Enseñanza Biblica De La Salvacion
Enviado por Caceresapcho • 7 de Diciembre de 2013 • 1.353 Palabras (6 Páginas) • 372 Visitas
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ENSEÑANZA BÍBLICA DE LA SALVACIÓN
Las cosas que Ud. debe saber, las cosas que Ud. debe aceptar y las cosas que Ud. debe hacer, para poder obtener la Salvación:
1ro.- Ud. debe saber que como parte integrante del género humano, Ud. está destituido o destituida de la Gloria de Dios.
En la Carta a los Romanos 3= 23 leemos la siguiente declaración:
“…por cuanto todos pecaron y están destituidos de la Gloria de Dios,…”
En el capítulo 6= 23 leemos:
“...porque la paga del pecado es muerte,…”
Y en el capítulo 5= 12, leemos:
“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”
El pecado por el cual Ud. está destituido/a de la Gloria de Dios, es un pecado congénito, o sea cometido por otra persona, fuera de Ud., aparte de Ud., y extremadamente distante en el tiempo.
Los pecados que Ud. comete conscientemente porque culturalmente (1ra. Juan 3= 4), o racionalmente (Romanos 2= 14 / 16), sabe que lo son; o los pecados que Ud. comete inconscientemente, o sea que ignora que lo son (Levítico 5= 17); o los pecados que Ud. comete contra su voluntad (Romanos 7= 14 / 25); de todos los cuales Ud. debe arrepentirse y pedirle perdón a Dios siempre (1ra. Juan 1= 8 / 10; 2= 1), son la consecuencia de ese pecado congénito que, como descendiente de Adam y Eva, progenitores de toda la Humanidad, incluye a todo el género humano sin ninguna distinción, independientemente de su voluntad personal de pecar o abstenerse de hacerlo.
2do.- Ud. debe saber que Dios en Su Infinito Amor, ya ha provisto su salvación.
En el Evangelio de Juan 3= 16 / 18, leemos:
“De tal manera amó Dios al mundo, que Ha dado a Su Hijo Unigénito, para que todo
aquel que en Él crea no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a Su Hijo
al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él. El que en Él crea no es condenado; pero el que no crea ya ha sido condenado, porque no ha creído en el Nombre del Unigénito Hijo de Dios.”
3ro.- Pero, ¿en qué sentido tiene Ud. que creer en Él? Ud. debe aceptar todo lo siguiente:
A).- Que Él es el Hijo de Dios.
En el Evangelio de Mateo 16= 16, 17, leemos:
“Respondiendo Simón Pedro, dijo: –Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente. Entonces le respondió Yahschu’a (Jesús): –Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino Mi Padre que está en los Cielos.”
En el Evangelio de Juan 6= 69, leemos:
“Y nosotros hemos creído y conocido que Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.”
En Hechos de los Apóstoles 8= 37, leemos:
“Felipe dijo: –Si crees de todo corazón, bien puedes. Él respondiendo, dijo: –Creo que Yahschu’a haMaschíaj (Jesucristo) es el Hijo de Dios.”
B).- Admitir que Él murió por Ud., o sea en su lugar.
En la Carta a los Romanos 5= 6, 8, leemos:
“Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.”
“Pero Dios muestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
C).- Admitir así mismo, que Él es la propiciación por nuestros pecados.
(Propiciar quiere decir aplacar, pacificar, apaciguar, satisfacer con la muerte la Justa Ira de
Dios provocada por la desobediencia de los progenitores de la Humanidad de los cuales Ud. es descendiente, como explicamos anteriormente).
En la 1ra. Carta de Juan 2= 2 y 4= 10, leemos:
“Él es la propiciación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.”
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a Su Hijo en propiciación por nuestros pecados.”
En la Carta a los Romanos 3= 24,
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