ESPEJISMO DE LA RELIGION

Entiende El Espejismo de la Religión‏

Imaginemos que te cuento la siguiente historia:

• Hay un hombre que vive en el Polo Norte.

• Vive ahí con su esposa y un montón de elfos.

• Durante el año, él y los elfos fabrican juguetes.

• Luego, en Navidad, llena un costal con todos los juguetes.

• Pone el costal en su trineo.

• Junta ocho (o posiblemente nueve) renos voladores.

• Luego vuela de casa en casa, aterrizando en los techos de cada una.

• Baja con su costal y desciende por la chimenea.

• Deja juguetes para los niños de la casa.

• Sube por la chimenea, sube otra vez a su trineo y vuela a la siguiente casa.

• Hace todo esto alrededor del mundo en una noche.

• Luego vuela de regreso al Polo Norte para repetir el ciclo al siguiente año.

Esta es, por supuesto, la historia de Santa Clos.

Pero digamos que soy un adulto, y soy tu amigo, y te confieso que creo que esta historia es verdad. Lo creo con todo mi corazón. Y trato de hablar de ella contigo y convertirte para que lo creas igual que yo.

¿Qué pensarías de mí? Pensarías que estoy loco, y con justo derecho.

¿Por qué piensas que estoy loco? Porque sabes que Santa es imaginario. La historia es totalmente un cuento de hadas. No importa cuánto te hable acerca de Santa, no vas a creer que Santa es real. Los renos voladores, por ejemplo, son fantasías. El diccionario define espejismo como “Ilusión, apariencia engañosa de algo, creencia que carece de fundamento en la realidad”. Esa definición queda perfectamente.

Como eres mi amigo, podrías tratar de ayudarme a darme cuenta que mi creencia en Santa es una ilusión. La forma en que podrías tratar de hacer eso sería haciéndome algunas preguntas. Por ejemplo, podrías decirme:

• “¿Pero cómo puede un trineo llevar suficientes juguetes para todos los niños del mundo?” Te diría que es un trineo mágico. Tiene la capacidad para hacer esto intrínsecamente.

• “¿Cómo le hace Santa para entrar en las casas y departamentos que no tienen chimenea?” Te digo que Santa puede hacer que aparezcan chimeneas, como nos muestra la película “El Santa Claus“.

• “¿Cómo baja Santa por la chimenea si hay fuego y leña abajo?” Te digo que Santa tiene un traje especial, resistente al fuego y que también se limpia solo.

• “¿Por qué el sistema de seguridad no detecta a Santa?” Santa es invisible para los sistemas de seguridad.

• “¿Cómo puede Santa viajar tan rápido como para visitar a todos los niños y niñas en una noche?” Santa existe fuera de nuestro concepto del tiempo.

• “¿Cómo puede saber Santa si los niños o niñas han sido buenos o malos?” Santa es omnisciente.

• “¿Por qué los juguetes son distribuidos tan inequitativamente? ¿Por qué Santa deja más juguetes a los niños ricos, aún si son malos, de los que jamás deja a los niños pobres?” No hay manera en que nosotros entendamos los misterios de Santa, porque somos meros mortales, pero Santa tiene sus razones. Por ejemplo, tal vez los niños pobres serían incapaces de lidiar con un montón de juguetes electrónicos caros. ¿Cómo comprarían las baterías? Así que Santa les ahorra esta carga.

Estas son todas preguntas bastante lógicas que tú has hecho. Yo he respondido a todas ellas para ti. Me sorprende por qué no puedes ver lo que yo veo, y tú te preguntas como puedo yo estar tan loco.

¿Por qué no te satisfacieron mis respuestas? ¿Por qué sigues sabiendo que estoy loco? Es porque mis respuestas no han hecho nada más que confirmar tu juicio. Mis respuestas son ridículas. Con el fin de contestar tus preguntas, yo inventé, completamente de la nada, un trineo mágico, un traje mágico que se limpia solo, chimeneas mágicas, atemporalidad e invisibilidad mágica. No crees mis respuestas porque sabes que estoy inventando todo esto. La evidencia que lo invalida es voluminosa.

Ahora déjame mostrarte otro ejemplo…

Otro ejemplo

Humildes Oficinas Mormonas en Salt Lake City, Utah.

Imagía que te cuento la siguiente historia:

• Yo estaba en mi cuarto una noche.

• De pronto, mi cuarto se puso extremadamente brillante.

• Lo siguiente que supe es que había un ángel en mi cuarto.

• Me cuenta una sorprendente historia.

• Me dice que hay un conjunto de antiguos discos de oro enterrados en un lado de una montaña en Nueva York.

• En ellos están los libros de una raza perdida de Judíos que habitaron en Norteamérica.

• Estos discos tienen inscripciones en el idioma extranjero de esa gente.

• Eventualmente, el ángel me lleva a donde están los discos y me deja llevarmelos a mi casa.

• Aunque los discos están en un lenguaje extranjero, el ángel me ayuda a descifrarlos y traducirlos.

• Luego los discos son llevados al cielo, para no ser vistos nunca más.

• Tengo el libro que traduje de los discos. Dice cosas asombrosas – una civilización entera de judíos viviendo aquí en los Estados Unidos hace 2.000 años.

• ¡Y el Jesús resucitado vino y visitó a esta gente!

• También le mostré los discos de oro a algunas personas reales que son mis testigos presenciales, y tengo sus testimonios firmados de que ellos, en verdad, han visto y tocado los discos antes de que estos discos fueran llevados al cielo.

Ahora, ¿qué me dirías acerca de esta historia? Aún cuando tengo un libro, en inglés, que te cuenta la historia de esta civilización judía perdida, y aunque sí tengo los testimonios firmados, ¿qué piensas? ¿Esta historia suena demente,verdad?

Harías algunas preguntas obvias. Por ejemplo, al más simple nivel, podrías preguntar: “¿Dónde están las ruinas y los artefactos de esta civilización judía en Estados Unidos?”. El libro transcrito de los discos habla sobre millones de judíos haciendo todo tipo de cosas en Estados Unidos. Dice que tienen caballos y bueyes y carrozas y armaduras y grandes ciudades. ¿Qué le pasó a todo eso? Yo simplemente te contesto: está todo allá afuera, pero todavía no lo hemos encontrado. “¿Ni una ciudad? ¿Ni siquiera una rueda de carroza? ¿Ni un casco?”, preguntas. No, no hemos encontrado ni un solo pequeño pedazo de evidencia, pero está allá afuera en algún lugar. Me haces docenas de preguntas como esta, y tengo respuestas para todas ellas.

La mayoría de la gente asumiría que estoy loco si les cuento esta historia. Asumirían de que no hubo discos, ni ángel, y que he escrito el libro yo mismo. La mayoría de las personas ignoraría los testimonios – tener gente que confirme mi historia no significa

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