El Amor De Dios
Enviado por yeyshirley • 19 de Marzo de 2013 • 2.272 Palabras (10 Páginas) • 372 Visitas
Autoridad Espiritual
Por Watchman Nee
1ª parte: La autoridad y la sumisión
La importancia de la autoridad.
El trono de Dios se fundamenta en su Autoridad.
Todas las cosas son creadas por la autoridad de Dios y las leyes físicas se sustentan por esta autoridad.
El origen de Satanás.
El Ángel se opuso contra al Autoridad de Dios, esto lo volvió su adversario.
La autoridad, controversia del universo.
Para mantener la autoridad de Dios tenemos que someternos a ella con todo nuestro corazón.
Dios se ha propuesto manifestar su autoridad al mundo por medio de la iglesia.
La obediencia a la voluntad de Dios: la mayor exigencia de la Biblia
La mayor de las exigencias que Dios impone al hombre es que obedezca.
Para que se manifieste la autoridad, debe haber sumisión, y esta sólo es posible cuando uno vive en el Espíritu.
La oración de nuestro Señor en Getsemaní.
Jesús desea que pase de el es sufrimiento de la cruz, pero él se niega a si mismo y acepta la voluntad del Padre.
Para entender la autoridad se requiere una gran revelación.
El pecado es un asunto de conducta; pero la infracción de la leyes una cuestión de actitud del corazón.
Hay dos principios en el mundo: la autoridad de Dios y la rebelión satánica. Debemos discernir mediante el Espíritu lo que no proviene de parte de la autoridad divina.
Casos de rebelión en el Antiguo Testamento
La caída del hombre fue a causa de la desobediencia, rebelarse contra la autoridad que representa a Dios es lo mismo que rebelarse contra Dios.
Eva no respeto la autoridad que Dios puso sobre ella, a Adán y fue la que lo incentivo a desobedecer al comer del árbol de bien y del mal.
Los cristianos deben aprender a obedecer.
No hay autoridad sino de parte de Dios; todas las autoridades han sido instituidas por él. Dios está por encima de todas las autoridades Y todas ellas están bajo él. Al entrar en contacto con la autoridad, entramos en contacto con Dios mismo.
Debemos recobrar la obediencia que perdimos en el Jardín del Edén.
Algunas sugerencias sobre la obediencia:
1. Tengamos un espíritu de obediencia.
2. Practiquemos la obediencia. Debemos ejercitarnos en la obediencia para no sentirnos obligados, sea cual fuere el lugar en que se nos ponga.
3. Aprendamos a ejercer la autoridad delegada. El que trabaja para Dios necesita, no solamente aprender a obedecer a la autoridad, sino también aprender a ser la autoridad delegada de Dios en la iglesia y en el hogar.
* La Rebelión de Cam (Génesis. 9.20-27).
* El fuego extraño ofrecido por Nadab y Abiu (Levítico 10.1-2).
* La murmuración de Aarón y María (Números 12)
* La rebelión de Core Datan y Abiram (Números 16)
David y su conocimiento de la autoridad (*)
David era una persona que conocía la autoridad de Dios. Aunque Saúl lo persiguió en reiteradas ocasiones, se sometió a la autoridad de Dios. Hasta se dirigió a Saúl como
"mi señor" o "el ungido de Jehová". Esto revela un hecho importante: la sumisión a la autoridad no consiste en someterse a una persona sino en someterse a la unción que está sobre esa persona, la unción que vino sobre ella cuando Dios la ordenó como autoridad.
La obediencia del Hijo
Para Jesús en Hijo de Dios el ser obediente no es una cosa tan fácil. Para él es mucho más difícil ser obediente. ¿Por qué? Porque tiene que despojarse de toda la gloria y poder de su divinidad y tomar forma de siervo antes de estar calificado para obedecer. En consecuencia, la obediencia es iniciada por el Hijo de Dios.
Cómo establece Dios su reino
¿Cómo se establece el Señor el reino de Dios? Jesús por medio de la obediencia estableció su reino. Jamás desobedeció a Dios ni una sola vez; ni una sola vez resistió la autoridad de Dios mientras estuvo en la tierra. Al obedecer perfectamente y permitir que la autoridad de Dios rigiera en forma absoluta, el Señor estableció el reino de Dios en la esfera de su propia obediencia. Así como nuestro Señor lo ha hecho, así también debe hoy obedecer la iglesia a fin de que prospere la autoridad de Dios y se manifieste su reino.
La Iglesia debe obedecer a la autoridad de Dios.
No hay autoridad en la iglesia que no requiera la obediencia. Dios se ha propuesto hacer que su autoridad se manifieste plenamente en la iglesia y que su reino se extienda por medio de ella. Cuando la iglesia haya obedecido en todo sentido, la tierra entera será puesta bajo la autoridad de Dios. Si la iglesia no deja que la autoridad de Dios prevalezca en ella, impedirá que el reino de Dios cubra toda la tierra. La iglesia es el camino al reino.
Los hombres deben obedecer a la autoridad delegada
Dios es el origen de todas las autoridades del universo. Todas las autoridades gobernantes son instituidas por Dios, todas ellas son comisionadas por él y representan su autoridad. Dios mismo estableció este sistema de autoridades con objeto de manifestarse. Cada vez que la gente se encuentra con la autoridad, se encuentra con Dios.
* En el Mundo (1 Pedro 2.13-14).
* En la Familia (Efesios 5.22-24, Efesios 6.1-3, Colosenses 3.18, 20, 22)
* En la Iglesia (1 Tesalonicenses 5.12-13, 1 Timoteo 5.17, 1 Corintios 16.15-16).
Dios delega su autoridad sobre hombres y debemos respetarla ya que al no hacerlo es una ofensa contra Dios mismo.
La autoridad del cuerpo
La manifestación más completa de la autoridad de Dios se halla en el cuerpo de Cristo, que es su iglesia.
Sólo la relación entre Cristo y la iglesia puede dar plena expresión a la autoridad así como a la obediencia. Porque Dios no llamó a la iglesia a ser una institución; él ordenó que fuera el Cuerpo de Cristo. Y como Cuerpo debe obedecer a la cabeza ya que si un miembro no lo hace eso denota que no está bien.
Las manifestaciones de la rebelión del hombre
* Las palabras
El hombre que es rebelde de corazón bien pronto proferirá palabras rebeldes, porque de la abundancia del corazón habla la boca. Para conocer la autoridad, debemos tener primeramente un encuentro con ella; de otro modo nunca vamos a obedecer. El meramente oír el mensaje de obediencia es totalmente ineficaz. Debemos tener un encuentro con Dios; entonces será puesto el fundamento de la autoridad de Dios en nuestra vida.
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