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El pecado en el AT


Enviado por   •  21 de Marzo de 2022  •  Ensayo  •  2.591 Palabras (11 Páginas)  •  115 Visitas

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Tabla de contenido

Introducción        1

Desarrollo.        1

Conclusión        5

Bibliografía        7

Introducción

El presente ensayo tiene el propósito de poder determinar el por qué le resulta difícil a la iglesia contemporánea hablar del concepto de pecado, dado que, con el auge de movimientos carismáticos y sensacionalistas, los cuales, apoyados de un franco humanismo, han dejado de lado el tema central de la redención. Hoy día en la iglesia contemporánea se habla más de bendiciones y provisión divina disfrazada de prosperidad. Que de la necesidad incipiente de hablar a las personas de este gran problema que evita la secularización de la iglesia, para solo tener personas que en su adoración a Dios se esta basando únicamente en los sentimientos y emociones, que, en la verdadera contrición por el pecado, que hay en el creyente.

De tal forma que el objetivo de este ensayo es conocer esta dificultad, si es un tema de desconocimiento del tema, dado que hoy las iglesias se definen como aconfesionales; es el evitar de profundizar en el tema por el miedo de perder sus grandes audiencias, que les representan una buena cantidad de ingresos financieros; o más bien la eliminación de este elemento de la teología bíblica, por el temor de confrontar a sus miembros por los estilos de vida que la sociedad contemporánea ostenta y que la gran mayoría son opuestos a la realidad Bíblica, perdiendo la capacidad de reconocer el pecado.

Desarrollo.

La doctrina del pecado es importante para nosotros porque afecta y sufre el efecto de otras doctrinas. Se han utilizado varios métodos para estudiar el pecado, pero el análisis de los datos bíblicos es el método que nos hace entender mejor el pecado y sus consecuencias. Puesto que desde que el hombre cometio la transgresión a las reglas de Dios en el huerto del Edén, arrastro a toda la raza humana a una ruptura de la relación personal que Dios tenia con el hombre. Sabiendo lo que es el bien y el mal, pero quedando imposiblitado para hacer el bien.  

Y en su afan de restablecer este vinculo  su moral se va tornando cada vez más alejada del plan original de Dios operado por nuestro Señor Jesús. Dado que el pecado desde ese momento de la historia, gobierna el corazon del hombre, siendo un peso con el cual el hombre debe cargar con el pasar de la historia. Es por eso que muchos prefieren ocultar la pecaminosidad del hombre intercambiando terminos que aligeren la responsabilidad de una naturaleza caida, cuando el realidad el pecado es algo que Dios odia, en Deuteronomio 12:31 se menciona “porque toda cosa abominable que Jehová aborrece”. Refiriendose al pecado, aquí tenemos un punto que forlatece mi hipotesis: “por qué le resulta difícil a la iglesia contemporánea hablar del concepto de pecado”, porque es mas fácil aligerar las cargas del pecado, al relativizar las practicas que Dios aborrece y que son las más atractivas para la sociedad contemporánea, son mas fáciles de atender en la iglesia. Pero no entendemos que la pecaminosidad y nuestro pecado, son algo que Dios aborrece. No es extrapolar la realidad del pecado como un legalismo frívolo, el pecado es contrario a la naturaleza de Dios, como dijera el profeta Habacuc: “Muy limpio eres de ojos para ver el mal”. Y esto no se trata de algo que la iglesia deba tratar con ligereza, pero tampoco se trata de caer como ya lo mencioné en el legalismo, tomando en extremo la Ley de Dios, donde hay una lista de ordenes y prohibiciones, que, si solo se miran para cumplir con el requisito, caemos en un ritualismo como le sucedió al pueblo de Dios. Pareciera ser que, al dejar de hablar de la realidad del pecado en la iglesia, solucionamos este problema. Siendo esta la estrategia más usada por las congregaciones de nueva generación.

Una de las premisas que hoy permea a muchas congregaciones para que evadan la predica del pecado desde sus pulpitos, es que prefieren hacer creer a las personas que el pecado es una simple debilidad o un defecto del cual no podemos responsabilizarnos. Adoptando la posición de Adán y Eva, tratando de encubrirse, responsabilizando a la serpiente de su acto transgresor. Entonces se apela a la idea de que el pecado es un error. Si el pecado es un error, ¿Por qué este error pesa en toda la humanidad?, hoy se habla que el hombre comete errores, como para suavizar sus consecuencias, pero aún en la teología sistemática, el mirar el pecado como error tiene su realidad que no podemos evadir. Dado que es mas sencillo afirmar que la tendencia del hombre es a extraviarse, a cometer errores, que afirmar que se encuentra en un estado caído. Se prefiere aceptar que el hombre es débil y tiene una gran propensión al error. Hoy en día como el pecado no se expresa en publico, cuando el pecado se hace evidente, se apela a que fue un error. Y entonces ¿Qué hacemos con las consecuencias del pecado? Porque no podemos hablar de las consecuencias del error, porque teóricamente un error es enmendable un pecado no lo es. Un ejemplo en la Biblia lo tenemos con David y Betsabe, cuando David decide cometer adulterio con la mujer de Urías, una vez consumado su pecado, tramo hacer que pareciera que Urías era el padre del producto de su adulterio 2 Sam. 11:5-13. Como eso no funciono, planeo matar a Urías, y eso vino a agravar su pecado. Hoy si esto sucediera en la actualidad, ¿se pudiera llamar error a toda esta maquinación que hizo David? Tristemente si, porque la mente humana es infinitamente creativa cuando se trata de encontrar formas de justificar el mal. (MacArthur, 2020)

Otra perspectiva por la cual a la iglesia contemporánea le cuesta hablar de pecado, es por el tema de las relaciones interpersonales. Dado que el pecado vino hacer también una ruptura de las relaciones Creador – creatura. “El pecado implica más que solo escondernos los unos de los otros, más profundamente de Dios” (Lodahl, 2014). Pero miremos a detalle esta perspectiva. Si hoy las iglesias han cambiado hasta el nombre de “iglesia” para quitar el peso religioso que este titulo contiene, y han evolucionado a comunidades, Génesis nos advierte que subestimar el problema del pecado, daña a las comunidades, solo basta mirar lo que ocasiono el pecado para que viniera el diluvio, la destrucción de Sodoma y Gomorra y esto es producto del pecado en las comunidades. El teólogo Agustín de Hipona nos entrega la idea de que el pecado daña la influencia de las relaciones, así como daño la relación con Dios, también ha afectado a la relación con sus semejantes. (Ropero, 2017). Esta ruptura en las relaciones causada por el pecado, también tiene su fundamento en la teología, llamada denominada Rebelión, la cual consiste en revelarse; algunas palabras del Antiguo Testamento describen el pecado como rebelión, una idea bastante destacada en el pensamiento hebreo. En Isaías encontramos claramente esta afectación en las relaciones “…crie hijos y los engrandecí, pero ellos se rebelaron contra mí.” Isa. 1:2. Esta dimensión del pecado sujiere una apertura a la vulnerabilidad de nuestras relaciones, y en las ahora llamadas “comunidades cristianas” se apela mas un humanismo piadoso donde todos forman una familia, donde se vive un ambiente de “tolerancia”. Realmente es un termino que en la biblia no existe, la palabra de Dios nos llama a denunciar el pecado, no a tolerarlo. Y cuando el pecado se tolera se torna en un factor destructivo. Dado que aniquilo por completo nuestra relación Dios, ¿Cómo no destruirá nuestras relaciones humanas? Realmente entonces es latente que los pastores de estas comunidades prefieran tener comunidades de pecadores, que están destinadas a su destrucción porque no se denuncia el pecado de sus integrantes. Que iglesias de redimidos por la sangre de Cristo. Mejor se opta por hablar de bendición y prosperidad, que de la rebelión que pecado ha puesto entre el hombre y la creación y aun con su mismo Creador. Siendo que hoy la preocupación mas grande de las congregaciones es que las personas se “sientan bien”. Cuando el hombre es incapaz de hacer el bien incluso a su prójimo, sino interviene Jesús como mediador. Y esto sucede porque se cree que el pecado es algo que es muy fácil perdonar. Por lo tanto, ofender a Dios se ve como un mal menor. Entonces la iglesia de hoy carece por completo de la noción del profundo mal del pecado en la vida de sus congregantes. Olvidándonos que el mismo apóstol Pablo se describió como el principal de todos los pecadores 1Ti 1:15.

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