ENSAYO SOBRE REVELACIÓN E HISTORIA.

ENSAYO SOBRE REVELACIÓN E HISTORIA

TIMOTEO FERNANDEZ, Fernando

 3° de filosofía

        El hombre es alguien que  busca trascender lo sensible, está en busca de lo absoluto y eterno, es alguien que intenta  encontrar las verdades últimas y los principios primeros. Como dice el papa San Juan Pablo II, la búsqueda del sentido de la vida es común a todos los hombres de todos los tiempos, y prueba de ello son los escritos de Homero, Sófocles, Confucio, la Biblia. Frente a este esfuerzo Dios en su infinito amor se reveló gratuitamente a los hombres dándole respuesta a sus grandes interrogantes, para que éste aceptándola libremente se salve (cfr. Fides et ratio, 1 y 7). Frente a este maravilloso acontecimiento me pregunto: ¿Qué pasaría si en la historia no hubiera habido revelación?

        Es una hazaña muy grande la que quiero lograr, pero no imposible si se considera lo que careceríamos. El hombre siempre se ha preguntado “¿quién soy? ¿De dónde vengo y a dónde voy? ¿Qué hay después de la vida?” (fides et ratio, 1). Respuestas  que no hubiese podido ser obtenidas si Dios no se hubiese dignado dar a conocer. El conocimiento que ahora se tiene de Dios y sobre el sentido de la vida, lo tenemos gracias a la revelación y no por el solo esfuerzo especulativo del hombre.

        Si Dios no se hubiese revelado el hombre continuaría sin encontrar respuesta a sus peculiares preguntas, y en el intento seguiría incurriendo en el error, ya que la razón es limitada. Prueba de ello son aquellos filósofos que no aceptan la objetividad de la revelación y otros que ni siquiera aceptan la existencia de Dios proponen teorías que reducen al hombre van inclusive en contra de la naturaleza del hombre.

        Los egipcios, los griegos, romanos, incas, mayas, etc. tenían sus divinidades; sin embargo ignoraban que Dios es misericordioso, que Dios es Trinidad (Padre, Hijo y espíritu santo). Esto se debe a que por la sola razón llegamos a la certeza de que Dios existe, y de allí no pasa, ésta no puede ir más allá ya que conoce a través de los sentidos, y Dios no puede ser percibido por los sentidos. Gracias a la fe ella puede ser elevada a los misterios divinos y dar respuesta a las más grandes interrogantes del hombre.

        Sin revelación el hombre seguiría siendo solo criatura de Dios, mas no hijo. El hombre continuaría imposibilitado de ir al cielo, pues Cristo no nos hubiese redimido, no hubiese muerto por nosotros en la cruz. Puesto que “la verdad intima a cerca de Dios y de la salvación humana se nos manifiesta por la revelación en Cristo, que es al mismo tiempo mediador y culmen de la revelación”.^[1]        

        En conclusión, si Dios no se hubiese revelado gratuitamente continuaríamos buscando respuestas para nuestras cuestiones últimas e intentando darle algún sentido a nuestra vida, en este camino sería inevitable caer en el error debido a nuestra naturaleza herida y nuestra razón limitada al conocimiento sensible.        

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