El Valor Del Servicio

Tal como todos los años, este 2008, las Instituciones de Educación Superior Santo Tomás, han elegido un personaje de la literatura universal, y han resaltado de su obra un valorformativo. Recordará el lector que el año pasado se reflexionó en torno al valor de la lealtad en la obra de C.S. Lewis, pues bien, este año, hemos decidido trabajar el valor del servicio en la obra de Gabriela Mistral, nominando a sí al tema cultural de este año: "Gabriela Mistral: el compromiso de servir".

Por ahora, no me referiré a la obra de nuestra Nóbel: por no ser aquí el lugar adecuado y por querer delinear, algunas reflexiones entorno al valor del servicio.

Para comenzar nuestra breve reflexión, diremos que un verdadero acto de servicio desinteresado, no debe ser un acto aislado, automático, o liberador de un fastidio. Por el contrario, y más aún, debe reflejar, la sincera intencionalidad de la persona, una manera de ser; el darse cuenta en conciencia, cada vez, del esfuerzo que estoy haciendo por el otro, me remecerá y aclarará mi conciencia. Esto se puede confirmar, pues tal como Aristóteles, Santo Tomás privilegia el acto humano,pero no en sí mismo y de manera aislada, sino como raíz de la moralidad y como medio para la virtud.

Así que la generosidad, el compromiso, la entrega, la justicia y las demás virtudes de compromiso con el prójimo, son un resultado natural, a mi manera de ver, de la vivencia honesta del valor del servicio, luego que la persona se da cuenta a) que los demás tiene el derecho natural de recibir su respeto y su servicio, b) que la realización humana, a través del amor, se basa sin duda, como uno de los pilares fundamentales en el servicio, c) que Dios nos ha creado para servir. Solo luego de estas convicciones, podrán ser honestas sus acciones. Si no existe esa convicción, difícilmente podrán resultar verdaderas nuestras intenciones y nuestros actos. Es por eso, que a mi manera de ver, es más importante el valor de servir, que de dar. Toda vez, que el servicio incluye la propia voluntad humana y esta a la persona entera. En tanto que el dar, parece ser un desprenderse de algo sin mayor profundidad, y con el serio riesgo de no identificarse la persona misma con lo dado; en tanto que el servicio, es el yo que sirve, aunque sin duda exige, como hemos dicho una honestidad. Por eso, que es mejor en el servicio darse, que solo dar, entregarse que entregar, servir a los demás, que servirse de los demás.

Todos quienes trabajamos, sentimos que servimos a nuestros jefes y cualquier jefe normal sentirá que sus empleados están para servirle. Sin embargo, un jefe que se precie de tal, o sea un verdadero líder, siente en sus hombros la responsabilidad constante de estar al servicio de todos sus empleados. Así es. Es él quien sirve a los auxiliares, administrativos, colaboradores, quien debe servir para llevar al personal a los objetivos trazados por la institución. Es

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