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Ensayo de fundamentos del cristianismo


Enviado por   •  2 de Julio de 2017  •  Ensayo  •  2.365 Palabras (10 Páginas)  •  373 Visitas

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Introducción

Luego de leer este módulo que habla sobre la cultura, la globalización y todas sus implicaciones, la madurez tanto humana como religiosa, etc., antes de adentrarme en el contenido como tal, quería hablar un poco de la cultura de hoy en día ya que pienso que de esta temática es que se desarrollan todos los problemas que se presentan actualmente.

La cultura hoy en día se ha ido desvaneciendo, en los tiempos de antes todo estaba más arraigado a las creencias y a las tradiciones que tenían las culturas. Hoy en día muchos esquemas se han disuelto y es de aquí de donde proceden el tema de las peleas entre distintas culturas, o la discriminación a otras.

Las personas hoy en día se han vuelto sumamente intolerantes a las diferencias, y es por esto que la humanidad actual se presenta a un gran reto. Los derechos humanos deben ser equitativos para todas las personas sin importar sexo y raza.

Las personas deben entender que todos somos iguales ante los ojos de Dios, y es aquí donde entra la religión en el tema.

Fundamentos del cristianismo relata la historia desde los orígenes hasta la actualidad, nos habla de cómo ha venido avanzando la cultura y de cómo se involucra tanto la religión como los avances de la globalización a la misma.

Ensayo de fundamentos del cristianismo

Como ya sabemos, la cultura abarca un sin fin de cosas. Desde lo subjetivo que se entiende como la formación de un espíritu, hasta la formación del espíritu colectivo; donde se pueden expresar la religión, producción artística, etc.

Todo este conjunto de expresiones y cualidades son las que forman a la sociedad, la cual está determinada por ciertas características propias.

Todas estas costumbres y características que definen a un lugar se ven de cierta manera afectadas por la globalización. También se pierde el sentido de la humanidad, la fraternidad y los derechos humanos. Todo esto sucede como resultado de nuevas ideas que surgen en las sociedades que se ven inmersas.

La globalización afecta a la cultura de distintas maneras, entre las que podemos mencionar: se generan contraculturas debido a las personas que son excluidas, lo que lleva a crear diferencias y choques de convivencia; también se crean culturas locales y una cultura global con la que se ven identificados ciertos países involucrados en la globalización.

Este fenómeno sucede alrededor de todo el mundo y produce descontento en muchos lugares y conflictos entre culturas. Aunque no podemos dejar de lado que también tiene ventajas como el crecimiento económico, social, y oportunidades a muchos aspectos.

Un aspecto que se ha visto sumamente afectado por la globalización es la ética (valores morales), los mismos se han ido perdiendo a lo largo de todo este trayecto, y consigo el sentido de humanidad de las personas. Esta crisis amenaza a la sociedad de nuestros días y puede causar daños irreversibles.

Se dice que el siglo veintiuno se sitúa en la era de la globalización. Este fenómeno que es conocido universalmente ha modificado por completo el comportamiento de la sociedad actual. El mismo abarca un fenómeno complejo que pasa por un proceso de comportamientos económicos, culturales y sociales y que tienen base en avances netamente tecnológicos.

Si nos remontamos a las ideas que las grandes tradiciones pre-modernas comparten podríamos ver reflejado el verdadero sentido de la humanidad y de los valores morales. Por ejemplo: el lema del maestro taoísta Chuang Tzu “La virtud de la suprema humanidad es una virtud más alta”.

La sociedad de hoy en día debe abogar por una ética universalizable que cuente con una declaración de los Derechos Humanos, diversas formas de expresión donde todos puedan elegir de qué manera desean vivir y expresarse y la plenitud de la vida humana.

Algo muy curioso que ocurre en las sociedades llamadas “desarrolladas” es la desintegración de las solidaridades tradicionales de la gran familia, del barrio, de las comunidades y la desaparición de las solidaridades concretas entre personas que no pueden ser reemplazadas por las ayudas burocráticas y las solidaridades que necesitan dinero para comprarse.

La solidaridad, la interdependencia y la comunicación entre personas son algunos de los valores que podrían definir una globalización auténtica, sin dejar por fuera algunos valores que implican la religión como lo son la igualdad, libertad y fraternidad.

La globalización es uno de los procesos que más ha influenciado tanto de manera positiva como negativa la vida del hombre. Los mismos afectan a la población en su totalidad y todas las áreas de la misma (económica, política, social).

No podemos dejar a un lado que la globalización puede crear un riesgo en la sociedad de enfrentarnos con una población desensibilizada y enmascarada que llega a crear un problema a nivel cultural. Por lo que la sociedad se enfrenta a un desafío de encaminar las elecciones culturales de la comunidad cristiana y de la sociedad en general. El diálogo entre la fe y la cultura podría ser una manera de salvaguardar la dignidad y el crecimiento de la persona humana.

Enfocándonos en el tema de la madurez humana, la misma no siempre viene acompañada de madurez emocional; muchas veces podemos ver tanto adultos como niños que aún son inmaduros.

Pareciera que la madurez es un signo de normalidad por así decirlo, las personas piensan que es un signo de normalidad, que cuando las personas presentan ciertas características son cosas típicas. Muchas situaciones nos dan a entender que la madurez constituye una etapa del ser humano, que lo hace una parte de un sistema colectivo; de ahí viene la disyuntiva por los demás como viven, como piensan.

La realidad es que la madurez no se da en un momento específico de la vida, sino que es un proceso que se mantiene a lo largo de la misma, este proceso es constante en los humanos y nunca se posee de manera plena.

Una vez un sabio dijo la siguiente frase “La madurez comienza a manifestarse cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos”.

Yo veo esta frase desde un punto bastante psicológico ya que es la carrera que me incumbe. Cuando un ser humano nace hasta aproximadamente los 6 años de edad, son personas totalmente egocéntricas que solo piensan en ellos y en sus ideas, y las ideas de las demás personas no son válidas para ellos. Después de atravesar esta etapa, los niños entran en una etapa donde ya se dan cuenta que las demás personas también tienen puntos de vista válidos y aceptables y que los de ellos no son los únicos. También se empiezan a preocupar por los demás y así sucesivamente. Todos son aspectos del desarrollo humano que poco a poco se van dando en las personas.  

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