Enseñanza De La Historia

Desde hace algunos siglos existe la tradición de enseñar historia exclusivamente a los jóvenes de la nobleza. En algún tiempo la historia era la ciencia que debería aprender el delfín o el que iba a gobernar. Ahora que vivimos en un ambiente democrático, necesitamos más de la historia.

Es una disciplina que ayuda a conocer una parte muy importante de la naturaleza humana y su trayectoria en el tiempo. Todos necesitamos en alguna forma el conocimiento de nuestras raíces y de nuestro desarrollo.

La enseñanza de la historia a nivel primaria, enfrenta una serie de problemas que tienen que ser superadas por el profesor de grupo; las propuestas curriculares se encuentran alejadas de la realidad, el tiempo de clases debe ser aprovechado al máximo frente a los contenidos y el desconocimiento de nuevas propuestas de enseñanza.

Los desafíos son variados y complejos, por ejemplo la selección de materiales significativos, el tiempo dedicado por los estudiantes y el desconocimiento de los objetivos de los planes y programas por parte del maestro.

Enseñar historia no es una simple transición ininterrumpida de conocimientos, implica enseñar a analizar los datos, desde una perspectiva dialéctica y reflexionar ante el presente y el futuro. Desafortunadamente en nuestras aulas, los niños solo memorizan (en el mejor de los casos) los contenidos.

Durante la educación primaria, la enseñanza de la historia es primordial para los alumnos, pues, este será su primer acercamiento al pasado de su nación, reforzando su identidad nacional, conociendo el porque de algunas decisiones tomadas por sus antecesores.

El estudio de la historia forma parte fundamental en la formación de los niños, por que, les permite conocer como han ido evolucionando las sociedades humanas, a lo largo del tiempo, de ésta manera las nuevas generaciones irán adquiriendo mayor conciencia de su ubicación dentro de la sociedad y a su vez comenzarán a comprender la dinámica actual de la vida social.

través del estudio de la historia, es como podemos inculcar en los alumnos, el sentido de una pertenencia nacional, acompañada de valores cívicos y sociales que en nuestros días bastante desgastados están.

La historia puede llegar a convertirse en una de las materias mas nobles, por ser clara y concisa en sus contenidos y gracias a ello, nuestros alumnos podrán adquirir bases firmes para poder comprender, y llegado el momento, según sea necesario poder explicar las características de la sociedad de la que forma parte y de ésta forma ubicar la importancia y consecuencia de sus propias acciones; de igual manera juzgar con mayor fundamento las acciones de los demás.

En la escuela primaria la enseñanza de la materia de historia “tiene un especial valor formativo, no solo como elemento cultural que favorece la organización de otros conocimientos, sino también como factor que contribuye a la adquisición de valores éticos personales y de convivencia social y a la afirmación consciente y madura de la identidad nacional” .

Es muy importante que durante la educación primaria se le acerque al alumno a los hechos históricos, pudiendo sensibilizarlo en ésta área, propiciando el interés y el gusto por la materia de historia, logrando darle un nuevo significado a la asignatura. En la presente década, el sistema educativo mexicano experimenta uno de los períodos más dinámicos de su historia reciente a partir de la reforma educativa anunciada en el año de 1989 con el llamado Programa para la Modernización Educativa.

Una de las reflexiones que podemos hacer con respecto a la enseñanza de la historia en la escuela primaria, es que, todos los niños asocian la materia con algo aburrido, fastidioso y piensan que hablar de historia es solo hablar de lugares, fechas y nombres de personas, para ellos sin sentido, sin embargo eso no tiene por que ser así, puesto que, nosotros los docentes podemos cambiar esa ideología.

Podemos hacer de la historia, algo interesante, sorprendente y fantástico, donde los niños puedan divertirse y lo más importante aprender, despertándoles el interés y la curiosidad.

Este problema es muy común actualmente no solo para un niño de primaria sino también para la gente adulta que ha tenido malas experiencias en la enseñanza de esta materia.

Los orígenes de esto pueden deberse a diferentes factores, intuyo que es por falta de hábito de la lectura de temas de Historia, tanto en los profesores como en alumnos, la memorización, la copia de temas, subrayado de lecturas elaboración de resumes sin ninguna comprensión y falta de motivación hacia la asignatura.

Considero que, hacer que los alumnos sientan gusto por el estudio y aprendizaje de la historia es un gran reto que debemos afrontar con gran fuerza y con todo el amor que nos da el corazón por los niños. Ante esta problemática tenemos la necesidad de actualizarnos e investigar sobre la enseñanza y su incidencia del aprendizaje de la asignatura de la historia y así poder manejar estrategias que despierten el interés de ésta asignatura.

Habitualmente el docente es el que debe estimular a los alumnos para que despierten su interés por la materia, desarrollar su capacidad creativa, y autoestima para que sean sujetos participativos, críticos, dinámicos, reflexivos y autónomos.

Los planteamientos actuales para la enseñanza de la historia no son absolutamente nuevos. Desde finales del siglo XIX se empieza plantear en nuestro país una nueva forma de enseñar historia. En 1993, al estudiar la historia como asignatura específica, se plantea un cambio importante en la forma de presentar y de abordar los contenidos durante la clase.

La organización de los programas de historia a lo largo de la educación primaria, tal como lo establece el plan de estudios, permite avanzar progresivamente partiendo de lo que para el niño es más cercano y concreto hacia lo más lejano y general en lo dos primeros grados de la educación primaria los niños revisan su historia personal, algunos aspectos de la historia reciente de su localidad, en tercero la historia de su entidad y a partir de cuarto año se comienza a trabajar

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