Eleccion De Vida

El tema de tomar la decisión para elegir algo es uno muy importante porque cuando no elijo permito que el universo lo haga por mí, y eso… es una elección, desempoderante, pero elección finalmente.

El arte de elegir es tomar la responsabilidad de decidir lo que quiero en mi vida, y hay momentos en los que debemos tomar decisiones que son cruciales para el resto de la vida.

Qué me voy a poner el día de hoy, quizás no sea lo más trascendente en mi vida, pero qué carrera estudiar o qué escuela elegir, si me caso y con quién, si quiero hijos o no, si quiero trabajar, y en qué… Todas estas son elecciones que van marcando la vida y le van dando sesgos específicos, que nos llevarán a explorar unas cosas y otras no.

Pero si damos una revisada con detenimiento, podemos ver que hay momentos más cruciales que otros en los que tomamos ciertas decisiones, como por ejemplo: yo deseaba en la adolescencia estudiar una carrera que no existiera en donde vivía para tenerme que ir de la ciudad; pero a los 18 mi padre me prohibió salir a estudiar a otro lado, así que en silencio decidí irme de la casa, pero empezaron a suceder cosas en unas cuantas semanas que me confrontaron con senda decisión que había hecho, y hubo un momento específico que recuerdo perfectamente en que decidí no dejar nada de lo que ya tenía y entonces decidí entrar a estudiar algo que pudiera hacerme sentir ocupada pero que me gustara, aunque no fuera esa carrera que yo deseaba, y por supuesto tampoco irme de escapada.

El momento en el que decidí quedarme me abrió un estilo de vida, uno que se relacionaba (ahora lo entiendo) claramente con la dependencia, porque no “aprendí a volar” cuando me lo propuse, y lo postergué, así que la consecuencia de haber elegido no irme de casa me marcó a aprender a vivir bajo ciertas condiciones, y así me viví, pero ¡no hay forma de saber que habría pasado si sí me hubiera ido! Porque esa historia no la recorrí, así que no podré saber cómo habría sido mi vida si hubiera tomado el avión e ido a Colorado, con aquel amigo que me invitó y apoyó para que lo hiciera. No imagino una vida fácil, y menos feliz, no sé si me hubiera ido por lo doloroso o por lo exitoso, lo único que tengo claro es que lo que elegí. Tardé un rato más en volverlo a confrontar, y es un tema en mi vida que he ido trabajando y puliendo para convertir en independencia y libertad.

¡Sí! Haber elegido aquel día no huir y quedarme en casa con mis comodidades y cuidados paternos, me ha llevado a hacerme otras preguntas con relación a qué busco en mi vida y creo que ninguna elección es equivocada, es simplemente la experiencia de recorrer cierto camino y no otro. Lo mejor que puedo hacer es hacer algo que me rinda frutos con el camino que ya tomé por las razones que hayan sido, creo que la mejor elección es la que asumo como experiencia de crecimiento, aunque me traiga complicaciones, es aprender de lo vivido y elegir nuevas y diferentes formas de proyectar mi futuro.

Siempre encontraremos buenas razones para justificar nuestras elecciones, aprendamos de ellas y reconozcámoslas para poder trascender el porqué elijo lo que elijo, si es que no me gusta, y entonces poder escoger nuevas y diferentes cosas, o situaciones o incluso personas que estén a mi lado.

Elegir es algo que hacemos cada momento, mientras más claro vaya teniendo lo que quiero en la vida será más fácil, pero lo más fabuloso de la vida es que la mayoría de las veces ¡no sabemos lo que queremos! Muchas veces pensamos que sí, pero al rato nos retractamos.

Aprender a reconocer que como seres humanos cambiamos para evolucionar, nos va a permitir relajarnos y aceptar que si a los 18-19 decidí estudiar una carrera de Ingeniería porque eso era lo que quería mi papá para mí y no tenía nada claro en ese momento, será muy posible que a los 25 me cuestione si en verdad eso deseaba, y si me permito percibir lo que verdaderamente siente mi corazón y sus latidos hacía dónde me están llevando, a lo mejor descubro que mi pasión y misión es ser ¡director de cine! Así que el permitirme explorar ese camino que empieza a tener más sentido en mi vida, me hará una persona feliz.

Yo creo que cualquier carrera va a dejar siempre enseñanzas, de disciplina, de relaciones, de experiencias de vida, de empezar y terminar algo, etc… aunque cambie el giro, será una experiencia que me ayude a ser quien soy, aunque luego descubra que mi pasión sea otra cosa, lo aprendido siempre será algo que me genere experiencias y me haga crecer. Eso dependerá de la actitud que escoja tener.

Elijamos actitudes positivas y de crecimiento para disfrutar y seguir aprendiendo en la vida.

LA LÍNEA DE LA VIDA

I. El educador pide a los participantes que tomen una hoja de papel y tracen una línea horizontal que la cruce.

Les solicita que coloquen puntos en los dos extremos de la línea. El punto de la izquierda representa la fecha de nacimiento, que deben escribir debajo.

II. El educador explica a los participantes que el punto del otro extremo (derecha) representa la fecha de la muerte. Comenta que sobre este punto se debe escribir el año de nuestra muerte, el cual depende del número de años que se crea se va a vivir.

III. Ahora, solicita a los participantes poner un punto que represente donde se está ahora en la línea entre el nacimiento y la muerte.

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