El Rol De La Esposa Cristiana
Enviado por carla1237 • 28 de Abril de 2014 • 1.179 Palabras (5 Páginas) • 276 Visitas
LA MUJER Y SU MARIDO
La prioridad de la mujer después del Señor es su marido y no sus hijos. Dios ha hecho del matrimonio la relación que más une (Génesis 2:24) “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y allegarase ha á su mujer, y serán una sola carne”. Dios hizo a la mujer con el propósito de ser “ayuda idónea para él” (Génesis 2:18). La Biblia deja claro que este propósito divino en la creación de la mujer en ninguna manera la hace a ella ser un ser inferior. La mujer cristiana debe ser una ayuda a su marido físicamente, emocionalmente, mentalmente y espiritualmente. Ella es el complemento del hombre. Ella debe ser su ánimo y la que le conforte. Cuidado porque la mujer puede hacer o deshacer al hombre: “La mujer virtuosa es corona de su marido; mas la mala, como carcoma en sus huesos” (Proverbios 12:4).
Según la mujer virtuosa de Proverbios 31 “el corazón de su marido está en ella confiado” v.11, “Darále ella bien y no mal, Todos los días de su vida” v.12, “Y su marido también la alabó” v.28b.
Vemos aquí una mujer que ama a su marido, que le es fiel, que busca su bien, le hace sentir importante. Ahora bien cómo se pone todo esto en práctica:
1. Respetándole y bendiciéndole.
2. No le critiques ni le ridiculices.
3. Sé agradecida.
4. Dile lo que admiras de él y dile que le amas. Estamos muy equivocadas cuando pensamos que los hombres no necesitan oír que les queremos.
5. Pon atención a los pequeños detalles, algún regalo inesperado, alguna cena sorpresa etc.
6. Arréglate para él, no descuides tu aspecto físico.
7. Busca tiempo para estar a solas con él. Cuando vienen los niños intenta pasar tiempo con él en intimidad. Hemos de invertir tiempo en nuestra pareja a lo largo de la vida, en todas las etapas del matrimonio, desde el principio. Si nos volcamos en nuestros hijos como lo más importante de nuestra casa, lo pasaremos mal cuando llegue el tiempo del nido vacío, por eso debemos lograr una unidad y acoplamiento para poder disfrutar de la convivencia en la madurez. Tenemos toda una vida para trabajar la relación, para disfrutar de nuestra pareja a lo largo del matrimonio hasta que los dos seamos viejecitos. Una de las imágenes más hermosas para mí es ver a una pareja de ancianos paseando cogidos de la mano.
8. Y por último y no por eso lo menos importante, porque justamente para mí es lo más importante, ora por él y con él. Leamos en Efesios 4:26: “Airaos, y no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo”. Mirad, yo siempre pongo este ejemplo, si hay alguna discusión o pelea, que las hay entre la pareja, seamos sinceras, ¿cómo se solucionan? Me diréis que aplicando el versículo que acabamos de leer, pero ¿cómo, si estamos enfadados? En mi propia vida la mejor manera es tener la costumbre de orar los dos juntos y así a la fuerza tenemos que hacer las paces o hablar el asunto y arreglarlo antes de orar. Nos ha funcionado y es una de las costumbres que más han influido en mi vida y en mi matrimonio para que funcione. Yo sé que es difícil empezar si no tienes esa costumbre, pero sería bueno que lo hablaras con tu pareja y buscarais un tiempo de leer la Biblia y orar juntos cada día. Nosotros antes de casarnos cuando ya estábamos comprometidos y estábamos en el colegio bíblico decidimos
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