El matrimonio no fue instituido por los hombres, sino por Dios, el matrimonio, como institución natural, es de origen divino.

El fin primario del matrimonio es la procreación y educación de la prole. El fin secundario es la ayuda mutua y la satisfacción moralmente ordenada del apetito. El concilio Vaticano II no distingue entre un fin primario y un fin secundario del matrimonio, sino que entre los fines del matrimonio pone simplemente en primer lugar la procreación y la educación de la prole.

Las propiedades esenciales del matrimonio son la unidad y la indisolubilidad. En el paraíso, Dios instituyó el matrimonio como unión monógama, el matrimonio cristiano, una vez consumado, es imagen perfecta de la unión indisoluble de Cristo con su Iglesia, también indisoluble, es decir, no puede ser disuelto en cuanto al vínculo por ninguna autoridad humana.

La institución del matrimonio en la actualidad ha ido perdiéndose cada vez más, ya que muchos matrimonios terminan o las parejas optan por no casarse, pero que ha hecho que esta institución pierda valor, personalmente pienso que los valores personales no tienen la misma importancia que antes, las personas tienen pensamientos egoístas con los cuales únicamente buscan su satisfacción personal, sin tomar en cuenta que el matrimonio es un núcleo de apoyo mutuo, el cual debe estar basado en valores y principios para que este pueda ser fructífero, así también el hecho de tomar la decisión de casarse con alguien, es una decisión que debe ser tomada con mucha madurez y responsabilidad, razón por la cual es importante tener un tiempo prudencial de noviazgo antes de tomar esta decisión.

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