EL MENSAJE A LA IGLESIA EN FILADELFIA
Enviado por ccrivera • 21 de Abril de 2014 • 7.659 Palabras (31 Páginas) • 290 Visitas
“Y escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre”. Apocalipsis 3:7.
Crítica textual
Hermanos, vamos a dar continuidad con la ayuda del Señor, al estudio que estamos haciendo paulatinamente del libro del Apocalipsis. Estamos en el capítulo 3 y hoy nos corresponde una porción super especial, una porción con la que Dios nos quiere enseñar; es el mensaje a la iglesia en Filadelfia. Está en Apocalipsis 3:7-13. Voy a hacer una primera lectura de corrido del texto; mientras la doy, hago una pequeña acotación en cuanto a crítica textual; en este caso no es muy amplio, y después volvemos sobre nuestros pasos a considerar los versos uno por uno. Dice así el Señor Jesús a Juan el apóstol:
“7Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre. 8Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. 9He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. 10Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. 11He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 12Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo. 13El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”.
En cuanto a crítica textual, solamente allí en el primer verso de este mensaje, el 7, allí donde dice: “el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David”; en esta traducción, se colocó la traducción más correcta: “la llave de David”. Hay algunos manuscritos posteriores, manuscritos llamados minúsculos de siglos finales, que cambian en este lugar y dicen: “la llave del Hades”; otros dicen: “la llave del infierno, de la muerte y del Hades”. Uno solo dice por ahí: “la llave del paraíso”; pero la mayoría de los manuscritos y los más antiguos dicen como esta traducción lo dice: “la llave de David”. El resto, todo lo demás concuerda en los manuscritos; las únicas divergencias en crítica textual es en ese puntito, pero aquí Reina Valera del 60 tiene la traducción más acertada; es decir, es más fiel a la mayoría de los textos y a los textos más antiguos. Eso entonces solamente en cuanto a crítica textual.
La ciudad de Filadelfia
Al mirar el mensaje a la iglesia en Filadelfia, empecemos a pensar un poquito en la ciudad de Filadelfia; es importante ver el sentido de la historia de la ciudad, porque Dios utilizó estas ciudades en sentido profético; todo el Apocalipsis es una profecía; por lo tanto, aquella ciudad no era solamente una ciudad histórica, aunque sí era una ciudad histórica, pero la iglesia en esa ciudad tenía unas condiciones con las cuales el Señor quería proyectar profecía. Es interesante ver el nombre de Filadelfia, de dónde viene la palabra Filadelfia, etc. Esta ciudad de Filadelfia, no la iglesia, sino la ciudad, fue fundada dos siglos antes de Cristo por un rey, Eumenes de Pérgamo; y él tenía un hermano que se llamaba Atalo, el cual era un hermano muy fiel a Eumenes, era un hermano que le apoyaba en todo en el gobierno, en el cual Eumenes podía confiar. Eumenes llamó Filadelfo a su hermano Atalo; es decir, un hermano fraternal, un hermano en el cual se puede confiar. Por eso esa ciudad, en honor a Atalo, Eumenes la fundó y la colocó Filadelfia, puesto que era un hermano muy fiel para él, y por eso a esa ciudad la llamó con ese nombre, Filadelfia. Pero Dios sabía lo que iba a hacer cuando usara ese nombre para proyectar profecía. Aquí el Señor le habla a una iglesia histórica. Filadelfia queda más o menos a unos 120 kilómetros al sureste de Sardis. Aquí tenemos el círculo de las siete iglesias: Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia, al sureste de Sardis, y Laodicea; ese es más o menos el círculo de las siete iglesias, de manera que Filadelfia es una ciudad que está a 120 kilómetros al sureste de Sardis.
Esta ciudad es una ciudad que está en una meseta muy fértil; es tan fértil que realmente es una ciudad muy bendita; y lo curioso, como les decía, es que de las siete ciudades, solamente dos ciudades sobreviven hasta el día de hoy, que son: Esmirna, a la cual el Señor no le reprocha nada, y Filadelfia, a la cual el Señor tampoco le reprocha nada.
Columna y baluarte de la verdad
Hoy en día, esa ciudad fue tomada por los turcos en la época en que los musulmanes se extendieron; fue donde el cristianismo duró más tiempo después de la invasión de los musulmanes; y hasta el día de hoy existe un testimonio cristiano en Filadelfia; claro que en el lugar donde se reunían los cristianos en Filadelfia, los musulmanes hicieron una mezquita y le cambiaron el nombre a la ciudad y la llamaron Alá Seher, o sea, ciudad de Dios; es decir, los mismos musulmanes le llaman a Filadelfia: Ciudad de Dios. Ahora, hay una cuestión curiosa en esa ciudad; hasta el día de hoy existe una columna grandísima, muy antigua; desde la antigüedad se construyó una columna grandísima en Filadelfia; y Filadelfia está en una zona sísmica, donde tienen constantes temblores y hasta terremotos, pero esa columna que simboliza la ciudad de Filadelfia, así como la torre Eiffel simboliza a Paris y el Big Ben simboliza a Londres, así esa columna simboliza a Filadelfia; no ha caído esa columna que es tan antigua, a pesar de los terremotos que ha habido. La odisea, que está un poquito después de Filadelfia, fue totalmente arrasada y esa ciudad no sobrevive; pero Filadelfia sobrevive hasta hoy con un nombre musulmán, Alá Seher, ciudad de Dios, y sin embargo, esa columna está en pie, ese es un símbolo. El Señor dijo que al vencedor le haría columna del templo de Dios y nunca saldría de allí; la iglesia es llamada columna y baluarte de la verdad. De todas las iglesias, a Esmirna y a Filadelfia el Señor no reprende, pero sólo a Filadelfia le abre una puerta. Esmirna está en prueba, pero Filadelfia pasó la prueba y por eso se le abre la puerta. Entonces yo creo que todas las iglesias, porque esto el Espíritu lo dice a las iglesias, todas las iglesias tenemos que aprender
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